Capítulo VIII

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El dolor acaba de alojarse en lo más recóndito de mi cabeza, el mundo parece dar vueltas mientras una fuerza contraria toma de mis brazos y lanza fuerte al piso. Ni siquiera puedo reaccionar, no puedo hablar de la impresión, solo siento el calor recorrer todo mi cuerpo y acumularse en mi mejilla derecha. Mis ojos se cristalizan, ni sé qué demonios pasó, no sé cómo llegamos a esto. Jamás me había levantado la mano, ¿Yuta no era una persona violenta o si?

—No me mires así, tú te lo buscaste.

Sus ojos estaban rojos, estaba llorando, era la primera vez que lo veía tan vulnerable, tan roto. Primera y última vez, quizás.

—Vete, no quiero ver tu horrible y coqueto rostro. Fuera de mi vista.

Todo transcurre en cámara lenta, escucho sus pasos cada vez perder fuerza hasta que el silencio parece dominar el lugar. Miro al suelo, tengo vergüenza, no debí actuar así. Pero qué demonios me había dado Haechan en la bebida.

Una luz intensa parece iluminar mis ojos, duele como el infierno, las voces se hacen eco y lo único que aparece ante mis ojos toma forma del moreno.

—No pasará nada. No me mires así Sicheng. — hizo un mohín con sus labios. Lucía adorable.

—No, es malo para tu salud. ¿Y si te cae mal? Tampoco es que quieras terminar en un hospital.

—No pasa nada. Es solo una pastilla —sujeto con fuerza el brazo del moreno que sujeta aquella pastilla azul, —quizás pueda olvidarlo por unas horas. — lo había escuchado, pero él me ignoró. Lo dejo hacer, comprendo su situación, yo también estaría destrozado al enterarme que el amor de mi vida no parecía ser lo que aparentaba, que tras esa sonrisa limpia y besos a media noche, se escondía alguien tan poco hombre.

Mark es un desgraciado, rompió el corazón de alguien a quien juro amar por la eternidad. Nunca lo habría pensado de él, a veces las mejores parejas terminaban siendo enemigos, ruines y despiadados.

Al parecer la infidelidad se había enquistado en la sociedad, tan real y normal era para las personas que asumen que algún día sus parejas caerán en el juego sin fin de la traición. Todo el mundo engaña, todo el mundo quiere ganar, pero a la vez todos quieren un amor de ensueño, a la vez todos quieren sentirse necesitados, a la vez todos quieren confianza. Es tan contradictorio, su cabeza duele, los flashes de la pasada noche bajo el cuerpo de Kun logran estremecerlo. Su piel se eriza al recordar el contacto íntimo de aquella noche, entonces al fin su nariz parece percibir el perfume de otra persona, y es que, su sudor se mezcló con el de él, todo él estaba impregnado en otro aroma.

—Que esperas, lárgate. No quiero volver a verte. —el japonés arrojó con fuerza el anillo de compromiso, sus ojos inyectados de odio voltearon a verme— Te di otra oportunidad y mira cómo me pagas. Te acuestas con cualquier tipo. ¿Es que, acaso eres un prostituto?

No respondí, mis lágrimas me delataban, la culpa me carcomía la conciencia. Yo lo amaba, por qué le hice eso, estaba loco, no sabía que hacía, no era consciente de mis actos. Yo amaba a Yuta, a pesar de todo, lo amo como jamás pude amar a nadie y ahora me arrepiento de haberle entregado todo. El me arranca de su vida, así me desliza hasta el avismo, me grita y me golpea, su respiración irregular se mezcla con las lágrimas; y yo solo lo que sé es llorar.

Me dice cosas feas, que no sirvo para nada, que mi único fin era lastimar a las personas, que soy tan poca cosa, que me arrastro por un poco de afecto, que debería morirme. Y lo peor de todas sus palabras, más que lo hirientes de estas, o tal vez los empujones, lo peor de todo es que fui yo el que destruyó la relación. No al revés. No puedo hacer más que agachar la cabeza, asentir a todo, destruirme y sentir culpa de mi persona; él tenía razón, soy alguien despreciable y ruin que no debería vivir.

Lo arruiné todo, como siempre, yo tengo la culpa. Todo en mi vida parece ir de mal en peor, las voces se distorsionan, los gritos desgarrados de mi pasado me agobian, duelen, todos los episodios de mi vida entera parecen venir a mí. La respiración se hace nula, mis latidos son tan fuertes que golpean haciendo eco en la habitación, mi cabeza se adormece, la presión en el pecho que quita el aliento y de mis labios solo salen quejidos.

Los ojos antes llenos de odio me observan con temor, su rostro esta blanco, y mis manos tocan con fuerza mi pecho. El grito ahogado de Yuta alerta a nuestra sirvienta, ella parece correr, todo da vueltas, pero ella no está sola, alguien más viene tras ella.

Un muchacho de capucha amarilla camina tomando el lazo del delantal de Suzy, la criada, se ve delgado, su cabellera está húmeda, puedo notar lo mojado que está. El muchacho mira el piso interesado y de apoco muestra su rostro, es mi hermanito, su brillantes dientes se muestran en una sonrisa. No puede ser, la gravedad de mi enfermedad me hace crear cosas donde no las hay.

Pero entonces por qué el muchacho gira su rostro extrañado, analizando la situación, con ese peculiar dientecito chueco se parece tanto a él, viene a tomarme la mano, juro que mis ojos con dos aroyos de lágrimas, y él solo repite:

—Hermanito, al fin viniste por mí. Estaremos juntos siempre.

Estoy alucinando, verdad, dime Yuta que estoy alucinando. Él no puede ser Renjun, verdad, dímelo, por favor dímelo.

Yuta grita sin embargo, coge fuerzas y me levanta llevándome hasta quien sabe dónde, la criada corre de un lado a otro sosteniendo un teléfono. Mis ojos ven la habitación alejarse o volverse pequeña, mientras aquel muchacho se queda estático en la sala teniendo en sus manos fuertemente un avión de madera, mira con extrañeza el suelo, recoge el pedazo de metal y sonríe. Es Renjun, no ha cambiado, su estado parece no haber cambiado después de mucho, él me observa y sus manitas extienden el accesorio, después una mueca de confusión parece apoderarse de su rostro.

Mi pequeño Renjun, quizás sea la última vez que nos veamos y tú aún sigues enojado conmigo.

Todo se volvió negro.


Continuará...

Holi :3 se que me desaparecí por mucho tiempo, la verdad es que hubo días en que tuve mucha inspiración pero no pude escribir por falta de tiempo.

Gracias por leer esta historia que nunca pensé escribir y menos que haya gente que le gustara. Espero sus estrellas porque eso me anima mucho, voy a regresar.

Sí desean pueden leer Irregular-Regular porque es de ahí donde hay más capítulos Yuwin. Espero le den apoyo.

Only ONE (YuWin) TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora