MY DEMONS ━━ vergil sparda

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  Dante al igual que tú, tenían el poder de la regeneración rápida pero, al ser atacado por un arma demoníaca lo más probable es que su proceso tardaría más como el de un humano, lamentablemente no tenías tiempo para esperar debido a que Dante estaba perdiendo mucha sangre y al ser mitad humano, lo colocaba en una situación crítica. Después de que tus poderes finalmente lograron cerrar por completo la herida de Dante, te habías percatado de que él comenzó a intentar levantarse por sí mismo.

— ¿Cómo te sientes Dante?— le preguntaste una vez que lo ayudaste a recuperar la postura.

— Tengo que detenerlo.. — formuló con un toque de preocupación, lo que llamo más tu atención.

— ¿Al lunático que tiene tu rostro?— comenzaste a observarlo con intriga, frunciste tus labios no sabías que estaba pasando y querías una explicación al respecto—. Necesito saber que es lo que está sucediendo Dante.

— Es algo complicado— formuló tomando su pecho y observando aquella parte de reojo, ya que fue en ese lugar donde anteriormente tenía incrustada una espada—. Él es mi hermano gemelo.

  Dante se había levantado del suelo para comenzar a buscar su espada con la mirada, por la expresión que él tenía en su rostro podrías deducir fácilmente que estaba sumamente frustrado con respecto a lo que acababa de suceder, tu tampoco te habías quedado atrás, debido a que no entendías cual fue la razón por la que su hermano y él, tenían una batalla a muerte.

  Una vez que Dante encontró su espada Rebelión, se había acercado hacia ella, apoyándola sobre sus hombros y comenzando a caminar, sabías que él no quería darte ninguna explicación al respecto, ya que evito el tema desde que despertó.

— Necesito más que solo eso— tu entrecejo se frunció, asimismo habías comenzado a seguir a Dante, quién te observó de reojo—. La situación es crítica la ciudad está en un enorme caos, acabo de ver a un demonio con tu rostro que al parecer te robó una joya y no se que diablos está sucediendo.

  Después de escuchar tus palabras Dante presionó su mandíbula, al parecer creía que todo lo que había sucedido fue solo su imaginación.

— Yo me tendré que encargar de esto, solo— Dante te había dado la espalda.

— Acabas de demostrarme lo contrario— te colocaste frente a él—. Las cosas a este punto ya no son tan fáciles y lo sabes, ahora mismo necesitas ayuda para que esto no termine en un caos.

  Dante frunció su rostro por un momento, sabía que después de todo tenías la razón y te debía una respuesta.

— Está bien— formuló después de fruncir sus labios—. Él tiene los amuletos que nos dio nuestra madre— resumió él de cabellos blancos, al menos habías esperado escuchar algo más que eso, para entender por completo la situación—. Estos amuletos abren una puerta al mundo demoníaco, y es allí donde Sparda tenía sellado todo su poder.

  La expresión en tu rostro había cambiado por completo y fue allí donde algo se había encendido en tu cabeza.

  Lo habías olvidado por completo.

  El padre de Dante era Sparda, un demonio legendario.

  Cuando eras más joven tenías mucho tiempo para investigar acerca de los diferentes tipos de seres sobrenaturales existentes, entre ellos los demonios. Existía mucha información acerca de ellos, así como también una leyenda acerca de un demonio llamado Sparda, quién se enamoró de una humana.

  Gracias a estos libros que Morrison te traía de vez en cuando, sabías que los demonios eran sumamente peligrosos.

  La leyenda no obtuvo un final feliz con respecto a esa pareja, así como también para el poder de Sparda el cual fue sellado en el inframundo. Desde hace tiempo sabías que el padre de Dante se llamaba Sparda, así que rápidamente lo habías relacionado con el demonio y ahora, entendías un poco del porque no quería hablar de su vida.