Pretty Man ~STONY~

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/Disculpe Sr. Steve alguien vino a verlo dice que usted lo espera ¿puede confirmar eso?

–Déjeme hablar con él.

El castaño de cabello largo veía con mala cara al hombre del parche. "Ya había dicho que me esperaba qué no es suficiente" bufó molesto.

–Aquí tiene.– el encargado le pasó al otro hombre el teléfono de la recepción del lobby.

/¿Steve?

/Bucky te habías tardado, ya informé que necesito reunirme contigo.

/¿Subo o...?

–Me permite recomendarle el área de piscina.

Bucky giró a encarar al hombre, cerca de su oído Steve le mencionaba lo mismo.

–Ok– contestó de mala gana a ambos. – Podía ser más amable.

Lo llevaron hasta el área que conducía a la piscina y dónde se encontraban mesas con sombrillas. Nunca había estado en un lugar tan lujoso y tampoco había pensado en llegar a estarlo.

Cerca de una salida se encontró con Steve, no podía confundir ese cabello. Aunque lucía completamente diferente, no solo era la ropa que era muy diferente a la que solía escoger, era la forma en la que estaba parado, como si encajara en ese lujoso lugar.

Steve lo vio llegar y caminó hasta su encuentro, ambos se abrazaron como los viejos amigos que eran.

–Bucky, aunque no lo creas te extrañé. – rompió el abrazo para mirar a los ojos de su amigo.

–Bah no te creo nada– pese a la confianza que parecía exhudar notó algo más. –Imagino que estuviste bastante ocupado, hueles un poco diferente.– olfateó un poco y percibió las notas de café combinadas con las típicas de pay.

–Ummm... Tony huele bien.

No supo que responder porque no había preguntado por ese tipo de explicación. –Llévame hasta la piscina y comemos algo.

Bucky pasó un brazo sobre los hombros de su amigo cómo salía hacer en la infancia, la diferencia de altura siempre parecía que lo estaba protegiendo. Caminaron hasta una mesa para sentarse y ordenar algo.

–Pide tú, acabo de comer

–Si me dijiste que olía bien– quizo tomarle el pelo a su amigo.

–¿Qué?– respondió Steve con una clara expresión de desconcierto.

"Lástima que fuera tan fácil y le quitara lo gracioso". Ordenó un buen desayuno con carne, huevos y diferentes cosas que le parecieron deliciosas.

–Yo invito– el rubio le sonrió.

–Veo que te fue bien entonces.

–Bueno quiero hablar contigo de eso...

El mesero regresó en el tiempo que Steve ponía en orden sus pensamientos. Acomodaron la comida frente al castaño y se retiraron. Bucky no perdió tiempo y comenzó a comer, su vista iba desde su tocino a su amigo que aún seguía buscando las palabras.

–Antes que eso, estás diferente. No lo digo por tu aroma– el rubio alzó la mirada hasta él –Tampoco tu ropa, aunque se te ve muy bien.–

Halagó el conjunto de pantalón de mezclilla negro un poco entubado, playera blanca y un suéter de manga de tres cuartos que parecía no ser de su talla. Tony le había explicado que así era la moda, ropa que te quedaba grande. –¿Entonces?

–Te veo mejor incluso feliz y antes que digas algo, lo se. Sé que no hubieras escogido este tipo de trabajo porque yo tampoco lo haría, quien culpa a alguien por escoger entre malas opciones. Pero cuéntame qué está pasando, te veo aunque feliz igual preocupado.– dejó por un momento sus cubiertos para poner atención.