❝Pride Club❞ ❥『•MinSung•』

23

Las sábanas blancas se enredaban junto a sus piernas entrelazadas, cubriendo gran partes de sus anatomías desnudas. Sus pechos subían y bajaban lentamente en sincronía, sumidos en un profundo sueño mientras permanecían abrazados.

Pequeños rayos de sol se colaron entre las cortinas, terminando inconscientemente en el rostro de JiSung quién comenzó a fruncir levemente el ceño en la molestia. Conforme pasaron los minutos aquello no se iba así que logró despertarlo de a poco, abriendo sus ojos y entrecerrándolos al instante debido a los molestos haz de luz en su rostro. Quiso cambiar de posición, así podría descansar mejor. Pero unos brazos sobre su cintura le impidieron tal acción. Parpadeó y miró hacia arriba, encontrándose con el rostro de MinHo completamente dormido. Y una bella sonrisa se formó en sus labios.

Inmediatamente recordó los acontecimientos de anoche y sus mejillas se tiñeron en un precioso color carmesí. No podía creer aún que lo había hecho con MinHo. Secretamente era algo con lo que fantaseaba antes, pero a pesar de quererlo decidió no insistir ni presionar al pelimorado de hacer algo que no estaba muy seguro o cómodo. Decidió esperarlo. Sin embargo no sabía que el mayor se había averiguado tanto ni mucho menos aprendido. De verdad que anoche se comportó como si tuviera experiencia.

Entonces recordó sus propias palabras, “siempre haces todo bien”. Y no mentía, pues anoche comprobó que, joder, MinHo era increíble en la cama. Y no dudaría ni un segundo en sacar provecho de ello para futuro.

Bostezó y como pudo se movió sobre su agarre para quedar boca abajo y con el dormido rostro de Lee al frente suyo. A continuación sonrió y se acercó para darle un casto beso en la nariz. Al no ver reacción de su parte, repitió la acción en sus mejillas, frente y cerca de sus labios. Y rió cuando MinHo frunció el ceño y después sonrió levemente.

—Mhm.... —ronroneó perezosamente el mayor, estirándose y abriendo sus ojos uno por uno para después mirar al peliazul y sonreír—Buenos días, mi ángel... —le saludó con voz ronca, ajustando su agarre de su cintura.

Han mordió lentamente su labio mientras sonreía y se aproximó a los labios de Lee para darle un dulce beso.

—Hola, bebé. ¿Cómo amaneciste?
—susurró, levantando su mano y acomodando su cabello morado y desordenado.

—A tu lado.

JiSung rió.

—Eres un tonto.

—No, enserio. Despertar a tu lado es lo mejor que hay en la vida. Podría revivir este momento una y otra vez, y nunca me cansaría.

—Puedo decir lo mismo. Eres demasiado cómodo para dormir—bostezó y le abrazó, sintiendo también los brazos contrarios hacer lo mismo—. Quisiera estar en esta posición para siempre. Entre tus brazos, es mi lugar favorito en el mundo...

—¿Por qué nos despertamos tan cursis?—preguntó Lee con un eje de diversión.

—No lo sé—respondió Han entre risas.

—No me quiero levantar, pero tengo hambre... —hizo un tierno puchero.

JiSung concordó con él, ambos se sentían exhaustos y adoloridos por anoche.

—Quizás me pueda alimentar de ti, ¿Mmh? ¿Qué te parece?—continuó Lee comenzando a besar su cuello—Vamos, cariño. Alimenta a tú bebé.

MinHo comenzó repartir pequeños besos en el cuello de JiSung provocando que este se retorciera entre risas.

—¡MinMin, me haces cosquillas, no, detente!—exclamó sonriente e intentando alejar inútilmente a su novio.

—Te ves realmente sexy en las mañanas, ¿Porqué eres así?