Esqueletos en el armario

Capítulo 14

- ¿Cuándo es un buen momento para contarle a alguien sobre mi depresión?

Luego de la larga cita el sábado anterior, habían vuelto a la rutina de almuerzos, cada día visitando un restaurante nuevo, cada día aumentando la intimidad; los besos apasionados se volvieron parte de esa rutina y ya no esperaban estar en el estacionamiento o en el interior del auto para hacerlo, ambos aprovechaban los rincones privados en los que comían y ambos tomaban la iniciativa por igual. Andrei siempre había sido audaz por lo que no era extraño que sus caricias fueran espontáneas y evolucionaran fácilmente, lo que sí era extraño pero para nada molestaba al castaño, era que Hernán estuviese comportándose también de ese modo, en un nivel más bajo, pero cada vez más atrevido, como cuando lo había tomado de las caderas para acorrararlo contra la puerta del auto y besarlo apasionadamente al finalizar un almuerzo, o cuando lo había sentado sobre sus piernas mientras esperaban en la terraza de un local de sushi su orden para llevar y comerla en un picnic en el parque.

Esa cercanía y ese deseo que se acrecentaba con el paso de los días lo habían hecho llamar a Pamela, su psiquiatra para pedir una sesión extraordinaria, quería verbalizar todo lo que tenía en su interior y obtener una respuesta objetiva; si se lo decía a Nicole, la morena se pondría en modo mamá leona y dejaría libres todas sus preocupaciones, y si se lo decía a Matías, lo tendría alentándolo a hacer lo que ya estaba haciendo y más, y tampoco quería esa presión, por eso la que había tomado la consideraba su mejor opción. Ella siempre aceptaba verlo porque comprendía que cuando Hernán quería una sesión extra era porque de verdad algo lo estaba agobiando y era uno de sus pacientes más responsables, casi uno de los únicos que era capaz de pedir ayuda antes de tocar fondo.

- Eso depende de quien sea ese alguien para ti, Hernán - le respondió.

- Estoy conociendo a alguien...

- ¿Quieres hablarme de él?

- Es un chico que conocí hace un par de semanas, él... él es quien me ayudó cuando tuve la última crisis - su psiquiatra sólo lo miró y esperó que siguiera hablando, Hernán sabía que estaba estudiando cada una de sus palabras y aunque esa era la razón por la que había acudido a ella, no dejaba de sentirse extraño - lo conocí antes de eso, semanas antes y hubo como un coqueteo, más de su parte que del mío, así me dio su número de teléfono y accidentalmente fue a él a quien llamaron ese día... después de eso nos seguimos viendo y hemos avanzado mucho, lo veo casi todos los días y cuando no lo hago, lo extraño, y él se siente del mismo modo respecto a mí, me lo ha hecho saber.

- ¿Recuerdas como te sentiste después de la crisis? ¿lo agradecido que estabas de ese chico que te ayudó? él te hizo sentir a salvo en un momento muy difícil Hernán, y ese sentimiento no es fácil de olvidar. 

- Andrei me hace sentir así y tengo claro que es uno de los motivos por los que me quise mantener cerca de él, pero con el paso de los días descubrí que no es sólo eso, de verdad me gusta... me provoca todo lo que un hombre debería provocarme, del modo romántico.

Pamela lo observó, había una determinación en sus ojos que no veía en años, desde que había decidido que la arquitectura sería la carrera de su vida - ¿por qué querías verme Hernán?

- Porque Andrei es especial, y tú tenías razón, me gustan las cosas especiales.

- ¿Estás pidiendo mi permiso para empezar una relación con él? porque creo que tú tienes todas las respuestas, y están bastante claras.

- Quiero una relación con él, pero... ¿cómo se lo digo? ¿es justo pedírselo sin decirle toda la verdad de quién soy?

- ¿Crees que sea algo determinante para él?