Tirando de las cuerdas

Capítulo 15: El ojo de la aguja.

Maldita sea Sasuke. Bueno, todos sabíamos que esto tenía que venir eventualmente, ¿verdad?

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Tirando de cuerdas

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"Todos los dioses son caseros, y somos nosotros los que tiramos de sus cuerdas, y así les damos el poder de tirar de los nuestros". - Aldous Huxley

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Genma no se avergonzaba de admitir que estaba nervioso en este momento; Al menos en su cabeza no estaba. Tomar la posición de supervisor de examen de Chuunin para Hayate debería haber sido algo simple, simplemente pararse en la arena, decir algunos nombres y anunciar a los ganadores. Eso debería haber sido eso. Pero no, tenía que estar de pie junto al niño claramente mentalmente inestable con control absoluto sobre la arena, que aparentemente rivalizaba con los asesinos de Juna de Suna. Gaara se quedó allí en silencio, su rostro era una máscara fría e inexpresiva. Sin embargo, de alguna manera el niño estaba proyectando un aura de malicia que estaba haciendo lo ansioso.

No ayudó que el oponente del niño, la hija de Inoichi, si él recordaba bien, no hubiera aparecido para los exámenes. No estaba exactamente sorprendido considerando que lo que escuchó había sucedido en las rondas preliminares, pero aún así. El pelirrojo a su lado solo parecía estar cada vez más agitado, la arena alrededor de sus pies girando en forma hipnótica y profundamente inquietante. Su mano se tensó hasta que sus nudillos se blanquearon. Además de todo eso, porque su día no podía empeorar, el niño era aparentemente un Jinchuuriki.

Tampoco era que Konoha pudiera hacer nada. No, el niño también tenía que ser el hijo del Yondaime Kazekage. Si él tratara de someter al niño sin que él se saliera del mango, entonces Konoha sería el chico malo ante los ojos del mundo. La seguridad, obviamente, era lo primero, ese era el punto de vista de Sandaime, pero maldita sea si la publicidad no llegaba al segundo. Si se ve a Konoha traicionando tan descaradamente a su "aliado" en un evento público como este, la reacción será inmensa. Genma no podía imaginar lo estúpido que debías ser para hacer algo para poner la opinión pública de la aldea en contra de ti de esa manera.

El ojo de Jounin que masticaba el senón se contrajo; ahora el niño estaba murmurando para sí mismo, como si ya no pudiera volverse más espeluznante. Suspiró abatido, pasando una mano por su cabello mientras cambiaba el lado de su boca con el que estaba mordiendo el senbon. Deseaba poder simplemente terminar el partido, pero tuvo que darle a la chica al menos un tiempo para presentarse, por muy improbable que fuera. Sí, él fue considerado de esa manera; Tenía que darle a Konoha Genin la mayor oportunidad posible, ¿verdad? Parpadeó de repente, sintiendo que sus párpados comenzaban a crecer pesados; ¿Estaban esas plumas cayendo del cielo?

Fue el impacto del senbon pinchando el techo de su boca lo que lo sacó del Genjutsu, sacudiéndolo en posición vertical cuando vio que el pánico y el caos comenzaron a estallar en las gradas. Sus ojos se abrieron en estado de shock, al darse cuenta de que la invasión que se había teorizado, y todo el Jounin advirtieron acerca, fue realmente ocurriendo. Después de que Hayate murió, asumió que algo estaba pasando, pero al verlo de primera mano ...

Sus ojos solo se abrieron más cuando se dio cuenta de quién estaba parado al lado; La inestable Jinchuuriki, en medio de una invasión, en el centro de un espacio grande y abierto.

Cuando giró bruscamente hacia el niño, se encontró con una visión bastante curiosa. Gaara todavía estaba parado allí, pero casi parecía estar... ¿derritiéndose? En algún momento después de las explosiones y el Genjutsu, el Suna Jinchuuriki se había empapado de pies a cabeza. La arena húmeda se desprendía de su cuerpo como una segunda piel, volviéndose de un color marrón fangoso. El pelirrojo mismo parecía tan sorprendido, mirándose confundido, una palabra murmurada en sus labios mientras se torcían en un gruñido.