Roughly One Summer // MARKHYUCK

Atrapado en los árboles

Donghyuck había decidido que había lugares donde el tiempo no existía y la realidad se alteraba.  Mcdonalds a las 3 a. M., Estacionamientos a la 1 a. M., Noches de verano en coche, y permanecer despierto hasta el amanecer en su habitación con la transmisión de abba por los altavoces.  Esta última era su situación actual.  No estaba haciendo nada en particular, solo estaba sentado en su cama y mirando por la ventana, levantándose de vez en cuando para mirar su pecera o su propio reflejo en el espejo.

Estar despierto a las 4:27 de la mañana fue una experiencia.  Nada parecía real y todo estaba quieto, ni siquiera los árboles se atrevían a moverse ya que todo el mundo parecía dormir, aparte de Donghyuck.  No quiso quedarse despierto tan temprano, simplemente sucedió y sucedió con tanta frecuencia.  Sin el ajetreado día en que su cerebro se apresuraba de una cosa a otra, simplemente sentarse y no hacer nada tan temprano en la mañana (o tarde en la noche, depende de cómo lo piense) trae una paz tan interna que se siente casi irreal

Colapsando sobre la cama, Donghyuck dejó que sus pensamientos vagaran.  No importaba a dónde lo llevaran sus pensamientos, siempre volvía a Mark.  Podría estar pensando en algo simple como su sabor favorito de helado y eso lo haría pensar en su primera cita con Mark, o pensaría en cómo necesitaba comprar más comida de pescado y eso lo haría pensar en el día en que él  compró Lee con Mark.  Simplemente no podía sacar a Mark de su mente, ni ahora ni nunca.  Estaba sucediendo con más frecuencia, era como cuando Mark no estaba allí, se sentía casi vacío por dentro.  Solo de pensarlo le hizo ponerse la piel de gallina ya que la sensación en sí era tan asquerosamente cursi, pero era la verdad.

Era la primera vez que Donghyuck sentía algo tan fuerte por alguien.  El enamoramiento comenzó en el tercer grado cuando Mark le mostró a Donghyuck su lugar favorito para cazar ranas.  Mark estaba tan absorto en tratar de atrapar uno, que no se dio cuenta de que Donghyuck se escabullía detrás de él y lo empujaba hacia el barro.  Cuando miró a Donghyuck, con la cara y el cuerpo embarrados, Hyuck esperaba que se enojara y le gritara, pero Mark no hizo tal cosa.  En cambio, se echó a reír y atrajo a Donghyuck con él.  Ese fue el día que Donghyuck decidió que le gustaba Mark.

Desde ese día, sus sentimientos se hicieron más fuertes y más apasionados.  A pesar de que Mark era extraño y tenía ligeras tendencias de crack, a Donghyuck no le importaba, en todo caso, lo hacía más interesante.  Otra capa sobre el chico complicado que era Mark Lee.  Era tan suave y dulce, equilibrando perfectamente la boca ruidosa e implacable de Donghyuck.  Los sentimientos solo se duplicaron cuando comenzaron a salir y tuvo la oportunidad de expresar su amor y adoración por Mark.

Cada vez que estaban juntos, su pecho se sentía ligero y feliz, como una brisa cálida de verano;  suave y cálido pero no demasiado abrumador.  Le hizo querer suspirar y mirar a Mark, pero no podía hacerlo.  Sentía que no necesitaba hablar cuando estaba con Mark como si pudieran leerse las mentes del otro, y cuando todo lo demás fallaba, podía besar a Mark.  Y a él le encantaba besar a Mark.

Así que al saber eso, estar sin Mark solo lo hizo sentir un poco vacío por dentro.  Nada demasiado dramático como una parte de él había sido arrancado o algo así, más bien como una sensación de anhelo.  Cuando estaba en su balcón regando sus plantas, pensaba en Mark estando allí y contándole historias sobre Jisung llenando la bañera con maní de espuma de poliestireno, y cada vez que cocinaba, pensaba en Mark abrazándolo por detrás y besando su cuello.  Entonces, cuando Mark no estaba allí para hacer esas cosas, se sentia un poco vacío por dentro.

Y cuando hay un espacio vacío, siempre hay algo para llenarlo, incluso si no es lo ideal.  La forma en que Donghyuck hizo frente al vacío fue llenando el silencio con sonido.  Si bien no era el mejor de los casos, dejaría que sus pensamientos se volvieran locos, y sabemos que los pensamientos que tenemos no son tan agradables.  Se ocuparía de los malos pensamientos que lo reprendían por las cosas más pequeñas, como la forma de sus muslos o lo que comió ese día.  Sí, apestaba, pero era mejor que el silencio.