Capítulo V

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Las manecillas del reloj pasaban los segundos hasta convertirse estos en minutos, y luego en horas; en fin, parecía burlarse de su persona. Su cabeza parecía querer explotar en cualquier instante, los ejercicios de respiración para el control de la ira que le enseñaron en terapia no estaban ayudando. Los números del reloj de pared cambiaban a la misma intensidad de las gotas de lluvia que golpeaban el cristal de su ventana: voy a volverme loco.

No lo soportaba más. Se negaba a compartir el mismo espacio con un infiel como SiCheng, se negaba a respirar el mismo aire; solo por hoy.

Agitado se revolvió entre las sábanas y sobre la cama, con la respiración irregular, dejó fluir su enojo. Era un alivio que ningún golpe fue dirigido hacia el cuerpo inconsciente del chino, era probable que de acuerdo a la fuerza de impacto la piel del menor terminaría con manchas violáceas. Insatisfecho, tomó entre sus manos las almohadas blancas y con estas mismas echas puños golpeó hasta deshacerse del relleno de plumas.

Todo esto transcurría al lado del cuerpo sin movimiento del menor.









Abandonó la habitación que compartía con SiCheng. Sin mirar atrás caminó hacia la puerta de madera, dió un último suspiro y giró la manija de bronce. Cerró la puerta con fuerza, y no volvería por un buen tiempo. ¿Por cuánto tiempo? eso estaba por verse.

Bajó los peldaños de sus enormes escaleras dirigiéndose al primer piso en busca del pequeño minibar que estaba localizado al lado de la cocina perfectamente equipada que no hace mas de dos meses había mandado a re-modelar por capricho del chino. Rabia es lo que sentía al recordar todo lo que había hecho con la única finalidad de conseguir su perdón pero ¿qué conseguía a cambio? Traición.

Necesitaba pensar y al lado del cuerpo desnudo de su chino favorito no lo iba a lograr. Necesitaba controlarse, porque ganas no le faltaron para golpearlo; no quería llenarse de odio y desquitarse con el cuerpo de alguien que no estaba en sus sentidos. Él sería incapaz de lastimar a WinWin, ¿cierto?

Quería creer que sí.

Cogió la botella de whisky de etiqueta negra que sus padres le mandaron como regalo por la nueva adquisición del terreno, sacó del pequeño refrigerador un contenedor de lata que contenía cubos de hielo. Usó dos de sus dedos para coger dos cubos de hielo y echarlos dentro del vaso e inmediatamente vertió el líquido amargo. Bebió rápido el primer trago, bebió el segundo sin respirar, y así continúo hasta perder la cuenta.









Las manos le escocían y los labios ardían por el contacto del alcohol que resbalaba debido a la brusquedad en cada sorbo; quería beber mucho para así lograr dejar de pensar que su pareja lo había engañado. No quería pensar más, no quería verse burlado por el rostro inocente de SiCheng, porque nadie se burlaba de él. Era un golpe bajo y doloroso para su orgullo.

Ya no pensaba con claridad, lo habían roto, así como él rompió miles de veces el corazón del chino. La vida da vueltas.

Cuando creyó estar satisfecho de alcohol y haber logrado el cometido de adormecer sus sentidos, fue entonces el momento que él consideró adecuado para descansar y tratar de ser atrapado por los brazos de Morfeo o caer en un coma etílico, en cualquiera de los casos, era mejor que enfrentar la realidad.

A duras penas pudo mantener el equilibrio y coordinación para lograr dirigir sus pasos hasta la sala donde lo esperaba unos cómodos sofás forrados de terciopelo verde oscuro; se dejó caer rendido en el suave sofá. Gimió de placer al sentir la suavidad del material, se acomodó mejor y entonces sus parpados pesaron a la vez que sus ojos no enfocaron algo con nitidez. Entonces dió por hecho que solo por hoy podría evitarse los pensamientos deprimentes y borrar, si su mente se compadecía de su miserable existencia, los recuerdos de un SiCheng drogado, ebrio e infiel.

Only ONE (YuWin) TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora