Pretty Man ~STONY~

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-Dije tres esquinas y a la derecha

-Es lo que hice

-No, fueron dos y derecha

Tony bufó colérico. Este plan se estaba arruinando cada vez más, las direcciones estaban mal él era un genio y sabía contar. Llevaban varios minutos que según el rubio daban vueltas. Estaba en su límite no quería seguir enojandose. Buscó donde estacionarse y tomarlo con calma.

-Si eres un experto, conduce

Era la mejor solución, podía disfrutar del paisaje y llegaría por fin a su destino. O eso quería, el delgado podía llevarlo a otro lado pero confiaba en su fuerza física, alta resistencia a fermonas y por supuesto conocimiento para romper bolas. Sonrió, le guiño un ojo y salió del auto para cambiar al copiloto.

Mientras tanto el rubio no esperó y se colocó al volante. Había pasado bastante tiempo que conducía un auto. Y éste era uno que siempre quiso probar, estaba ganando unos billetes y cumplir un sueño. Por supuesto si todo salía bien podría quedarse con unos 100 dólares por 1 hora. O eso le había aconsejado Bucky.

-En ese caso, seré su chófer y lo llevaré hasta su destino. Si quiere puede pagarme un extra mientras le indico las casas de los famosos.

Tony se acomodó en el asiento y lo miró con una ceja levantada.

-No necesito saber dónde quedan los 'famosos' ya sé dónde vivo

-Abroche su cinturón

-Bah no me digas lo obvio

Algo que le molestaba al castaño era que le ordenarán, conocía los riesgos de no usarlo aún así el rubio parecía querer darle una clase de seguridad vial.

-En vista que no quiere colocarlo, lo haré yo mismo.

Steve quitó su seguro y se acercó al asiento del castaño, está era su oportunidad si quería llegar a algo más. Demostrarle a ese joven que podía ser provocativo, o algo parecido. Tomó el cinturón y deslizó su mano por el pecho del contrario, intento desplegar fermonas para animar el ambiente. El castaño no respondió, al menos lo intento. Al terminar colocó su propio cinturón y dispuso a llevar al joven a la dirección.

El corazón de Tony daba un concierto, uno que el no había pagado por presenciar. Sería mentir decir que no sintió aquel calorcito en su estómago cuando el rubio estuvo cerca y el suave toque lo recorrió. Si antes la apariencia del hombre le hacia dudar en su casta, esas fermonas lo habían confirmado. Él no era propenso a caer en las intenciones de los alfas, pero está esencia dulce y ligeramente ácida lo saco de balance.

-Siempre quise conducir un auto como este, son rápidos y parece hechos para personas con buen tacto.

Steve intento suavizar el ambiente, no funcionó. Tal vez el castaño no era de los que acostumbraban en pagar por esa clase de servicios, solo fue casualidad que se detuviera en esa calle. Las fermonas que debían irradiar luego de su invitación, no llegaron y entiendo la indirecta. Adiós 100 dólares, ahora solo tendría unos cuantos billetes. El joven solo asentía mientras él continuaba una conversación que ni siquiera le apetecía tanto.

Resultó que estaban bastante cerca del hotel, Tony sabía que no podía estar tan equivocado al manejar. Lo que quería era salir de ese reducido espacio y meterse de lleno en el trabajo. El auto por fin se detuvo, un asistente del hotel llegó para tomar las llaves. Todo se produjo en silencio.

-Creo que me iré, ya vi que no quieres un tour por los famosos

-Cariño no necesito un 'tour'

El rubio torció una sonrisa y dio media vuelta hasta la parada de autobús.