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Dos mundos,

dos personas.

Una respeta a la otra,

La otra exige el respeto que no da.

Dos mundos,

distintos el uno del otro.

Uno acepta,

el otro rechaza.

Uno se tiene que callar,

mientras que el otro puede criticar.

Injusto, tal vez

Pero es lo que hay, ¿No?

Eso es lo que dices.

Me exiges,

me rechazas,

me criticas,

¿Pero yo no puedo decir nada?

Estoy harta de dar lo que no recibo,

pero no puedo dejar de hacerlo.

Ojalá tu persona del otro mundo recibas lo que yo estoy recibiendo,

NADA.

16.La persona del

mundo marginado.

Mi nuevo, antiguo yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora