4

2.3K 307 26
                                        

Tony despertó cerca de las 7 después de una noche intensa. Tal vez con un poco de dolor en su espalda pero era algo que tenía que sobrellevar por su trabajo. Después de una ducha pidió el desayuno, procedió a sentarse, disfrutar una taza de café y leer el periódico.

El teléfono del hotel sonó, aventuró que era Rodney lloriqueando por su auto.

/Hola

/Tony, ¿Mi auto? Sé que no conoces la ciudad ¿le hiciste algo malo? Tengo tu teléfono. Luego de veinte llamadas me di cuenta que no lo tenías.

/Buenos días, quiero confirmar algo contigo. ¿Hoy es la cena con Hammer?

/¿Mi auto? Si hoy es, es completamente necesaria tu presencia, también te mencioné que llevaras a alguien. Tal vez así puedan llegar a algo neutral o algo así. Solo quiero saber qué pasó con mi auto.

/Ok. Perdón por el auto

Y colgó, así su amigo sufriría más, sería un castigo por organizar esa tonta cena. Siguió bebiendo su café tranquilamente.

Steve despertó tan cálido y suave que había pasado por alto su rutina de levantarse a las 6. Abrió los ojos encontrándose en una enorme habitación lujosa y recordó la noche anterior. Aquel perfecto cuerpo estremeciéndose por las embestidas, creyó que no iba a aguantar las tres veces que el castaño lo incitó pero logró cumplir. Y ahora estaba jugando su suerte al quedarse más tiempo. Tenía que salir antes que la amabilidad del castaño se acabara y lo sacarán a patadas. Tomó su ropa y estuvo listo en minutos, salió titubeando a lo que le esperaba.

El castaño estaba en la mesa, perfectamente arreglado y bebiendo una taza humeante de café. Por fin reconoció el olor del Omega, aquel olor que lo había seducido, café amargo con un toque de chocolate. Tragó saliva y aventuró su suerte.

-Buenos días, me iré en unos minutos.

-Siéntate, pedí fruta y demás para ti.

Tony continuaba viendo su periódico, las cosas de anoche parecía que habían ido bien porque no lo sacaron. ¿Seguiría tentando la suerte? Por un rico desayuno, si. Tomó asiento bebiendo jugo de naranja, para reponer líquidos. Miró el plato con unas donas frente al castaño. Él se sirvió un poco de fruta y hot cakes, su estómago había gruñido levemente.

-¿Solo comerás eso?- Intento entablar una conversación leve para probar terreno.

-Por ahora, más tarde comeré en la oficina- Parecía que el castaño amaba las donas porque las comía con mucho gusto, de la misma forma que anoche cuando... Mejor dejó en paz a esos pensamientos.

-Bueno y ¿En qué trabajas?

El joven dejó sobre la mesa el periódico para mirarlo a los ojos.

-Trabajo en una compañía que desarrolla tecnología, Industrias Stark... Bueno soy el dueño e ingeniero a cargo del desarrollo.

Steve casi se atragantó con un trozo de fresa, reconocía ese apellido había imaginado que Tony era rico pero no al grado de millonario. Ahora le dejaba en claro que ese porte orgulloso no era solo por lo atractivo que era, el castaño era mucho más. Más de lo que se veía a simple vista o que su casta le determinaba.

-Eso es sorprendente, debes ser muy inteligente- Y lo decía con toda sinceridad incluso sonrió mostrando una mirada de reconocimiento.

El castaño que había escuchado tantos cumplidos antes sintió que ese comentario fue genuino y la sonrisa le encantó.

-Soy un genio- río coqueto, amaba demostrar quien era y lo importante que podía ser.

Comieron entre una sencilla plática sobre los proyectos en los que trabajaba. El castaño miró el reloj de su muñeca y se puso de pie, era momento de llevar las riendas de su empresa.

Pretty Man ~STONY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora