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  Habías pensado incluso que estabas cambiando en un laberinto, o eso es lo que habías deducido ya que aún no lograbas encontrar la salida y había estado observando la misma mancha de sangre en la pared por varios minutos. Querías encontrar el último piso porque sabías que probablemente allí se resolverían algunas de tus dudas, incluso las respuestas a las preguntas que no tenías.

  Simplemente no podrías negarte a ti misma que estabas haciendo un gran esfuerzo en lograr llegar a la siguiente prueba que la torre te haría, aunque por otra parte, algo en ti te había llamado la atención acerca del lugar en el que te encontrabas, esto es algo que según tú, habías desconocido durante este tiempo pero sabías que probablemente por esa razón Dante se encontraba allí.

  La torre en la que te encontrabas tenía el nombre de Temen-ni-gru, una torre de los demonios o al menos eso es algo que habías leído en una biblioteca antigua hace tiempo. La torre se relacionaba con el mismo Sparda, según tenías entendido el padre de Dante.

   Lo que te provocaba curiosidad es saber porque él no quería que te enterarás de eso.

  Encontraste una puerta la cual era diferente a las demás y fue allí donde te habías percatado de que habías encontrado una salida, cuando entraste por la puerta tu mirada comenzó a recorrer a los alrededores del lugar en el que te encontrabas y fue allí donde tu sorpresa aumento.

  Habías encontrado las siluetas de dos personas y por supuesto que reconocías a una de ellas, pero había un problema y es que ambos tenían el rostro idéntico.

  Tuviste un pequeño escalofrío en tu columna vertebral cuando una de aquellas presencias te había observado de reojo con su filosa mirada.

  Ambos parecían tener una conversación no muy amistosa y lo suponias debido a que ambos tenían la mirada fija sobre cada uno, cuando creíste ver a tu compañero este te había observado de una manera fría. Todo de él había cambiado por completo, su vestimenta la forma de sus cabellos e incluso su mirada, cuando observaste la otra presencia fue allí donde finalmente observaste a tu compañero de trabajo.

  Dante se encontraba allí con alguien que es sumamente idéntico a el, tanto como aspecto como mirada, en todo era idéntico.

  Cuando estabas por atacar el hombre de vestimentas azules lo había hecho primero, enviando un ataque hacia tu dirección con suma fuerza lo que provocó que recuperarás la postura. Habías logrado evadir su ataque gracias a tus espadas, las cuales habían hecho todo el trabajo.

— ¿Qué es lo que sucede aquí?— cuestionaste de manera sería, observando a los hombres que estaban casi a metros de distancia.

— ¿Quién demonios eres tú?— preguntó el hombre de vestimentas azules, quién estaba frente a Dante.

  El de vestimentas carmesí colocó su espalda frente a su doble, evitando que él se acercará hacia ti.

— Te dije que esto era personal, (T/N)— formuló una vez que la espalda de su enemigo chocó contra la de él, en un movimiento rápido.

— Y sabes que yo no obedezco órdenes de ti— agregaste con algo de burla.

  No tenías nada de miedo de enfrentarte a un demonio, nunca habías sentido miedo de enfrentarte a uno, aunque no tuvieras la capacidad de ganar. Además es para ayudar a uno de tus grandes amigos, por supuesto que lo harías y aunque la verdad es que no entendías que era lo que estaba sucediendo, no dudarías en atacar.

— ¿Tuviste que verte la necesidad de traer refuerzos Dante?— cuestionó aquel hombre de vestimentas azules, levantando su espada hacia Dante— ¿Acaso no piensas derrotarme por ti mismo?

— ¿Necesitas ayuda?— le preguntaste a tu amigo ignorando las palabras del hombre que se parecía a él, Dante simplemente rió.

— Si está situación no fuera familiar, aceptaría tu ayuda— afirmó Dante colocándose frente a ti, lo que provocó una enorme sorpresa sobre ti.

  Si él decía que se trataba de un asunto familiar quería decir que el hombre de vestimentas zafiro no era un demonio que copiaba las apariencias, sino su posible hermano, hermano gemelo, debido al enorme parecido que ambos tenían. Lo único que ambos no tenían idénticos eran las vestimentas y maneras de peinar sus cabellos, pero aún así el rostro seguía siendo el mismo.

— Yo estaré bien— agregó una vez que su hermano atacarlo—. Te veo después.

  Le diste un asentimiento.

  Y durante la conversación te habías percatado de que la puerta por la que habías entrado se encontraba abierta durante toda la conversación, lo que significaba que una enorme horta de demonios se acercarán hacia ustedes intentando distraerlos. Tus manos se acercaron hacia tus caderas en donde podrías encontrar tus cortas espadas letales, después de eso el aire del ambiente había cambiado por completo.

  Sabías que podría significar, que los demonios estarían lo bastante cerca del lugar y como los gemelos ahora tendrían su propia batalla, tu te habías encargado de terminar con cada uno de los demonios que se acercará.

  Aunque te causará cierta confusión entender cómo es que Dante estaba teniendo un enfrentamiento contra su única familia, debías de respetar la decisión y esperar a que la batalla terminará para escuchar una respuesta creíble de su parte. Dante anteriormente te había explicado ciertas partes de su vida, una de ellas era acerca de como es que su madre había muerto frente a él, algo que lo había marcado de por vida.

  Definitivamente eso fue algo realmente difícil de superar, aunque ambos tuvieron diferentes estilos de vida sabías que él también había tenido una infancia terrible.

— ¿Estás seguro de que no necesitas ayuda?— cuestionaste en voz alta, decapitando a uno de los demonios que comenzaban a acercarse.

— ¿Estas dudando de mí?— cuestionó el de cabellos blancos con una sonrisa burlona.

— Entonces es todo tuyo— murmuraste de la misma manera, estabas por acercarte hacia la entrada para acabar con los demonios que estaban acercándose aún más.

  De pronto unas enormes gotas de agua se habían hecho presentes en lo alto de la torre Temen-ni-gru, para la mala suerte para los demonios aquello no había impedido que te detuvieras. Simplemente estabas sintiendo como es que los híbridos mitad demonios detrás de ti, comenzaban a aumentar su fuerza para ser el vencedor de la batalla.

  Sabías que debías terminar con los demonios, para ayudar a tu amigo si es que la situación lo requería.

MY DEMONS ━━ vergil spardaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora