El Stand de besos. Parte 2

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Llevaba más de 20 minutos esperando, cuando supuestamente tenían que estar en el puesto hace media hora. Entendía completamente su necesidad de verse bien, pero aquello era el colmó, además no es cómo si necesitara demasiado para verse ver. En realidad no necesitaba nada para verse completamente genial o algo extra para resaltar su belleza.

- ¡Henry Hart! Si no sales de ahí en 3 segundos juro que buscó a Jasper y te dejo tirado- la morena empezó  aporrear la puerta de la habitación del rubio, con la intención de que su labor de arreglarse se acelere.

- ¡Estoy nervioso, no me pongas peor por favor!- respondió su mejor amigo al otro lado de la puerta completamente vestido y arreglado.

En realidad Henry ya estaba preparado incluso antes de que le enviara aquel mensaje a Charlotte, pidiendo que sea ella que lo pase buscar, debido a que su hermana se había llevado el auto y no tenía forma de pasar por ella y Jasper. Charlotte no dudo un segundo y fue a su casa enseguida, pues ya era tarde y su turno estaba por empezar, por lo que Charlotte le había pedido por favor, que si aún no estaba listo, se apresure. Y así es como llegaron a esa situació, su mente ideó un plan perfecto cuando la escuchó, para que su Charlotte no besé a nadie ni que nadie se le adelante a declararse ante ella, el plan era muy simple en realidad, constaba simplemente en dejar pasar el tiempo hasta que la morena pierda su turno, pero no iba tan genial como había querido que resultará. Pues Charlotte estaba completamente obsesionada con la puntualidad y que él la este retrasando de ese modo, no ayudaba para nada con el humor de perros que cargaba desde que vio aquel letrero por la tarde.

- ¡No jodas con eso Hart y sal de una vez!

- ¡Si me sigues presionando así jamas podre estar listo del todo!- el rubio retuvo una pequeña risa al escuchar a la rizada gruñir y golpear la puerta más fuerte, de repente el sonido se detuvo, pensó ingenuamente que la morena se había rendido y solo lo esperaría, de alguna forma el tenía que aprender a no subestimar a su mejor amiga.

- ¿Char?- preguntó apoyando su oreja contra la puerta- ¿De verdad me dejo?

Hablo solo el muchacho, el pasillo seguía en silenció a pesar del las incontables veces que el chico gritaba su nombre con tal de recibir respuestas, ya comenzando a inquietarse, volvió a hablar una última vez.

- ¡Charlotte!- abrió la puerta de golpe, para encontrarse con el pasillo totalmente vacío- ¿Char?

- ¡Que demonios haces Henry!

El chico soltó un pequeño grito y cayó al suelo asustado por la voz detrás de el, ella había entrado por la ventana.

- ¡Charlotte! No puedes entrar así a la habitación de un chico- se puso de pie, tratando de minimizar la vergüenza de su rostro- ¡¿Que hubiera pasado si estuviera desnudo?!

Ella se cruzó de brazo, rodando los ojos, notablemente enojada. El chico se dio la oportunidad de observarla mejor. Su maquillaje era sencillo, resaltaba sus bellos ojos oscuros, aquel gloss dejaban sus labios rojizos y apetecibles, tenía un top negro con agujeros que hacía lucir el sostén de encaje rosado que se abrazaba gentilmente a sus senos y costillas, encima de este una chaqueta de jean celeste, sus vaqueros con aberturas en las rodillas relucian sus tonificadas piernas, con unos zapatos negros cerrados de tacón bajo. El sintió como su boca se abría y se cerraba tal cual pez, tratando de encontrar las palabras para describir lo hermosa que se veía.

- ¿Ya terminaste?- preguntó todavía enojada.

- Te ves...genial Char.

Ella se ruborizo al instante, se acercó hasta que dar frente él y lo miró a los ojos, Henry se quedó sin aliento por un segundo, hasta que sintió como los dedos de la chica estiraban su nariz hacia abajo en forma de castigo.

Chenry/Jaele - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora