MY DEMONS ━━ vergil sparda

c u a t r o

  A lo lejos se mantenía un joven de cabellos albinos el cual se dedicaba a observar tus movimientos con curiosidad, ahora mismo estabas asesinado a los demonios que él mismo despertó con ayuda de su compañero. Cada movimiento que ejercías era totalmente invisible para cualquier ojo humano, así que el frunció un poco el entrecejo ya que en ese momento se percató de que no eras una humana.

— Parece que tenemos otra invitada sorpresa— aseguró él mas joven en un tono serio, observando desde lo alto de la torre.

— ¿Ah sí?— expresó el mayor, expresando intriga al igual que el joven.

  El mayor se acercó hacia donde se encontraba el de cabellos albinos, encontrandote con unos demonios que rápidamente habían sido detenidos por tu espada quién no les dejó dar un paso más. Una ligera sonrisa atacó los labios del mayor, quién por tus características logró reconocer ciertas cosas.

— Es una mujer— aseguró el joven de garbandina color azul, él mantenía una mirada que expresaba completa seriedad.

— Entonces será mejor que le pidamos que se vaya— agregó el hombre— ¿No es lo que quieres?— cuestionó hacia el joven.

  Sus planes no podían ser interrumpidos por estás jovenes que se habían integrado a la torre, el mayor de nombre Arkham, sabía que esto le ayudaría ya sea para bien o para mal. Solo que de alguna manera tampoco esperaba que una de ellas, siendo una humana, logrará infiltrarse con los demonios para intentar buscarlo.

  Ahora mismo tenía muchas cosas que planear, si es que quería conseguir la victoria a toda costa.

— Va a estallar una tormenta— anunció el mayor, refiriéndose al estado del clima y dejando completamente solo al albino, quién solo se dedicó a observarlo de reojo.

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— Estúpido demonio— pronunciaste con desagrado, después de que uno de ellos había exparcido su sangre sobre tu vestimenta.

  Comenzaste a seguir tu camino observando aquella sangre que se encontraba en todo tu vestuario. Una vez que lo tomaste entre tus dedos, te percataste que aquella sustancia te provocó cierto ardor entre ellos, generando que de un sólo movimiento te quitarás la sudadera con la que habías estado teniendo tus enfrentamientos contra los demonios.

  A decir verdad se te dificultaba un poco no tener tu vestimenta de trabajos especiales, aquella oleada de demonios te había tomado por sorpresa por lo que no te había dado tiempo para vestirte con tu vestimenta para estos trabajos. Y ahora era un poco difícil tener aquella vestimenta debido a lo que había ocurrido con tu hogar.

  Comenzaste a avanzar con completa impaciencia provocando que tus pasos fueran acelerados, querías buscar al culpable de toda esa masacre y la persona encargada de despertar a los demonios, lo más rápido posible.

  Cuando creías que todo estaba seguro, un olor peculiar te había llamado la atención por completo pero, lamentablemente no te habías percatado a tiempo ya que sentiste como es que algo filoso atravesó tu mejilla izquierda, sabías que aquella persona lo había hecho pero con otro tipo de intención.

— Genial— murmuras, cuando colocaste tus dedos sobre aquella herida.

  Cuando diste media vuelta, tus manos se movieron en donde se encontraban tus armas de fuego tomándolas de un solo movimiento. Definitivamente sabías que aquella persona solo había llamado tu atención, ya que no podría asesinarte con una simple navaja.

  Tus orbes color ámbar observaron a tus alrededores, apuntando tus armas en cada movimiento.

— Así que (T/N)— aquella voz provenía de alguien que se encontraba detrás de ti.

— ¿Quién pregunta?— giraste en un movimiento rápido, disparando en aquella dirección, pero no había nadie allí.

— Una híbrida— de nuevo lograste escuchar aquella voz, así que giraste de nuevo tu cuerpo en donde provenía.

  Tus ojos finalmente lograron encontrar a la persona culpable de aquella voz, se trataba de un hombre alto de piel pálida pero en la parte izquierda de su calva cabeza se encontraba una enorme cicatriz, sus ojos parecían tener heterocromía y su vestimenta era completamente negra, sin ningun tipo de color claro.

— ¿Quién demonios eres tú?— le preguntaste con firmeza— ¿Y cómo es que sabes mi nombre?

— Hay más cosas importantes que la presentación ¿No te parece?— cuestionó el hombre con una pequeña curvatura en sus labios.

— Responde— exigiste.

— ¿Quién pensaría que la hija del demonio Neflyte tendría ese carácter?— el aire había abandonado tus pulmones cuando el pronunció aquellas palabras.

— ¡Contesta de una puta vez!

  ¿Quién era Neflyte? ¿Y por qué la persona frente a ti, decía que tú eras su hija?

— ¿Nadie te enseñó nada acerca de los modales?— preguntó con burla.

— ¡Jodete!

  Comenzaste a disparar en dirección hacia donde estaba aquel hombre, a decir verdad te importaba demasiado lo que había dicho ya que no sabías quién era Neflyte, asi que sabías que él no era un simple humano por aquella velocidad sobrehumana, por lo tanto creías que evadió los disparos.

  Pero ya no estaba en el lugar.

— ¿Qué acaba de suceder?— cuestionaste en voz baja, observando a tus alrededores con confusión.

  Ahora mismo quizás la figura de tu padre ya tenía un nombre y ese sería Neflyte, quizás si encontrabas a aquella persona que te dio esa pequeña información podría contarte más acerca de tus orígenes.

  Así que habías decidido seguir adelante, quizás está era una trampa, quizás el enemigo ya te conocía y ya sabía por dónde atacar.

  Pero no tenías otra opción.

  Querías descubrir quiénes fueron tus padres, algo de ellos aunque sea la mínima información acerca de dónde provenían y porque te dejaron en aquel orfanato cuando solo eras una bebé.

  Tomaste tus armas de fuego en un porta armas que se encontraba en tu cadera, tendrías cuidado si nuevamente aquel hombre aparecía.

  Mientras tanto aquella persona sonrió de manera triunfadora, sabía exactamente como llamar tu atención ya que desde hace varios años había estado en contacto con tu compañero. Su plan es llevarte directo a la torre Temen-ni-gru para que fueras una parte esencial de su plan.