La noche siguiente, las cosas eran distintas; Kevin y Pepe estaban enfrascados con sus trabajos asi que Alan era el unico que tenia la tarde libre.
Después de terminar su turno de mesero decidió dirigirse a su apartamento, fue caminando en lugar de irse en autobus o de tomar un taxi.
En el camino, se puso a pensar en lo que Kevin le había dicho la noche anterior, algo era cierto, nunca le habían llamado demasiado la atención las chicas y todos aquellos temas, por supuesto no era algo anormal pues estaba enfocado a sus estudios; pero ¿y ahora? Su nueva "novia" no le parecía suficiente, no lo hacia sentir bien. Se puso a pensar en tantas cosas que habían cambiado con el tiempo, aunque también la fresca brisa nocturna le pegaba en el rostro haciendolo recapacitar en lo mucho que disfrutaba esos momentos con sus amigos, simple y sencillamente al estar con ellos se sentía pleno y feliz "¿es acaso ese el ideal del ser humano? ¿sentirse pleno y feliz?" Pensó.
Se cerró más el cuello de la chaqueta para protegerse el pecho del frío, el camino a casa era largo y justo en ese momento se topó con una piedra en el camino; vio venir a Anna caminando indiferentemente hacia él, llorando y con el maquillaje corrido. Traía puesto un vestido rojo como para ir de picnic en un dia de verano y unos zapatos de tacón negros, se veía bastante bien a pesar de que su rostro reflejara una profunda depresión.
Alan se le acercó con cautela y dijo
-Anna... ¿estás bien?
-oh porfavor- replicó ella en un tono no muy agradable, y continuó diciendo- tu mejor nadie sabe lo que pasó.
-lo siento... ven a mi casa, la tuya queda muy lejos y la noche es muy fría. Ahi te pedire un taxi para que te lleve a casa ¿si?
-ya dejame en paz Alan, ni siquiera quiero ir a mi casa... ahí todo me recuerda a Pepe...
-entonces ¿a donde quieres ir?- Anna ignoró la pregunta de Alan y siguió caminando a la vez que se sobaba los brazos por el frío y que se limpiaba las lagrimas de los ojos.
Alan prefirió dejarla en paz, si algo había aprendido de las mujeres era que nunca debías forcejear con ellas porque no importaba que hicieras, igual no cederian.
Siguió caminando hasta el bloque departamental en que vivía. Subió al tercer piso y se tiró sobre la cama mirando al techo. Con un boligrafo marcó el dia en su calendario, se sentía exhausto incluso aunque no hubiera sido un dia pesado.
Se sentó en el borde de su cama y empezó a tocar la guitarra, o al menos pedazos de canciones que resultaban muy nostalgicas para el. Cómo deseaba verse en un escenario, con su guitarra, interpretando canciones que la gente canturreara y sobretodo viviendo como siempre lo había querido.
Su improvisada interpretación fue interrumpida por el sonido de los golpes contra la puerta, Alan supusó que era el rentero asi que tomó un sobre con dinero que se encontraba encima del estante y se dirigió a la puerta. Pero cual fue su sorpresa al encontrarse cara a cara con Anna, ya no estaba llorando pero traía el rimmel corrido por las mejillas.
-oh Anna... no esperaba que vinieras. Pasa porfavor.- Anna cruzó la puerta y dijo mientras Alan iba a la cocina a poner agua a hervir para beber té.
-lindo departamento. Siempre me ha gustado.- él volvió con dos tazas humeantes de té verde y le ofreció una a la muchacha. Se sentaron en la sala (dos sillones formando escuadra), uno en cada sillon.
Ante el silencio tan incomodo al que estaban sometidos, Alan preguntó
-y... ¿cómo estás?
-sabes perfectamente como estoy Alan. Me siento destrozada... triste... abandonada... no fue justo lo que me hizo Pepe ¿o sí?- la voz se le quebró al decir el nombre de Pepe. Alan dio un sorbo de su taza y respondió
-supongo que no. ¿Qué puedo decirte Anna?
-Pepe dijo que en su corazón solo había lugar para sí mismo, ¿puedes creerlo? Siempre fue algo egolatra, arrogante y frío, pero jamás hubiera imaginado que era... narcisista.- el chico estuvo a punto de atragantarse al escuchar la palabra.
¿Narcisista? Seguro que Anna no hablaba enserio, no había posibilidad de que José fuera narcisista... por supuesto era un poco egolatra como bien había dicho ella, pero incluso podría decirse que estaba justificado, es decir, era un excelente abogado para ser tan joven y con tan poca trayectoria, pero ¿narcisista?
Se quedo callado esperando por si ella se decidia a continuar.
Anna dejo la taza de té sobre la mesa del centro y agregó con una extraña sonrisa en su rostro
-por otro lado... ya nada ni nadie se puede interponer a lo nuestro.
-¿qué?- preguntó Alan mientras se retiraba, Anna se acercó un poco más y dijo
-oh vamos, no creerás que olvide lo nuestro ¿o si?
-no Anna, no entiendes... lo nuestro fue una grave confusión, una cosa de una sola noche en que ninguno de los dos estabamos conscientes de lo que hacíamos.
-¿qué más da si estabas consciente o no? Lo importante es que lo recuerdes.
-no, las cosas son distintas ahora que puedo decidir coherentemente mis acciones sin estar ebrio, ya tengo la capacidad de advertir que esto no es correcto. Lo siento, pero Pepe es mi amigo y no lo puedo defraudar.
-¿amigo?- exclamó Anna burlonamente- no me hagas reir, hace años que no se hablan.
Alan suspiró con pesadez
-Anna...- la sonrisa en su rostro se esfumo como polvo, empezó a susurrar repetidamente
-no... no...
-Anna, porfavor permiteme explicarte...
-¡No! ¡No! ¡no!- se tiró sobre el sillón a llorar descontroladamente. El trataba de hablarle pero ella siempre lo interrumpía mientras se tapaba los oídos como esquizofrenica
-escuchame Anna...
-¡no! ¡Me niego a escucharlo!
-es que...
-¡no!
-yo...
-¡no voy a escucharte!- Alan le sostuvo las muñecas y le gritó bruscamente
-¡yo no siento nada por tí!- la mirada de Anna pareció perderse en la nada, lo cual le erizó la piel a Alan; ella lo empujo y salió corriendo hacia el gran ventanal totalmente decidida a saltar. El le gritó
-¡Anna, no!- ya era tarde. El vidrio se hizo pedazos dejandose caer hasta la calle con todo y el cuerpo inconsciente de Anna.
Alan bajo corriendo las escaleras mientras llamaba a emergencias desde su celular.
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Pensamientos inconscientes
RomanceMás que inconscientes, son pensamientos que Pepe, Alan, Anna y Kevin intentan rechazar indiferentemente, voces que surgen desde lo mas profundo y oscuro de sus pensamientos, voces que los llevaran a situaciones extremas que desenmascararan a todos y...