-—Y ¿me extrañarás?— habló el menor, acomodándose la mochila.
—Solo serán dos semanas, Rog— Contestó Brian acariciándole el cabello. "Nose lo diría".
—Pero, serán dos semanas sin ti Brian—soltó al borde de las lágrimas, se alsó de puntitas para que sus pequeños brazos llegaran a su cuello, el rulozo se agachó para ayudarlo. Roger se colgó de su cuello y por instinto enrededó sus piernitas en su torso, fundiéndose en un cálido abrazo.
Había pasado ya casi dos meses en aquel orfanato, en las vacaciones de verano siempre se organizaban campamentos para los niños del hogar, con el objetivo que ellos interactuen con otros niños de sus edades.
Esto era duro para Roger porque el nunca había tenido un amigo de su edad, solamente se llevaba bien con Brian. En un principio se rehusó a no ir, no soportaría no tener a su lado a Brian pues ya se había acostumbrado a él, pero de alguna manera Brian lo convenció.
Roger seguía aferrado a Brian, este trató de alejarlo pero se resistió.
—Rog ya es hora— habló con dificultad- tienes que irte. Te acompañaré hasta el bus— Brian lo tomó de la cintura, bajándolo.
Lo tomó de la mano y salieron donde se encontraba el bus. Todos lo niños ya estaban subiendo a este, unos corrian emocionadisimos, mientras que otros se fijaban si llevaban todo lo necesario. Los rayos de sol reflejaron sobre los rostros de ambos, Rog al mirar a Brian, se dió cuenta de un detalle.
—Tus ojos.
-¿Qué sucede Rog?...vamos, rápido que él bus te dejará— evadió el tema Brian.
—Iba a decir que son muy bonitos— contestó sin importancia, con un poco de nerviosismo, como si quisiera decir algo.
—¿Qué?
—¿Brian no te despedirás de mi?—preguntó el niño parándose en frente de él, haciendo que el mayor dejará de caminar.
—Ya me despedí de ti arriba, vamos.
—No, yo quiero que lo hagas bien— reclamó con firmeza— Cuando me enseñaste sobre saludar y despedirse, dijiste que se hace de una buena forma... con abrazos y besos.
—Ya me diste muchos abrazos, a si que no es necesa...
—Te faltaron los besos— mencionó arrugando su carita.
—Rog como te dije no es necesario, basta con los abrazos ¿Si?
—Bien, no me importa— continuó caminando, pero está vez enojado.
Muestras de afecto que se habian vuelto costumbre en mostrar sin ninguna incomodidad. Siempre cuando Rog regresaba de algún lado, con toda la emoción se aventaba a Brian y le daba un beso en los labios, para él algo normal, nada malo.
Pero, ¿Por qué ahora no?¿Qué ocultaba esta vez?
—Hey, espera— mencionó Brian, sosteniendo su muñeca
—¡Déjame!, Estás actuando raro, si no quieres ... ya déjalo.
—Claro que no, ven conmigo—Rog se sorprendió ya que este lo haló con tanta fuerza haciendo que su pequeña maleta que sostenía momentos atrás se cayera y lo dejara tirada.
—Pero... siempre te he saludado así y justo cuando me voy... ya no quieres, no te entiendo Brian, dijiste que es algo normal- aclaró mirándolo con sorpresa a sus ojos- ¿A dónde vamos? El bus... Me va a dejar.
Brian lo condujo detrás de un árbol, por suerte este era un árbol viejo, con un tronco muy ancho, por lo que permitía ocultar a ambos.
El mayor lo interrumpió con un sorpresivo beso, este lo sostuvo del cuello, no fue muy apasionado, solo le dio un casto beso. Sin embargo, era uno esperado por el más pequeño dentro de sí sonrió queriéndose quedar un poco más, pero la realidad estaba al frente de ambos es por ello que se detuvieron. Realmente nunca había sentido dichas caricias las cuales lo hacían sentirse querido.
—Si alguna vez sucede algo, solo recuerda la canción que cantamos juntos.
—De acuerdo— asintió el menor con la voz un poco quebrada— Te prometo que cuando vuelva te traeré algo, cualquier cosa, con tal que sea especial.
