Where do I belong? (Emison)

Capítulo 25

¡Hola a todos!

Intenté no demorar mucho con el capítulo así que aquí lo tienen.

Me emocioné un poco escribiendo este capítulo y más al final del capítulo que me ha llegado al corazón y espero que ustedes tengan esa misma conexión.

Gracias a todos por leer, por sus votos y sobretodo sus opiniones.

Siempre es de mucha ayuda saber lo que ustedes piensan de lo que sucede en la historia. 

Capítulo 25

Emily pov.

-No tienes porque hacer esto Emily... -decía mamá cuando terminaba de preparar su comida. –puedo hacerlo sola.

-Déjame mamá, necesitas que alguien te cuide. –dije sirviendo la pasta que a ella tanto le gustaba. –estoy aquí para ti, al igual que Toby. –sonreí un poco.

-No lo merezco. –dijo mirando abajo. –deberías estar con Alison. –me recordó. –Ella quería hablar contigo Em, si las cosas no habían terminado bien cuando se distanciaron pueden reescribir un inicio nuevo. –me aconsejaba.

-Quizá ella solo quería saber por qué no había ido por Aurora aquel día.

- ¿Quién es Aurora?

Vaya ahora sí que la había cagado, Toby no quería que mamá supiera que había adoptado a la niña y que ahora era abuela, no por ser malo, era solamente que quería que ella estuviera un poco más recuperada para poder presentarle a su nieta. –Emily, ¿piensas contestar? ¿Quién es Aurora?

-Está bien. –suspiré. –Te diré, pero soy mujer muerta después de esto, se suponía que debía ser una sorpresa. –la miré y mamá solo me daba una mirada de "dime ya mismo!" –Es tu nieta.

La emoción de mamá había sido una mezcla de todo sentimiento se podía decir, pero de lo que más podía hablar era del brillo en su mirada cuando sonreía y repetía una y otra vez "soy abuela" "tengo una nieta" con tal emoción que después de eso había decidido comer lo que le había preparado, había estado con la idea que su nieta debía verla sana y fuerte.

La noche estaba un poco fría pero no había nada que un abrigo no solucionara, no sabía porque cada que me sentía de la manera en que me sentía ahora que ni yo misma sé cómo nombrar terminaba en el mismo lugar, en la banca del parque que da al frente del café y del apartamento donde Alison vivía, desde que habíamos terminado definitivamente, había tenido la costumbre de venir y ver al frente y recordar lo que éramos, lo que yo era cuando estaba con ella.

Podía ver como prendía la luz siempre a la hora que ella acostumbraba irse a dormir, como siempre olvidaba algo y tenía que volver a salir de la cama y hacerlo porque de lo contrario estaría dando vueltas en la cama hasta que no lo hiciera.

-Como desearía que todo fuera como antes. –dije y cerré mis ojos mientras escondía mi cara entre mis manos.

-Así puede ser. –escuche la voz de Alison. –Hola. –me saludó sentándose junto a mí en la banca. - ¿podemos hablar?

-Hola. –fue lo único que había podido decir. La extrañaba demasiado. - ¿Qué haces fuera tan tarde?

-Vivo en frente, salí por helado. –dijo enseñando las bolsas en sus manos. –Debería ser yo quien pregunte ¿Qué haces aquí? –se acercó un poco más a mi lado. –es tarde. –repitió lo que había dicho yo hace unos minutos. –y las calles son solas en estos momentos.

-Es lo menos importante para mí. –suspiré. –Creo que ya no le tengo miedo a nada de lo que pueda pasar.

El silencio prolongado en el lugar cada vez se me hacía más incómodo, pero la verdad no sabía cómo seguir la conversación, o, mejor dicho; no sabía cómo iniciarla.