Capitulo 32

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Pov Anastasia:

Despierto a mitad de la noche por unas tremendas ganas de algo dulce, esto de los antojos tienen sus ventajas y desventajas, casi siempre las desventajas son para Christian, ya que el pobre tiene que salir a mitad de la noche a conseguir mi antojo, espero que esta vez no sea así.

Frunzo el ceño a no verlo a mi lado, voy al baño, pero tampoco esta ahí así que supongo que a de estar en la sala o en la cocina y efectivamente estaba ahí. Lo observo desde el marco de la puerta, solo lleva sus pantalones grises de dormir, su torso esta al descubierto dejándome admirar sus maravillosos bíceps y sus brazos tan fuerte, que llega a ser un milagro que no me rompa cada vez que me abraza. Me acerco a el lentamente y una vez que estoy cerca lo abrazo desde su espalada.

Mi frente apoyada en su espalda y mis manos acariciando su pecho suavemente, el ya no se tensa cuando lo toco, pero solo cuando yo lo toco. Si es otra persona se vuelve completamente loco.

-Creí que estabas durmiendo - Su voz áspera y ronca llega a mi oídos erizandome la piel, aún tiene ese efecto en mi

-Tengo antojo de algo dulce, pero ahora que te veo se me antojo otra cosa - Respondo mientras mis manos se deslizan por todo su torso hasta llegar a la cinturilla de su pantalón

-Estas metiéndote en zona peligroso - No puedo ver su rostro, pero se que esta sonriendo en este momento

-Me encanta el peligro - Solo esas  palabras bastaron, para que Christian se voltee y me bese de una manera desenfrenada.

De un movimiento me sienta en la encimera de la cocina, sus besos van de mis labios a mi cuello generándome gemidos y cosquilleos por toda mi piel, sus manos agarrando firmemente mis caderas, lo quiero aquí y ahora. 

-Voy a tomarte Anastasia, te deseo cómo un maldito loco y voy hacerte mía aquí y ahora - Sus palabras solo aumentan mis deseos de el.

El se arrodilla frente a mi levantando el vestido rosa de seda, que tenia de pijama, el vestido me llegaba un poco mas abajo de los muslo,  lo cual le hacia mas fácil y rápido su tarea a Christian, sonrió al ver como quita mis bragas de manera lenta, sin dejar de mirar mis ojos. Ya no me siento avergonzada con el, me siento segura de mi, de mi cuerpo porque se que el me desea, tanto cómo yo a el.

Sus dedos acarician esa parte intima de mi de manera delicada, mis gemidos se escuchan por todo la cocina, sus dedos se adentran en mi provocandome una ola de placer, mis manos aferrandose a la orilla de la encima buscando tratando de mantener el equilibrio.

-Quiero saborearte nena, voy a saborearte - No me da tiempo a reacciona, su lengua ya se encuentra haciendo maravillas ahí abajo.

Lo tomo de su cabello aferrándolo mas a mi, su lengua acariciándome suavemente siento que voy a explotar en cualquier momento, su lengua saboreandome y sus manos acariciando mis muslos erizandome la piel en el acto.

De un momento a otro ya no siento su lengua en mi, estaba a punto de reclamar, pero guardo silencio al ver cómo saca su miembro y poco a poco se va adentrando en mi. Se mueve de forma lenta y suave dentro de mi, poco a poco los sus movimientos son mas rápidos y duro, hasta el punto que me encuentro enterrando mis uñas en su espalda y mordiendo su hombro, tratando de detener los gritos de placer que amenazan con salir de mi.

Nuestro orgasmo llega haciéndonos explotar en un éxtasis de placer.

***

-¿Qué tienes? - Anoche luego de nuestra increíble ronda de sexo con Christian quede agotada y me dormí enseguida

Pero se que Christian no durmió en toda la noche, porque algo está rondando en su cabeza que lo está preocupando.

-Nada nena, cosas del trabajo - El me sonríe para tranquilizarme, pero no le resultó.

-Ya suena cómo todo un adulto responsable, pero enserio te conozco y sé que algo te preocupa.

-Te prometo que no es nada, tú y el bebé son lo único que ronda mi mente. - Su respuesta me hace sonreír

-Lo dejaré pasar por ahora, ¿Ya te irás al trabajo? - Realmente parecemos un matrimonio y me encanta.

-Si nena, ¿Qué harás tú?

-Mia padres me invitaron a almorzar, ¿Te importa pasarme a dejar?. - Preguntó mientras lo ayudo con su corbata.

Realmente el con traje es una jodida tentación, debe de ser un pecado ser tan hermoso.

-Claro que no, cuando quieras solo llámame a iré por ti.

Camino a cada de mis padres estuvimos hablando del bebé, dijimos que no importa si es un niño o niña solo lo queremos sanó. Jamás pensé que esto sucedería en mi vida, estar enamorada y ser madre tan joven es algo que no me lo imaginé. Estoy aterrada, pero cada etapa junto a Christian y nuestro bebé hará que el miedo valga la pena.

-Gracias por traerme, espero que tengas un grandioso día en el trabajo, dale mis cariños a tu padre, adiós te amo - Beso sus labios y me bajo del auto

El sólo me sonríe y me guiña el ojo antes de poner en marcha el auto en irse, tomo las llaves que aún conservo de mi antigua casa y entró.

Mi madre apenas me ve me envuelve en unos de sus cálidos abrazos maternos, no voy a negar que la extraño, extraño nuestra conversaciones antes de irnos a dormir y extraño los pequeños, pero hermosos momentos que tengo con papá.

-Hola cariño, Dios nos haces tanta falta y esté bebé crece y crece - Ella acaricia mi panza con una enorme sonrisa.

-Mi pequeña princesa llegó - Papá llega a la sala con una enorme sonrisa.

Yo no dudó en correr a sus brazos, el me alza y me da vuelta por los aires cómo cuando era una niña.

- Estás hermosa, esperó que ese muchacho te trate cómo te lo mereces, porque sinó no me molestaría en agarrar mi escopeta y acabar con el.

-Ray por Dios, las cosas que dices. Ven cariño el almuerzo está listo, hice pasta a la boloñesa - Sonrió cómo una niña que le acaban de dar una paleta.

Mamá sabé que la pasta es mi comida favorita y en el embarazo se me antoja mucho más seguido.

-Y cuéntanos cariño, ¿Cómo has estado? - papá me sirve un poco de jugó de fresas mientras me hace esa pregunta.

-Bien, creo que al fin después de todo lo que ha pasado estoy bien - Ellos se miran el uno al otro con nervios y se que algo me ocultan.

-Cariño, hay algo que tenemos que hablar contigo. - Miro a mi madre con el ceño fruncido.

-¿Está todo bien? Me están asustando - Tengo un mal presentimiento, siento que después de esto algo cambiará para siempre.

-Antes que nada, quiero que sepas que eres mi hija y te amo con mi vida - Papá tiene lágrimas en sus ojos y eso solo aumenta mi preocupación.

-Me están asustando, ¿Qué pasa?. - Ellos simplemente se miran llenos de culpabilidad y de tristeza.

Por alguna razón me quiero ir de aquí, me siento asfixiada, me siento cómo una completa extraña.

-Llego la hora de que te enteres de toda la verdad cariño. - Papá dice esas palabras tan fríamente que me eriza la piel.

Siento su mano apretar fuertemente la mía hasta el punto de lastimarme.

-Papá mi mano, me duele - El me suelta de inmediato, pero la expresión fría de sus ojos sigue ahí.

-Ana hija, tú padre y yo tenemos que decirte algo, tenemos que decirte la verdad de todo.


Possessive(Christian Y Ana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora