Son dos

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Con la cara pegada al cristal de mi cuarto estaba esperando, a que mis padres llegasen del aeropuerto, ya había pasado 1 semana de mi graduación, lo que quería decir que hoy venían desde Australia, Erik o Maddy, yo no había podido ir al aeropuerto porque mis padres me lo habían prohibido, querían que la sorpresa me la llevase en casa. Los nervios me comían por dentro, empecé a removerme las mejillas, es algo que hago siempre que me pongo nerviosa, es raro, pero me tranquiliza, baje la mirada un momento para ver la hora y...el sonido de un coche me hizo levantar la mirada y observar como un opel rojo se paraba enfrente del portal de mi edificio, era el coche de mi padre Will, del coche bajaron Fred, Will , Cloe y... MADDY, deje de mirar por la ventana y atravesé todo mi edificio en menos de tres zancadas, corrí por el pasillo y por las escaleras vi subir a Maddy llevaba una coleta alta y un jersey rosa pastel, iba cargada con una mochila negra Vans, cuando me vio chillo y yo también chille, subió las escaleras más deprisa y nos fundimos en un abrazo, empezamos a dar saltitos de alegría abrazadas y dábamos gritos de alegría.

- Sophie te he echado, de menos –dijo Maddy

- Yo más créeme –le dije y le di un beso en la mejilla. Nos separamos y por las escaleras vi que subían Fred y Will cargados con dos maletas cada uno - ¿Te traes cuatro maletas?

- Veras... -empezó a decir Maddy pero deje de prestarla atención cuando una cabellera rubia de surfero asomo por el umbral, era...Erik, el corazón se me encogió y empecé a híper ventilar, ¿Qué hacían aquí los dos? Y ahora que ¿Por qué no sabía qué hacer? ¿le abrazaba? ¿le besaba? ¿desde cuándo era yo tan inútil? Cuando Erik termino de subir las escaleras y los dos nos quedamos mirándonos sin saber qué hacer, cogí aire y le abrace, al principio se dejo abrazar sin más, pero luego me rodeo con sus brazos, yo coloque mi cabeza en su hombro.

Otra vez volvía a estar cerca de él, inhale la fragancia que desprendía, y cerré los ojos era como si nunca nos hubiésemos separado.

Me separe de él y le mire, le sonreí y él me guiño un ojo, me gire y vi que mis padres estaban cogidos de la mano, suspirando y mirándonos como si fuésemos dos cachorritos acurrucados y Maddy tenía una sonrisa que le iluminaba todo el rostro.

Me separe de él y le mire, le sonreí y él me guiño un ojo, me gire y vi que mis padres estaban cogidos de la mano, suspirando y mirándonos como si fuésemos dos cachorritos acurrucados y Maddy tenía una sonrisa que le iluminaba todo el rostro

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Les lance una mirada sombría a mis padres y enseguida volvieron a su habitual postura serena.

- Bien chicos acompañadnos al interior del piso –dijo Fred.

- Es un poco pequeño, pero cabemos todos –dijo Will, todos entramos en el piso y yo fui la ultima en entrar con lo cual cerré yo la puerta.

- Maddy y Erik vosotros vais a dormir en la sala de juegos –dijo mi padre Fred, que se enfilo con las maletas de Maddy hasta parar en la puerta de la sala de juegos, que más bien era un cuarto con un sofá cama, una tele en la que estaba la play de mi padre Will y un escritorio con un mad pro de mi padre Fred, habían colocado un baúl para que Erik y Maddy tuviesen donde guardar la ropa.

- Esperamos que os lo paseéis genial la semana que estaréis con nosotros, ahora os dejamos tiempo para que os instaléis- dijo Will y se marcho junto a mi padre, yo sin embargo me quede en la sala.

Abrí el baúl , levante las persianas para que entrara luz natural en la habitación, les deje una copia de la llave del piso en la mesa y me les quede mirando unos segundos mientras abrían sus maletas, carraspee un poco para que me prestaran atención y les sonreí antes de explicarles el funcionamiento básico de la casa.

