Capítulo 18: Reparación de la costura.

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Tendrás que excusar el hiato; Uni sorprendentemente lleva mucho tiempo. Además, sin Naruto he encontrado que me falta algo de inspiración. Ahora realmente nunca puedo poseerlo ...

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Tirando de cuerdas

"Los niños están tan acostumbrados a ver títeres que cuando ven a un ventrílocuo real no lo entienden". - Paul Winchell

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Un leve gemido escapó de los labios de Hanabi cuando finalmente regresó al mundo, abrió los ojos parpadeando muy lentamente y agradeció a cualquier poder superior que había visto adecuado para mantener la habitación a oscuras. Como Hyuuga, estaba bien versada en tener una vista más sensible que la mayoría; Fue una bendición mixta. Esa era realmente la menor de sus preocupaciones; allí arriba estaba el ligero dolor de cabeza y su lengua de lija. Ciegamente buscó a tientas a un lado por un momento, el lado que instintivamente sabía que tenía su mesita de noche. Parecía un poco más bajo de lo que recordaba extrañamente, pero su mano finalmente se enroscó alrededor de un vaso de agua fría que instantáneamente y con gratitud se llevó a sus labios con un suspiro de satisfacción.

"Lo siento por el dolor de cabeza".

Hanabi se congeló a medias ante la voz extraña, el vaso se cayó de su mano para golpear inofensivamente contra el piso alfombrado, derramando la mitad de su contenido.

"Debería desaparecer bastante rápido".

Mecánicamente, la joven giró su cabeza, sus ojos finalmente se ajustaron a la luz tenue, ocasionalmente interrumpida por un delgado rayo de sol que atravesaba las persianas. Al otro lado de ella, en lo que cada vez más se daba cuenta de que no era su habitación en el complejo de Hyuuga, había un joven rubio de la misma edad que su hermana, con el pelo en punta casi oculto por una capucha sombreada.

"¿Qué?" Se las arregló ininteligiblemente, su voz ronca por una mezcla de desuso y la sequedad antes mencionada. Entonces, de repente, la golpeó, sus sinapsis finalmente se activaron de la manera correcta para recordarle cómo había terminado en este lugar. Había estado con su cuidadora durante el día en una caminata matutina. Ko creía que era porque le gustaba el silencio de las horas del crepúsculo, pero en realidad era porque le encantaba ver a Neji pasar su entrenamiento matutino. Ella siempre había admirado a su prima mayor, viéndolo como el modelo a seguir que su hermana mucho más tímida y dócil nunca podría ser.

Como la segunda en nacer, siempre era una posibilidad muy real para Hanabi que ella fuera marcada con el sello de pájaro enjaulado, como lo había sido su tío y su prima. Ella había admirado a Neji por su fuerza de voluntad, siempre luchando contra ese destino aparentemente aplastante al volverse más fuerte; Más fuerte que cualquier Hyuuga de esa edad, miembro de la rama o no, tenía derecho a ser. Ella quería esa misma fuerza, así que fue a verlo entrenar, aunque solo fuera para comprender cómo él era capaz de lograr tanto por su cuenta.

Por supuesto, no se la podía ver mezclada con la familia de la rama, no cuando todavía no tenía marca. En ese sentido, a menudo se necesitaba mucho para escabullirse de la vista de Ko. Esta vez, había sido con la ingeniosa desviación de "perder" su corbata. En realidad, ella simplemente lo había envuelto alrededor de su muñeca y lo había escondido debajo de su manga, pero Ko fue engañada sin embargo. Había pasado un tiempo desde su último 'escape'. Por supuesto, lo que había encontrado no era el entrenamiento de su prima como siempre, sino la escena de lo que parecía ser una pelea intensa y peligrosa, o al menos las consecuencias. Y en medio de todo estaba ...

Tirando de las cuerdasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora