- ya cayense!!
Gritó el pelinegro algo exasperado
- déjenos en paz- suplico entre llanto
- Itachi? A quien le gritas?
- a- a todos- respondió tembloroso
- todos? Pero si aquí no hay nadie
Y solo bastaron esas palabras para que el pelinegro se pusiera a gritar y sollozar como loco, así dejando ver atravez de aquel cuarto con muros acolchados como es que el sujeto abrazaba a la nada