Pretty Man ~STONY~

14

Tony desayunaba, café en boca y periódico en mano, como ya era costumbre estaba vestido con traje para ir a la oficina. El rubio con su pijama sentado a su lado comiendo frutas.

Steve notó que el castaño solo miraba fijamente el periódico y no leía realmente, algo le tenía absorto.

–¿Qué tanto piensas? ¿Trabajo?

–Si, mañana tengo que regresar a Nueva York y bueno hoy es el último día.

El rubio terminó de masticar su bocado, despacio casi más tiempo del necesario, solo para poder tragar esa revelación. Pensó que la mejor forma de responder era con los términos del contrato. –Para que me pagues– antes de hacer una mueca siguió comiendo.

–Steve me gustaría seguir viéndote– el menor dejó todo lo que ocupaba sus manos y poder concentrarse en el rubio.

Steve detuvo el tenedor que lograba distraer su mente de pensar en cosas innecesarias, intento ocultar su alegría pero solo se quedó en intento. –¿En serio?– sonrió como pocas veces hacía mostrando los dientes.

–En serio. Pensé en un nuevo departamento, celular por supuesto, un auto, incluso hablé con la tienda de ropa de la última vez y están dichosos de poder atenderte.– una pequeña sonrisa de satisfacción se dibujó en la cara del menor.

Steve escuchó cada palabra, dinero, cosas, auto, servicios. "Este tipo de relación quiere Tony, seguir pagandome." La ilusión que se le había formado al escuchar que quería seguirlo viendo se había amargado. Las fermonas que al inicio parecían ser de agrado amebazaban con demostrar la decepción que lo embargaba. Lo último que quería era verse expuesto y anhelando algo que no se le había ofrecido.

Bajó la mirada y humedecio los labios, no quería estar a la defensiva. –Pondras dinero en la cama cada vez que vengas o ¿harás transferencias bancarias para apartarme con anticipación?

Tony suspiró, sonaba mal cuando lo ponía de esa forma y no era lo que  pretendía decir –No es de esa forma.

–Entonces explícame porque solo parece ser de ese modo.

Steve tenía que despabilarse y se puso de pie, estiró las piernas y caminó hasta el balcón. Respiró el aire fresco para calmarse y hacer que sus fermonas de reproche se disiparan un poco.

–¿Steve que quieres?

El menor le había seguido quedando algunos pasos detrás suyo. "¿Que quiero? Ni yo estoy del todo seguro" Se rascó la cabeza pensativo, quería muchas cosas con el castaño pero unilateral jamás funcionaría. Sin querer comenzó a hablar.

–Cuando descubrí que era Alfa lo primero que pensé fue que existe alguien especial para mí. Fuera de destino y almas gemelas que suenan demasiado a fantasía, había alguien que se uniría a mí de una forma física, emocional y hormonal. Eso sonaba tan hermoso, la perfección de una pareja.– suspiró porque la palabra 'perfeccion' era pesada en su boca. Dudoso continuó con la explicación que intentaba hacerle llegar al castaño. –No tuve una familia muy unida y la ilusión de formar una se arraigó en mi. Luego me di cuenta que no funcionaba así de fácil. Ser Alfa era solo la mitad y no tenía con que completarlo.– apretó las manos en puños y luego las soltó. –Muchos Omega solo me miraban con lástima y jamás he querido eso en nadie. Incluso descarté la posibilidad de Omega pero luego empecé este trabajo por necesidad y se convirtió en otro obstáculo para la vida que quería. Aún así mientras imaginaba la realidad alterna en la que fuera posible, nunca soñé que me dijeran 'Ven te pongo departamento o lo prefieres en efectivo'. Mi sueño convertido en extensión de la vida que nunca quise.– giró para encarar al menor, después de esas palabras no sabía exactamente que esperar pero quería un indicio que había sido lo correcto.