Capítulo IX

443 56 2
                                    

Disfrutaba del café en la mañana luego de una pesada guardia en el hospital, la humeante taza nubló su campo de visión por unos segundos antes de que el cuerpo delgado de la señorita Tiffany se dibujara perfectamente a través del vapor. Sorbió sólo un poco del caliente líquido con una tranquilidad desquiciante, porque no tenía la intención de levantarse de su silla en la cafetería.

Y hubiera continuado firme de su decisión si no fuera porque esta rompió el silencio.

—Doctor Qian, lo necesitamos en sala de emergencias...

—¡¿Y ahora qué?! —hastiado dirigió una mirada escrutadora a la enfermera Hwang —olvídalo, que se haga cargo el doctor Cho. No pienso seguir cubriendolo...

—Es el familiar quien lo solicita a usted, el paciente de la sobredosis de pastillas... un compatriota suyo.

Un molesto tic en el ojo se manifestó, las alarmas dentro de su cabeza parecieron explotar y todo lo que había dicho en su anterioridad tomó el valor de nada. El presentimiento agitó su corazón, uno muy malo, corrió por el largo pasillo de emergencias hasta toparse con lo que más temía.

El joven de procedencia japonesa gritaba desconsolado, se tomaba de los cabellos y ejercía fuerza a quien osara acercarse a su pareja. Una posición sobreprotectora y contraproducente para un paciente de riesgo como Sicheng.

—No los quiero a ustedes ¡¡El doctor Qian, llamenlo!!—demandaba con voz gruesa y gastada por el esfuerzo.

Solo entonces cuando pudo verlo el japonés dejó de gritar y se aproximó hasta él. Lo primero que pensó en cuanto este se acercó fue en que su aventura de una noche habría sido descubierta, la imagen mental de perder su título que con tanto esfuerzo había obtenido lo llenaron de pánico, más pánico que el posible escándalo que se pudiera armar en los pasillos del hospital.

Increíblemente y para su suerte, el japonés sólo le imploró que salvará a su pareja quien yacía desmayado sobre una camilla.

—¡¡Es Sicheng, sálvelo!!

Con un movimiento de cabeza avisó a los enfermeros de trasladar el cuerpo del chino dentro al área de observación donde podía examinarlo con más detenimiento. Trató de mantener la calma, pero sus traicioneros nervios lo delataban.

Se dirigió sin pronunciar palabra alguna hasta que se cerraron las puertas. Jamás se involucraba tanto con un paciente, era la primera vez que le sucedía, y por algún extraño motivo tenía miedo de haber sido el causante del episodio que ahora era testigo.

...

La culpa lo estaba matando, su cabeza dolía y la conciencia pesaba en su pecho. Sus manos no dejaban de sudar, sus labios resecos no dejaban de susurrar el nombre de su amado. En su cabeza sólo había un culpable, y ese era el mismo; si no fuera por sus impulsos estúpidos jamás las cosas habrían llegado a tal extremo. Sus ojos empezaban a empañarse y la mirada acusadora del moreno lo estaban matando sin necesidad de ejercer contacto físico.

—Eres un hijo de perra.

Haechan golpeó el suelo de cerámica blanca con la zuela de su zapato, levantándose en el acto cuando el japonés rodó los ojos.

La tensión iba aumentando, el dolor de espalda y músculos también haciendo doloroso el querer respirar bajo la atenta mirada de los amigos cercanos de su pareja.

—Donghyuck calla, por favor.

Mark, ex pareja de Haechan, se interpuso en el camino del moreno y  el japonés. La fuerza y velocidad necesaria para agredir al contrincante fue retenida gracias al pecho del pálido. Pero entonces el golpe seco de una bofetada sorprendió a Nakamoto quien hasta entonces no tenía idea de la situación actual de la pareja.

—Tú no te metas Mark, — la piel pálida del rostro del canadiense se tornó en unos segundos de color rojizo—, es más, ni eres amigo de WinWin... No deberías estar aquí. — no contento el menor tiró del abrigo de Mark y entonces lo empujó con fuerza hasta hacerlo chocar con la pared blanca del pasillo.

—Donghyuck... No es el momento ni... —el moreno sin más desvío la vista del castaño, lo ignoró.

—Y tú —señaló con enojo —no puedes hacerte cargo de Sicheng, solo lo lastimas y destruyes. — las lágrimas lo traicionaron y cada una de ellas resbalaron por sus mejillas— ¿De verdad lo amas o es solo para satisfacer tu ego? ¿Cómo es posible que en menos de un año llegue a internarse dos veces?

...

Percibió el pulso una vez más, era débil pero no lo suficientemente bajo como para considerarlo en peligro, colocó personalmente los electrodos debido a que el paciente era cardiaco. Sus manos temblaron al instante que tomó el papel del electrocardiograma en busca de alteraciones.

Todo marchaba dentro de los rangos normales, tal parecía que el menor se habría desmayado. Su vida no corría peligro y eso lo tranquilizaba.

—Solo necesita descansar y evitar emociones fuertes. — su cabeza dolía, ¿y si Sicheng había peleado con su pareja por su culpa?... Esa idea lo atormentaba, después de todo no sonaba descabellado; el menor había salido de su casa en cuanto dió la luz del alba y no volvió a saber de él, puesto que no le contestó llamada alguna a su celular... hasta ahora.

El tiempo calzaba exacto y probablemente mientras él procuraba encontrar el paradero del menor, quizás este habría sido encarado o golpeado por su pareja. Sicheng tenía moretones, necesitaba el resto de la historia antes de levantar cargos.

—Doctor Qian—la joven enfermera llamó su atención —, el joven Nakamoto no dejaba que nadie del personal tocara de más a su pareja... lo quería a usted y por eso fui a buscarlo.

Nakamoto, así se llamaba.

Lo que menos quería era ver el rostro del japonés, algo de él no terminaba de convencerlo y por si fuera poco, el joven parecía ser el causante de cada episodio que empujaba la vida de Sicheng a la muerte.

Pasadas las horas de reposo, no pudo evitar que el pelinegro ingresara a la sala de observación y verlo, sobretodo, pedir perdón. Algo dentro de sí le gritaba, no están bien, algo en esa pareja no funcionaba, juraría que había toxicidad, no por nada el menor habría pasado la noche con él.

Una persona que ama no hace eso.

Continuará...

Lo siento si los decepciono, en el siguiente capítulo se explicará la historia de Renjun. Gracias por leer y tomarte tiempo de votar y comentar.

Only ONE (YuWin) TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora