<ruido de un reloj despertador...>
-Rayos otra vez ese reloj...- dijo Amirah murmurando mientras hacia un esfuerzo por mantenerse despierta... pero le gustara o no, debía hacerlo. Su trabajo era algo estresante, aunque no podía quejarse pues aunque lo fuese a ella le encantaba. Se levantó de la cama dispuesta a darse una ducha y a prepararse, seguida de su peludo amigo Alex un cachorro de Golden Retriever al cual había encontrado abandonado en la calle y decidió cuidarlo desde el primer instante en que lo vió.
Amirah era una joven escritora de tan solo 24 años, muy reconocida por todos a su edad. Pero la joven, había sufrido en muchos aspectos, aún así trabajó muy duro e hizo todos los sacrificios necesarios para llegar a cumplir su sueño.
Después de arreglarse, bajó a la cocina a prepararse su desayuno y a dar de comer al pequeño Alex.
Todos los días iban en el auto en dirección a la editorial para la cual trabajaba, para ayudar en todo lo que pudiera a sus colegas y editores, mientras que otras veces era porque tenía reuniones de trabajo. Todos la saludaban con mucho respeto, pues su sonrisa, energías y el amor por su trabajo animaban a cualquiera que la viera luchando día tras día.
La mañana habia pasado demasiado rapido, mas de lo habitual. Pues se la habia pasado yendo de aqui para allá para devolver ó recoger manuscritos... a veces el trabajo podía ser por demás de tedioso y abrumador para cualquiera y el mal humor del responsable del departamento creativo, los jefes de edición y de los encargados del departamento de ventas no ayudaban en nada.
-pueden por favor calmarse un poco?- dijo intentando no levantar demasiado la voz -ya hablé con los encargados de la imprenta y los convencí de que les dieran mas plazo de lo habitual...- aquella ruidosa discusión se debía a que el personal del área de literatura no tenia el tiempo suficiente para entregar el próximo trabajo a tiempo pues la escritora habia caido enferma -que dijiste?- cuestionó la jefa del equipo de redacción. -lo que escuchó señorita... conozco bien a los del equipo de la imprenta, asi que no me lo negaron, pero dijeron que si o si deben cumplir con su palabra de entregarlo en el plazo acordado, o que no volverían a ayudarles de nuevo...- mencioné de lo mas tranquila... -asi que pueden estar tranquilos, tienen casi un mes a partir de hoy...-
-por Dios, como podemos agradecerte? Haces tanto por todos y cada uno de los departamentos. Como es que nunca estas agotada?-
-bueno, en realidad es por el amor a mi trabajo que siempre tengo ganas de salir adelante...- dijo con una sonrisa en su rostro...
-te lo agradecemos muchísimo!-
-no hay porque, sigan con su trabajo y espero que el libro sea un éxito- comentó para luego retirarse.
La jornada había concluido. Amirah se dispuso a regresar a casa junto a su perro. El camino a casa era bastante tranquilo por la noche y un poco de música siempre venía bien para disfrutar el viaje.-
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Un corazón con marcas...
Genç KurguElla ha sufrido demasiado a lo largo de su juventud, confiar demasiado ya no era una opción, y poco a poco dejó de creer en el amor mutuo entre parejas.