Pretty Man ~STONY~

11

Tony despertó demasiado temprano para su gusto. Tomó una rápida ducha y un ligero desayuno, no quiso despertar al rubio tan temprano pero debido a la cercanía al dormir, terminó por suceder. Compartieron una taza de café antes que tener que marcharse. Esa cercanía se sintió mil veces más cálida que un mes de su antigua relación. Para alivio de su cabeza, que pensaba de más, las turbaciones de ayer se habían esfumado. Hoy despertó cansado pero con ánimos de todo, todo que involucrará a Steve.

Llegó a la hora correcta para adelantar lo que estuviera a su alcance antes de hacer lo que había planeado. Alrededor de las 10 am cuando tomaba su segundo desayuno había terminado con todo el papeleo pendiente, incluso informó a Pepper y está última le aplaudió un poco en sarcasmo pero la intención era lo que contaba. Tomó su maletín, sin tantos papeles como antes cabe aclarar, y marchó hasta la secretaria del piso.

–¿Tiene listo todo?

–Por supuesto Sr. Stark, todo cuanto pidió está listo.

Sonrió en forma de agradecimiento, antes de por fin dirigirse al elevador. Su mala suerte del día lo llamó.

–¿Tony a dónde vas? Hammer vuelve a molestar con la venta de armas. Te necesito aquí tienes pendientes.

Su amigo Rodney lo había interceptado antes de llegar a la meta. Suspiró y a su pesar, aún guardaba cierta espinita por lo de ayer, respondió.

–Termine con mis pendientes y avisé a Pepper. A Hammer le he dado una respuesta, es más la misma respuesta muchas veces. Parte de tu trabajo es que no se salga del contrato. También le informé a Pepper que me tomaría el resto del día.

–¿Para qué?

–Creo que estoy lo suficientemente grande como para no informarte de mis asuntos personales, pero como amigo te digo que voy a una cita.– dio vuelta para encaminar de nuevo al ascensor.

–¿Con el acompañante o prostituto?– para el gusto de Tony el tono que uso fue demasiado denigrante. Se detuvo, respiró y sin mirar atrás continuo.

–Steve

–¿Qué?

–Es una persona con nombre y es Steve.– lo último que quería era pelear con su amigo pero no quería o podía escuchar que insultaran al rubio.

Subió al ascensor tratando de apaciguar el mal humor que había surgido. Sabía que pronto se iría por completo, su tarde sería grandiosa.

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Tony le había dicho que se vistiera de gala. No estaba seguro de lo que significaba pero Natasha lo ayudó gustosamente. Muchas personas lo estaban tratando amablemente creyó que ese tipo de lugares no eran para él pero estaba equivocado. El problema no era el lugar sino las personas. Sabía muy bien que los prejuicios existían en todos los lados y cualquier persona podía sorprenderlo. Internamente estaba agradecido por la fuerza mayor que le hizo conocer a Tony. Porque Tony era una hermosa sorpresa en su vida.

Con esos pensamientos se preparó, un traje color azul. Natasha le había dicho que existían muchas gamas del mismo y que habían distintos tipos y formas de traje. Tony le había elogiado porque combinaba con sus ojos y eso valía más que experimentar con trajes grises o negros.

Pensó en colocarse colonia, como algunas veces había pedido prestado del castaño. Pero hoy no era necesario, quería que el menor sintiera sus fermonas. Queria estar un poco más expuesto que lo normal. Incluso Tony que había dicho que usaba colonia para que Alfas no se le acercarán, como perros olfateando, había optado por no usar junto a él.

Hoy levantaría la barbilla y estaría orgullo de estar junto a Tony. Escucho la puerta abrirse y como lentamente una fragancia de café y chocolate se enredaba con la esencia de su cuerpo.