- Vale hay unas cuantas cosas que tenéis que saber, solo hay un baño en toda la casa y ahora somos seis, mi padre Will se va atrabajar alrededor de las 7 de la mañana, a las 2 ya está aquí y mi padre Fred trabaja por las tardes, empieza a las 3 y vuelve a las ocho. Los viernes, sábados y domingos yo no duermo aquí, el jueves es noche de pizza y tarde de videojuegos, con lo cual Will se trae a sus compañeros frikis, aun que supongo que como vosotros estáis aquí alojados, jugaran a dragones y mazmorras en el salón. Que mas...que mas...¡así! La ducha tiene agua congelada o agua hirviendo para dejarla en un punto medio, ahí que darla cinco golpes seguidos en el medio, si queréis que el agua este tirando a caliente son 6 golpes si la queréis tirando a fría son 4, mi hermana todos los días a las ocho ve la casa de las tres maravillas. Tenemos un gato que se llama Potter que no le gusta demasiado que le toquen y los vecinos de arriba se ponen a taconear los lunes por la noche. Eso es todo que disfrutéis –dicho eso me marche de la habitación y cerré la puerta.

Iba de camino a mi cuarto cuando vi a Cloe esperándome en la puerta de su cuarto. Me agache para quedarme a su altura y la mire desafiante.

- ¿Qué pasa pequeña? –le pregunte antes de darle un toquecito en l nariz.

- ¿Eres la novia de Erik? –pregunto directa.

- Em...buena pregunta- me pare a pensar todo lo que me había pasado con Erik y me di cuenta de que...no éramos nada, supongo que porque nuestro amor es imposible – no, no soy su novia.

- Vale –dijo con una sonrisilla picara.

- ¿Por qué lo preguntas?

- Por nada –dijo y se metió rápidamente en su cuarto.

- Pequeña granuja –murmure.

Gire el pomo de mi puerta, la abrí y estaba a punto de cerrarla cuando vi a Erik pasar por delante, retrocedió y se me quedo mirando, estaba harta de tanto silencio incomodo entre él y yo, desde que ha llegado nos hemos limitado a mirarnos y sonreír ¿Qué nos pasaba?

- Sophie ¿puedo hablar contigo? – pregunto sin dejar de mirarme.

- Claro que si cariño –dije nerviosa –pero dame un momentito –dije y le cerré la puerta en toda la cara. Me di un tortazo en la mejilla, cogí aire y le abrí la puerta, aparentando tranquilidad – pasa no seas tímido – me obedeció y se coló en el interior de la habitación.

- Erik...

- Sophie...- comenzamos a decir los dos a la vez – no sé cómo empezar – dijo Erik azorado y se paso la mano por su melea rubia.

- ¿Qué te parece por el principio? –dije vacilante.

- Pues...el principio ya te lo sabes, ahora viene lo complicado que es si l final va a ser todo silencios y risitas nerviosas – dijo algo apenado.

- ¿a qué te refieres?

- Sophie ambos sabemos que estamos bloqueados – dijo Erik.

- Erik mis sentimientos hacia ti siguen siendo los mismos – dije y me acerque un poco más a él.

- Y los míos, pero entonces, ¿Qué nos pasa? –pregunto y dio un paso hacia delante acercándose más a mi así.

- Tenemos miedo...-dije con la respiración entrecortada y con el corazón a mil al darme cuenta de nuestra proximidad.

- ¿Miedo? ¿A qué?

- A que nos rompan el corazón –dije y le puse una mano en la mejilla y le acaricie lentamente.

- Pero ... eso no tiene sentido...si ambos nos queremos

- Ambos sabemos que si seguimos hacia delante luego la soledad se apoderara de nosotros. Y yo no quiero sentirme sola.

- Ni yo, pero se me hace complicado no seguir...- dijo y s mirada bajo de mis ojos a mis labios, la mía también se poso en los suyos – me resulta muy difícil –dijo antes de posar sus labios en los míos.

Cerré los ojos y me deje llevar, era un beso delicado, sencillo, pero a mí me sabio a gloria, con el dedo Erik abrió un poco mi boca y me beso apasionadamente, la pasión de aquel beso me pillo desprevenida, pero no tarde en corresponderle con la misma pasión.

Mi amor de intercambio(Cooper#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora