Tirando de las cuerdas

Capítulo 45: Hilos carmesí

¿Lo tengo? ¿Es el día opuesto? Entonces no, no, no lo hago.

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Cuerdas de desplume

"Me puse a buscar un hilo, un tema, un estilo, en el ámbito de la leyenda". - Leni Reifenstahl

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Naruto se recostó sobre los cómodos cojines que rodeaban la mesa baja y dorada de caoba profunda. Probablemente solo costó tanto como lo haría en una misión de rango A, y Ayumi lo estaba usando actualmente para realizar su pequeño espectáculo. Tenía que admitir que se había vuelto bastante buena con las pequeñas marionetas, capaz de hacer que las figuras finamente diseñadas se movieran con gracias fluidas. Ella, por supuesto, no estaba usando hilos de Chakra para moverlos, sino cuerdas más convencionales unidas a una pala bastante compleja.

En lugar de simplemente mover la barra de control en sus diferentes ejes, se enhebraron ciertas cuerdas a través de la paleta y se unieron a pequeños bucles que se colocaron en diferentes longitudes en sus dedos. Le permitió un mayor grado de control sobre los pequeños títeres; una joven dama pintada de geisha y un príncipe disfrazado de kabuki, representando una famosa historia de amor cortesana. Cuando Ayumi se propuso algo, sin duda hizo todo lo posible.

Era casi una pena que ella no tuviera Chakra, pero había un estigma definido sobre ese tipo de cosas en las esferas nobles. Además, ella estaba más allá de la edad en que un civil podía despertar su Chakra de manera segura, por lo que era un punto discutible. Aunque, si los rumores sobre su parentesco resultaron ser ciertos, podría ser una historia diferente. Aún así, sería lo suficientemente temible incluso sin eso en unos pocos años, si pudiera aplicar esta determinación decidida a todo lo que hizo.

"Entonces, ¿nada inusual en los últimos meses o semanas?" Preguntó, distraídamente, lanzando algunas cuerdas invisibles y obligando a una de sus otras figuras a saltar a la vida: un ninja bastante cliché, completo con pantalones negros holgados y una combinación de máscara de capucha. Dio un salto desde su estante, aterrizó en un rollo de libro de texto al lado de la marioneta principesca y colocó un pequeño kunai de madera en su cuello. Ayumi sonrió al verlo; a sus ojos simplemente parecía que la pequeña figura había cobrado vida.

"Define inusual, sensei".

"Te lo dije antes, no soy tu sensei. Mi estudiante real se ofende, como estoy seguro de que puedes imaginar".

Ella lo rechazó airosamente, con los ojos fruncidos en concentración mientras la pequeña princesa títere caía de rodillas, suplicando en silencio con el ninja. "Una afectación, como ambos sabemos. Llamo a todos mis tutores sensei".

"Solo a sus caras, como ambos sabemos ", respondió él, ganándose una sonrisa.

"Pero va a tener que ser más específico, mis días están llenos de tedio y todo lo que se podría llamar inusual, simplemente me veo como ... interesante." El títere principesco giró bruscamente lejos del ninja, arrojando su disfraz como una artimaña para escapar.

"Nuevas caras, cualquier chisme de la corte particularmente perturbador, personas que actúan fuera de lugar".

"Bueno", resopló, aún logrando que pareciera digno de alguna manera, "Si puedes descartar a mi padre. Esperaba que su pequeña fiesta de lástima después de que la horrible bestia de una mujer finalmente falleciera desapareciera hace meses. Como es , Estoy esperando que él vea a su último novio en cualquier momento. Debo haber subestimado lo enamorado que estaba con ese gorjeador, el cielo solo sabía por qué ". Ella lo miró de reojo mientras el ninja se agachaba en el suelo, pasando su pequeño kunai de un lado a otro entre las manos que deberían haber sido incapaces de un movimiento tan fino.