Lagrimas de un corazón roto

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Eran ya las 10 de la noche y yo estaba en el cuarto de Maddy haciéndola compañía, antes de que se fuese a dormir, yo por mi parte aun no me podía dormir, le estaba peinando a Maddy mientras ella me contaba como había sido su primera cita con James.

- Me alegro de que al menos a una de las dos nos vaya bien en el amor –suspire

- ¿ A qué te refieres? –pregunta extrañada Maddy

- Pensaba que ya te habías dado cuenta –dije de forma burlona.

- ¿De que? –pregunto impaciente

- De que me gusta tu hermano –dije sin rodeos, Maddy se sobresalto y me quito el cepillo de las manos.

- ¿COMO? -pregunto fuera de si – no puede ser, oye...pues, joder, bueno en realidad es...genial.

- Para nada es genial me gusta un idiota que vive en Australia y que encima tiene novia.

- Sophie tienes que esperar a que Erik vuelva de la mini excursión con Lidia y confesarle tus sentimientos, además que vuelve hoy.

- No le pienso decir que me gusta

- ¿Por?

- Porque él es feliz con Lidia y yo vivo en la otra punta del mundo.

- Pero...

- Pero nada me voy a mi cuarto –le corte fríamente y me marche de su cuarto dando un fuerte portazo.

Me senté en mi cama y apreté fuerte mis manos en la sabana de la cama, odiaba estar enamorada de la persona equivocada era una sensación agobiante, nunca me había pasado y menos mal porque odiaba sentirme así. Me mordí el labio y decidí saltar por la ventana, baje por la enredadera como la anterior vez y una vez que llegue a la piscina me deshice de mi calzado y metí los pies en el agua, para mi sorpresa el agua tenia la temperatura perfecta, una lagrima recorrió todo mi rostro hasta caer en el agua de la piscina, si las lagrimas fuesen mágicas seguro que del agua salía Erik...una mano cálida se me toco el nombre, sin girar la cara ya sabía quién era, mi romeo, va ser que las lagrimas son mágicas de verdad. Se sentó a mi lado y vi que no tenía muy buena cara.

Sin que ninguno de los dos nos lo esperásemos nos fundimos en un abrazo, entonces fue cuando Erik se puso a llorar, no hizo falta que dijese nada para que yo intuyese que había roto con Lidia.

- Me ha dicho que era un cobarde...-dijo en un suspiro después de separarse de mi – y que soy un hijo de puta.

- Bueno...un hijo de puta no eres pero cobarde si –dije si mirarle.

- Sophie tenias razón necesitaba esta excursión para darme cuenta de que ya no era lo mismo –dijo apenado

- Erik sé que esto te sonara muy ambiguo pero ahora lo que tienes que hacer es pasar página y olvidarte de Lidia cuanto antes mejor –dije de forma consoladora.

- Lo dices como si fuese fácil –dijo irónico.

- No lo es créeme yo lo sé muy bien, como ya sabrás, pero tu cuentas con una cosa que yo no contaba –dije y le mire esperanzada.

- ¿el qué?

- Amistad –dije y le cogí de la mano, me miro fijamente y sonrió suavemente –buenas noches mi buen...amigo Erik –dije y me aleje de él para marcharme dentro.

- Buenas noches Sophie...

Mis ojos se abrieron lentamente, y un bostezo vino acompañado, me desperece y con la mano me peine un par de pelos rebeldes que caían por mi cara. Me levante de la cama con gran esfuerzo y fui a la ducha directamente.

Mi amor de intercambio(Cooper#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora