❝THE BEGGINING❞ ˢᵗʳᵃᶰᵍᵉʳ ᵗʰᶤᶰᵍˢ

⇢05

Estaba cenando, y como ya era una costumbre, el silencio reinaba entre las cuatro paredes.

Los amigos de mi hermano nos acompañaban. Y yo, con pocas ganas, estaba comiendo la gran cena de mi madre.

—¿Sabe mal mi pastel de carne? —la voz de mi mamá me hizo salir de mis pensamientos.

—Oh, no, es que me comí dos sandwiches en el almuerzo —contestó Dustin—, no sé porqué.

Lucas sonrió —Yo igual.

Podía notar su sonrisa incómoda, así que decidí intervenir.

—Esta delicioso, mamá —le dije con una sonrisa.

—Gracias, linda.

—Mamá —mi hermana comenzó a hablar—, habrá una reunión especial esta noche, por lo de Will, en el campo de la escuela. Barb me llevará.

—¿Por qué me estoy enterando ahora? —pregunto mi madre.

Nancy la miro con los ojos levemente abiertos —Pensé que sabías.

—Ya te dije que no quiero que salgas de noche hasta que Will aparezca.

—Ya sé, pero será muy raro si no voy —murmuro—. Es decir, todo el mundo irá.

—Solo... —suspiro—. Tu hermana te acompañará, las quiero a ambas a las diez.

Nancy me miro de reojo, pero asintió rápidamente.

—¿Por qué no llevan a los niños? —pregunto.

—¡No! —contestaron rápidamente los tres, mientras negaban repetidas veces.

—¿No creen que deberían ir? ¿Por Will?

Mike se ahogó con su vaso de leche, y yo lo observé confundida.

Miré a mi mamá y por poco copio la acción de mi hermano.

Ce estaba bajando las escaleras.

Dustin golpeó la mesa y mi madre lo miro alarmada.

—Lo siento —se disculpo—. Un reflejo.

Todos lo miraron confundidos, pero yo sabía que solo había hecho eso para llamar la atención de mi mamá.

—¿Qué? —pregunto Lucas desorientado.

Pude ver la cara asustada de Holly y comencé a hablarle.

—Fue solo un ruido fuerte, hermosa —la calmé.

—Que lindo —habló mi hermana irónica, mientras miraba a Dustin.

[...]

Bajé las escaleras mientras acomodaba de mala gana mi camiseta.

Odiaba acompañar a mi hermana, más sabiendo que no iríamos a esa reunión por Will, sino que a una reunión para que ella pueda ver a su estúpido novio.

La bocina sonó, anunciando que Barb ya había llegado.

Nancy paso por mi lado y volteó a mirarme.

—Vamos —me apuró.

Salimos de casa, y en cuanto subí al auto de la amiga de mi hermana, la saludé.

En el camino, Nancy hizo que detuviera el auto.

—¡Detente! —ordenó.

Ella rápidamente lo hizo y se giró a mirar a mi hermana.

—¿Qué hacemos aquí? Su casa está a tres cuadras.

Yo iba en la parte trasera del auto, solo escuchando su conversación y mirando a través de la ventanilla.

—No podemos estacionarnos en su entrada —contestó.

—¿Es en serio? —solté una risa seca.

Mi hermana me miró —Nos podrían ver los vecinos —habló concentrada en pintarse sus labios.

—Que tontería.

—Solo te iré a dejar y... —comenzó a decir Barb.

—Tranquila, Barb. Por favor —la miro suplicante—. Prometiste que vendrías. Vendrás y la pasarás muy bien.

—Lo dudo, básicamente la obligaste a venir con la excusa de que son mejores amigas, que se apoyan y... Ah sí, que si Barb o yo no te hubiésemos acompañado estarías encerrada en tu habitación.

—Tu cállate, Helena.

—No me callaré. Él solo quiere acostarse contigo.

—Claro que no.

—Nance, en serio — intervino Barb—. Te invito a su casa. Sus padres no están. Por favor, no eres tonta.

—Tommy y Carol estarán ahí.

—Tommy y Carol empezaron a tener relaciones a los trece años —murmure—. Seguro será una gran orgía.

—Que asco.

—¡Lena tiene razón! —me apoyo Barb.

—Esta bien. Serán como mis guardianas, ¿Si? —dijo mientras se quitaba su suéter.

—Eh, obviamente no —hablé obvia.

—Vamos, se asegurarán que no ande borracha o haga una tontería.

Ambas nos quedamos en silencio, por lo que mi hermana habrá tomado eso como un si.

—¿Es un sostén nuevo?—pregunto Barb divertida.

Yo solté una risa al ver como Nancy se hacía la tonta y lo negaba.

[...]

Toque el timbre repetidas veces, y mi hermana golpeó mi mano para que dejara de hacerlo.

—Barb, relájate —murmure al verla nerviosa.

—Estoy calmada —contestó.

La puerta se abrió, y Steve apareció sonriente.

—Hola, chicas —habló animado.

Yo lo empuje y entre a la casa.

—¿Dónde está la cerveza?