Fire meet gasoline

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Cuando la noche caía y la luna bañaba los rincones de su alcoba de luz azul, cuando el sonido de los grillos se convertía en la canción favorita de ambos para demostrar su amor, ese era el momento en que ambos se encontraban, cuando parecían una pareja perfecta y de cierta manera lo eran, con los mismos pecados y los mismos pensamientos, cuando Riele no buscaba a otro al caer la noche fria que no fuera el, por más que le doliera no podría buscar otra persona que no fuera Jace.

Esa noche llego con una tristeza desbordante de sus ojos, su padre había fallecido y el recurrió a los brazos de su mejor amiga y amante, fue a la chica con la se sentía el correcto. Sus pensamientos lo enloquecían cada vez más, ¿Como podría él seguir viviendo una vida que no sentía como suya? ¿Diciendo te amo a una mujer por la que no sentía nada? Rogando por que cada mañana despierte siendo aquel joven de diecisiete años, que amaba libremente a la chica de sus sueños y no estaba atado a la fuerza por un dinero que no lo enriquecía de ninguna forma, sino más bien que lentamente lo marchitaba. Jace vio en la muerte de su padre libertad, que por más que le doliera, esa era su realidad, ya no sentía aquella obligación de seguir rogando amar a quién no podía.

Riele lo abrazó con fuerza, ahogándose en el beso salado que le dio al abrir la puerta, como aquello que estaba tan mal, podría sentirse tan bien pensaba ella, cayendo una vez más en la necesidad de unirse a él, de sentirlo tan cerca que parecía quedarse sin respiración, como si se estuviera quemando en vida. El la tentaba a dar un mordisco a la vida sin tapujos, de soltarse, de amar y eso la asustaba, pero ella estaba segura de querer arder con el al menos esa noche, esta sera la última se decía, pues se iría tan lejos como pudiera después de eso. ¿Podría ella vivir sin él?.

Jaca pintaba con sus labios el cuerpo de Riele como si de un lienzo se tratase, amando con fuerza cada parte del ser de la morena, gozando cada gemido y suspiro que su boca cantaba, prometiéndole un mañana, que para Riele no existía, pero para el rubio si, era un nuevo comienzo, un nuevo amanecer. Un movimiento más y ambos soltaron el nombre del otro en la melodía más hermosa que solo los amantes del romance comprenderán.

- Huye conmigo- Jace soltó sin más observando a Riele como una obra de creada por el mismo Da vinci.

-¿Que?

- Ya no hay nadie que me detenga aquí, mi padre murió y con el mi obligación con mi esposa.

-¿Te estas escuchando Jace? ¿Como puedes decir eso? Tienes una vida aquí.

-Yo no tengo vida si tu no estas en ella.

Riele no daba a crédito a lo que escuchaba, las palabras que anhelaba escuchar hace tanto tiempo, cuando aun tenía con ella a la dulce juventud, cuando ella podía entregarle a él lo que necesitaba. Se sentía marchita de la espera, ¿Por qué el la querría de esa forma?

- No puedo Jace- se levanto de la cama envuelta en la sabana blanca- No tengo nada para darte, ha pasado tanto tiempo ¿No eres feliz con lo que tienes?

Ella sollozo y él rubio se acerco a ella y la giro.

- Tu eres lo que yo quiero, tu tienes todo lo que busco. He esperado este momento toda mi vida, no la dejare ir de mis manos ahora.

- Es una mala idea.

- Lo se, pero es lo que quiero ¿Te quedarás conmigo?

Riele sonrió con tristeza.

- Que irónico que tu digas mi frase- el rubio abrazo su cuerpo desnudó.

- No puedo vivir sin ti, quiero recuperar todo eso que nos pertenecía  y nos quitaron.

Ella se sentía viva otra vez, como si su juventud regresara a ella, ambos estaban dispuestos a pagar las consecuencias de amar con libertad. Ambos tenían justo lo que necesitaban al lado del otro. No podría negarse a su propuesta, el ni siquiera había querido tener hijos con aquella mujer que el consideraba desconocida, no había nada de por medio, nada más que un par de amantes en llamas por la libertad, pero ¿Y si el fuego se apaga? ¿Sera eso lo único que lo mantenía con ella?.

- Jace, no lo se..¿Y si no te das cuenta de que no me amas como piensas?- él soltó una risa.

- Debes estar loca para pensar eso, ¿De verdad piensas que arriesgaría mi vida entera si no te amara? Te amo más que a mi mismo Riele, lo hice a los diecisiete y lo sigo haciendo ahora con treinta.

Riele lo miró con los ojos llenos de amor.

- Entiendo, también te amo Jace.

Esa noche, cuando ambos terminaron de unirse incontables veces, ambos agarraron un poco de ropa y dinero de sus cuentas. Abandonaron todo lo que conocían y se fueron tan lejos hasta llegar a ese lugar, donde la libertad era su mejor amiga. Porqué cuando el fuego se encuentra con la gasolina, no hay ni una gota de agua lo suficiente fuerte que pueda con las brasas de desgarrador incendio, que comienza como una pequeña llama y se extiende a lo que es ahora. Un amor ardiente y que dura para siempre.

Chenry/Jaele - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora