Capítulo 6

1.2K 62 0
                                    

Oh no. Dementores. Decenas, cientos de ellos. Ahora es cuando esperas que la llamada que hiciste al Ministerio: a) llegara y b) fuera escuchada.
Vale, _____, tenemos que hacer algo. Esta vez no van a ganar.
Vi que los dementores estaban asustando a la gente y grité
-TODO EL MUNDO ATRÁS.
Steve me miró cómo si estuviera loca cuando empecé a correr hacia ellos. Los atraje hacia mí. Me concentré en el recuerdo más feliz que tenía, cuando mi hermana Emma y yo habíamos ido con nuestros padres a España a pasar las vacaciones.

Habíamos llegado al aeropuerto de Madrid. Íbamos a estar unos días allí y luego iríamos a la playa a una ciudad llamada Cádiz.
Llegamos a la Puerta del Sol. Estábamos flipando en colores con el sol que había y con lo amigable que era todo el mundo. Como teníamos hambre paramos a comer en un restaurante de la Puerta. Vino una camarera muy simpática a tomar nuestro pedido. Como no sabíamos qué comer, le pedimos que nos recomendara comida española, "Typical Spanish". Ella no dudó y nos habló de la paella, un plato hecho con arroz, pollo y mariscos.
Pedimos una paellera para los cuatro y nos la comimos. Estaba súper rica, y no quise comer otra cosa en todo el viaje. Estuvimos dos días más en Madrid y sus alrededores, hasta que por fin nos fuimos a la playa.
El lugar donde estaba la playa, llamado Novo Sancti Petri, era precioso y muy acogedor. La playa tenía muchas olas, lo que a mí me encantaba, y los monitores del hotel eran muy majos.
Había un plato de espaguetis que estaba para chuparse los dedos y la paella estaba más rica que la de Madrid. Emma y yo íbamos a la playa todos los días con nuestros padres, por la mañana y por la tarde, y también nos gustaba mucho la piscina del hotel. Un día pusieron hinchables y toboganes y otro día hicimos spinning con nuestra madre.
Los espectáculos del hotel eran geniales y participamos en el de Peter Pan. Yo fui Wendy y Emma representó una sirena.
Fueron las mejores vacaciones de mi vida, todo fueron risas y buen rollo.

Concentrada en ese recuerdo, sentí una oleada de energía positiva envolverme y llegó el momento.
-EXPECTO PATRONUM -grité como si no hubiera un mañana.
Había cerrado los ojos para concentrarme más en el patronus. Cuando los abrí, vi un unicornio blanco azulado enorme salir de la punta de mi varita. Mantuve al unicornio en dirección a los dementores, que fueron ahuyentados. Por fin dejó de hacer este frío tan extraño, que solo podía ser obra de los dementores.
La gente estaba muy afectada, aún no podían creer lo que habían visto. Yo sonreía satisfecha, pero no esperaba lo que vendría a continuación.
-Um, ¿_____? -dijo Steve -. No quiero arruinarte la fiesta, pero vuelven.
-¿QUÉ?
Era cierto. Los dementores volvían. Cuando me estaba preparando para un segundo asalto, vi un gato blanquecino y casi grito. Solo conocía a una persona cuyo patronus fuera un gato.
En efecto, vi a Mallory Lancaster, mi mejor amiga de toda la vida, volando sobre su escoba. Detrás de ella aparecieron su hermana gemela, Diana, Emma Roy y Katie Davies. Ellas habían sido mis amigas de siempre, y tenerlas allí fue un como un chute de energía y positivismo. No estaba sola.
Mallory, Diana y Emma aterrizaron mientras Katie mantenía el patronus. Corrí hacia ellas, medio llorando y riendo histérica y me lancé a sus brazos.
-No puedo creerlo -sollocé feliz -. ¿Cómo es que habéis venido vosotras?
-Verás, _____ -dijo Diana-. Cuando el Ministerio recibió tu mensaje Mallo estaba de guardia, así que nos llamó y nos hemos aparecido aquí. Nadie sabe dónde estamos.
-Hola, _____ -Katie vino a unirse al abrazo. Yo seguía sin creérmelo.
-Chicas, he hecho un contaje del número de dementores -dijo Emma mirando la máquina-. Hay unos 500 dementores.
-¿CUÁNTOS? -gritó Mallo asustada.
-A ver, todo el mundo calma. Tenemos 5 patronus corpóreos, no veo qué puede salir mal.
Diana miró a Steve y me susurró.
-_____, ¿tu sexy amiguito es quién yo creo que es?
Suspiré. ¿También Diana pensaba que era sexy? No me bastaba solo con Emma, estaba claro.
-Larga historia, luego os la cuento. Ahora centrémonos en los patronus.
Las 5 hicimos un semicírculo. El plan era fusionar los patronus y hacer uno más grande. Teníamos las escobas listas para dirigir a los dementores fuera de Nueva York.
Cada una convocó su patronus. Había un unicornio, un gato, un perro, un caballo y un cisne. Nos acercamos cada vez más para intentar la fusión de los patronus. Lo habíamos hecho antes, pero no con 500 dementores al acecho, esto estaba claro.
Nos costó la vida y muchísima energía conseguir crear una fusión de patronus, que tomó la forma del patronus más fuerte de los 5, que, como era el de Mallory, se convirtió en un cisne gigante.
A mi señal montamos en las escobas y manteniendo el perro detrás de nosotras. Los dementores fueron a por nosotras, y volamos alejándonos de Nueva York. En cuanto salimos de la ciudad, atacamos a la horda de dementores con el patronus. Los dementores salieron dispersados alejándose de la ciudad. Solo entonces chocamos los cinco y volvimos a la ciudad.
Los 6 vengadores estaban mirando hacia arriba. Como las chicas y yo nos habíamos centrado en los dementores, no sabíamos qué más estaba pasando en la ciudad. Aún no entendía qué pasaba, así que fui a preguntar a Nat.
-Nat, ¿qué pasa?
-Mira allí -me indicó Nat y yo miré. Me llevé las manos a la boca. Tony Stark, sí, Iron Man, estaba dirigiendo un misil hacia lo que parecía un portal alienígena. Me quedé paralizada cuando Tony desapareció por el portal. Pasaron segundos y el portal se iba haciendo más pequeño, aunque aún quedaban criaturas en la Tierra, y Tony no volvía.
De repente oí un grito desgarrador.
-¡Mallory! ¡No! ¡Por favor, tú no! ¡No!
No podía respirar y estaba empezando a sentir los síntomas de un ataque de ansiedad. Diana estaba igual de angustiada y las dos corrimos hacia ella. Nat vino conmigo.
-Tranquilas, chicas. Respira y tiene pulso. La vamos a salvar.
Diana lloraba en mi hombro y yo la abrazaba, angustiada. Sabía perfectamente cómo se sentía.
De repente escuché la voz de Clint.
-Dios mío, chicos, ¡está cayendo!
Llevé a Diana con Katie y Emma y me acerqué a Clint. Vi a Tony caer y supe lo que tenía que hacer. Me desaparecí y aparecí en el lugar donde Tony iba a caer.
-ARESTO MOMENTUM -chillé y Tony descendió de velocidad de caída.
-LEVICORPUS -ahora yo controlaba la posición del cuerpo de Tony.
-LIBERACORPUS -deposité a Tony sobre el suelo y volvimos al lugar donde estaba el resto esperando.
Lo tumbé junto a Mallory y les pregunté a las chicas cómo estaba ésta última.
-Respira constantemente y sus constantes vitales son estables. Saldrá de esta, _____.
Suspiré aliviada y abracé a Diana. Ella sonreía a pesar de sus ojos rojos.
En este tiempo Tony despertó.
-Por Dios, Capipaleta, espero que no me fueras a hacer el boca a boca.
Me reí a carcajadas, junto con Clint y Nat. Steve nos miró mal y nos callamos.
Al fin subimos al Quinjet, donde Mallory estaría mejor atendida.
-No dudéis de Tony Stark. Va a salvar a Mallory. Ahora vamos a descansar.

We can be mended (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora