Tirando de las cuerdas

Capítulo 33: Una pequeña rasgadura

No lo poseo, no puedo prestarlo, no lo gemiré.

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Cuerdas de desplume

"Odio mucho a los títeres". - Trey Parker

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Naruto estaba inusualmente desnudo mientras se recostaba a la luz del sol moteada, recostado hacia el borde de un campo de entrenamiento desocupado. Llevaba una simple camiseta naranja en lugar de su chaqueta de ocultación habitual. Igualmente injustificado, su hitai-ate descansaba sobre su frente, manteniendo su cabello fuera de sus ojos en lugar de sus habituales gafas con forma de visera. Una expresión pensativa adornaba sus rasgos mientras se recostaba contra un árbol.

Se sentía extraño tener sus dedos a la vista mientras realizaban sus movimientos elegantes y giratorios, dirigiendo una pelea simulada entre Ramia, Hane y Arakune como un coreógrafo aburrido. Y estaba aburrido. Usar Asura siempre significó aprovechar el pozo de poder del Kyuubi, que había recorrido un largo camino en la curación del daño causado por la trampa de Konan. Pero, cuando lo llevaron de regreso a Konoha y la adrenalina había desaparecido, se hizo evidente en qué lamentable estado estaba realmente.

El daño pulmonar fue el peor, aunque los médicos le aseguraron que sanaría completamente en unas pocas semanas. Debería haber sido meses, con efectos persistentes, pero al ser un Jinchuuriki no tiene sus ventajas. Estaba a la mitad de ese tratamiento, por lo que las quemaduras que había sufrido y la leve infección que trajeron ya habían desaparecido, reemplazadas por una piel rosa fresca y ligeramente sensible. Formaron un tapiz moteado en su cuerpo, como el camuflaje más inútil del mundo.

Esperaba que algún tiempo al sol le ayudara a aclararlo más rápido, ya que el anatema que el tiempo que pasaba afuera era para él.

Hane se abalanzó perezosamente, sin ninguna urgencia real por sus movimientos. Todo el ejercicio era solo una forma de pasar el tiempo, ahora que había sido suspendido oficialmente de las misiones durante otra semana. Con cada ataque, su mente analizaba todos los contadores posibles, de los otros dos combatientes. Usaría lo mejor disponible, sin hacer ningún daño real, y registraría los que su mente conjuraba pero que sus títeres no podían lograr.

Era un poco aburrido, pero al menos era mejor que el papeleo interminable. Sin misiones, y desautorizado de cualquier cosa extenuante, no tenía más que hacer que jugar con venenos, esbozar nuevas ideas de títeres y administrar su red. No es que pudiera actuar sobre la información que ingresó. Usualmente la usaba para decidir qué misiones valían la pena realizar. Ahora, sin embargo, todo lo que podía hacer era administrar la integración gradual de los viejos activos de Sasori.

Al principio fue divertido, sentirse como una victoria póstuma contra el titiritero mayor. Pero cuando era lo único que podía hacer ... así, su aburrimiento.

Estaba manipulando sus títeres con una mano. Con el otro, tocó lentamente el anillo que le había quitado a Konan. Similar a la de Sasori, pero con una piedra blanca perlada que lleva el kanji para "blanco". ¿Una referencia a su mascarada como Tenshi de Amegakure, tal vez? El enlace era tan tenue como el de Sasori. Ambos eran mantras de la meditación Kuji-in, pero honestamente no tenía idea de cuál era la imagen más grande.

El seguimiento de la práctica de meditación condujo a una figura simplemente conocida como Rikudō Sennin, una figura envuelta en tantos mitos como historia. Encontrar información confiable sobre el hombre conocido como el Dios de Shinobi fue una tarea tonta. Cientos de religiones y prácticas diferentes supuestamente surgieron de esa figura, y era imposible separar la verdad de la ficción. Cómo se relacionaba con el Akatsuki era una incógnita. Probablemente solo un simbolismo forzado para darle al grupo cierta legitimidad.