—Eres tan dulce, ya hice lo que querías... creo que el bus ya te dejó— le dijo sonriendo haciendo que este también dé una sonrisa avergonzada, sonrojándose un poco. Fueron ahora sí rumbo al bus que se encontraba estacionado.
—Brian no me respondiste si me extrañarías.
—Más de lo que crees. Este viaje no es motivo de tristeza Rog —le aclaró colocándose de cuclillas, ya que vio que el pequeño lloraba de nuevo— pues te irás a vivir una aventura magnífica. Deja esas lágrimas.
Y así con ese última respuesta Rog tomó su mochila y corriendo subió al transporte acomodándose en uno de los asientos que daba al lado de la ventana. Este se colocó de rodillas y mirando a la ventana, con una grandísima sonrisa para Brian agitó su mano. Decía palabras que Brian no lograba comprender, el bus ya estaba en marcha.
Brian vio el bus alejarse, tras el sol que ya se ocultaba, no pudo evitar que lágrimas en sus ojos corrieran, si, hizo todo lo contrario a lo que había mencionado antes, se lamentó de no haberle dicho que ya no volvería, que ya no cuidaría de él.
"Encontré alguien especial"
Volvió a la casa hogar, ya no había ruido de niños gritando y riendo, solo puro silencio. Esto hacía que el lugar se vea deprimente, extrañaba a uno en especial. Uno que había enseñado ser una persona más responsable, cada gritito de él echaría de menos cada abrazo, cada beso, no quería pensarlo. El sonido del teléfono lo quitó de sus pensamientos.
—Brian, ya estoy en el aeropuerto.
—Si ya estoy listo—dijo desganado
—Ven rápido, para darte el pasaporte. ¿Qué pasa Brian te noto un poco triste?
—No lo sé, ya me estoy dirigiendo allá—evadió el tema.
—Si estás preocupado por los niños no te sientas tan mal, ellos siempre se van de campamento, cuando vuelvan los recibiré con los brazos abiertos.
—No es eso madre, es solo que no le dije a Roggie que ya no lo vería más— su voz se quebró.
—Oh hijo, sí que te acostumbraste a él, yo lo cuidaré muy bien de Roggie y a todos, ya mi trabajo en América acabó, así que tendré más tiempo para ellos—lo animó.— Bueno pero ya apúrate que el avión te va a dejar.
—Sí, ya estoy en camino.
—Te espero.
Brian colgó el teléfono y dando una última vista a su habitación, se dio media vuelta, pero se dio cuenta de algo, Rog se había olvidado el ukelele que le había regalado días atrás. Sin pensarlo dos veces lo llevó al cuarto de este y lo colocó en la cama del pequeño, para que lo encontrará en cuanto llegara. Cerrando la puerta de la habitación, salió y cerró las rejas del área. Afortunadamente pasó un taxi, subió en el.
Ya se encontraban por la carretera. El chofer conducía, por un momento se limitó a observar la ventanilla para preguntar.
—Disculpe, ¿A dónde lo llevo? no me ha dicho.
—Al aeropuerto, por aquí cerca a uno— dijo limpiándose las lágrimas, pensó que era muy vergonzoso. El taxista lo miró de manera extraña.
—Se encuentra bien joven.
—Disculpe, pero métase en sus asuntos.
—Debería estar feliz por este viaje que va a dar.
Estaba perdido en sus pensamientos, se imaginó muchas cosas por ejemplo cómo reaccionaría Rog al regresar y que ya no lo encuentre, eso lo hizo sentir peor.
La conversación estaba tan amena, bueno al menos el chofer hablaba solo, ya que Brian seguía pensando y solo lo ignoraba, este al estar parloteando no se limitó que un bus se atravesó en la vía, trató de evadirlo, pero fue demasiado tarde.
— ¡Cuidado!
Lo único que escucho fue un fuerte sonido del otro autobús que impactó contra este.
Su único pensamiento antes de quedar inconsciente fue "Tus ojos son muy bonitos Brian" palabras pronunciadas por una dulce voz, después solo oscuridad.
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Strawberry Field [Maylor]
Romance"La vida es fácil con los ojos cerrados, mal entendiendo todo lo que ves"