Dicen que la infancia es el reino donde nadie muere.
Dejamos atrás nuestra niñez en el momento en que perdemos a alguien, dejamos a ese niño inocente de lado y nos convertimos en calculadoras que solo actúan y no piensan, que no lloran pero tampoco sienten.
Supongo que como niños no deberíamos dejarnos de lado, a nosotros, a lo que nos hace especiales, pero si nadie te ha enseñado qué es la muerte, ¿cómo vamos a estar preparados para afrontarla sin perdernos a nosotros mismos?
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Cosas que no te pude decir a la cara
PoésieCosas, simplemente cosas, que una vez se quiso gritar a los cuatro vientos, pero nunca se pudo.