III

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Las brasas eran chispeantes, podía escuchar su peculiar sonido haciéndome sentir tranquilo, libre. Sonreí, ha pasado mucho tiempo desde que estoy rodeado de mera naturaleza, normalmente son edificios, autos y tecnología, me he apartado tanto de eso que ahora estoy adorando el lugar que me rodea. Es increíble que paraísos como este estén desapareciendo por mera ambición humana ¿Por que deshacerte de algo que te mantiene vivo? El agua también provee el oxígeno que necesitamos para vivir y sin embargo, ella también está muy contaminada y las probabilidades de que el futuro sea próspero y sano son terriblemente bajas ¿Qué se puede esperar ahora de los humanos? Nada.

De forma sorpresiva estoy aquí, sentando, siendo rodeado por una manada de chicos que no dejan de drogarse, el aroma a marihuana y cocaína es intenso e insoportable, puedo ver a una pareja de chicas a lo lejos inyectarse éxtasis para después, besarse con fulgor. Esto es fuerte pero, este nuevo ambiente me gusta, si mis papás se enteran de esto se mueren pero, ellos no sabrán nada de esto. No hay una respuesta sólida del porqué estoy aquí y bueno, tampoco quiero hablar de ello así que, solo dejaré la idea de que estoy aquí porque si.

Después de un rato siento como alguien se sienta a mi lado y levanto la mirada encontrándome con el chico azabache que solo lleva una camisa sin mangas y unos pantalones ajustados. Él me saluda con un levantamiento de cabeza y yo no hago nada, simplemente lo miro. No estoy acostumbrado a esto, mis habilidades sociales no existen y el único amigo que he tenido es mi papá y mi mamá ya es mi mejor amiga y pues... Ellos aquí no aplican.

—¿Eres el chico que comparte cabaña conmigo?— preguntó y yo asentí escuchando su suave y tersa voz, era tan dulce que me sentí empalagoso. Su voz no le hacía justicia a su cuerpo y su marcado perfil, sus brazos son grandes y poseen largos tatuajes que cubren estos, puedo ver cómo varios tatuajes se asoman desde su pecho y sus labios son finos y dulces, si se quita todos esos tatuajes probablemente sería una ternurita—. ¿Qué miras tanto?— preguntó con una ceja enarcadá y una sonrisa pícara, por un momento había olvidado que este chico era el mismo asqueroso que se comía con la mirada a la instructora.

Entorno los ojos y respondo;— nada...— él deshace su sonrisa y me mira así, meramente con una ceja enarcadá mientras yo bufo y decido regresar mi mirada a las brasas, es lindo.

—¿Sabes que te ves lamentablemente estando solo?— me preguntó con un tono de burla que decidí ignorar.

—Tampoco es como que me importe ¿Sabes?— respondí y él rió de forma ronca metiéndose un cigarro a la boca, ignoré ese hecho y decidí no pensar mucho en ello, tal vez sus pulmones se estén haciendo mierda y podría recomendarle dejar de fumar pero, seguramente ya muchas personas lo hicieron.

—Me agradas—. Dijo de la nada consiguiendo un encogimiento de hombros por parte mía, no me interesa en lo más mínimo que piense de mi— ¿tienes mechero?—. Preguntó y yo negué.

El chasqueo los dientes y acercó el cigarrillo a las brasas hasta que este estuvo encendido. No puedo mentir y no decir que ganas no me faltaron para tirar ese maldito cigarro a las brasas pero, el chico se enojaría conmigo.

—¿Te han dicho que morirás?— pregunté y él negó con una sonrisa divertida en su rostro—. Bueno, lo harás si sigues con esa mierda en tu boca— dije y él rió de forma escandalosa llamando la atención de varias personas ¿Imbécil? Creo que sí.

—Eres una lindura ¿Quieres que deje de fumar, cerebrito?— preguntó y yo lo miré asqueado por su patético apodo, ¿No se le ocurrió algo mejor? ¿Cerebrito? Aquello es una ofensa hacia a los que simplemente nos gusta obtener conocimientos.

—¿No sé te ocurrió nada más creativo?— pregunté y el negó con una carismática sonrisa—. Y si, bota esa mierda y cómprate un cigarrillo electrónico— sugerí.

— ¿El de sabores?— preguntó y yo asentí—. Ya tengo uno pero, lo he dejado en mi mochila y un chico me dió este— respondió señalando el cigarro que aún permanecía en sus labios, ya estaba casi acabado por lo que suspiré y asentí.

Cuando su cigarro ya se estaba acabando tomó una profunda calada y depositó todo el humo en mi rostro haciéndome toser con fuerza, sus carcajadas retumbaron en mis tímpanos haciéndome lanzarle un golpe. Él no se detuvo en ningún momento y cuando yo estuve mejor me acomodé apoyando mi espalda en el tronco que hay detrás nuestro. No puedo mentir, este chico es terriblemente sexy pero, también es un idiota por lo que; nunca, nunca saldría con él.

Sus risas cesaron y él se dedicó a mirarme de una forma muy profunda, no entendía que estaba sucediendo, su mirada causó estragos en mi e  inevitablemente me removí incómodo. Su mirada era oscura, sus ojos estaban dilatados y no dejaba de recorrer mi cuerpo entero, desde mis piernas descubiertas hasta mis clavículas de igual manera descubiertas, su mirada se detuvo en mis labios y mi garganta se secó, su mirada me dice que quiere besarme y bueno, yo soy un gran virgen, no he besado ni follado con nadie, soy más puro que la mismísima virgen María, lo aseguro.

Tal vez ya sea hora de que pierda la virginidad pero ¿con un completo desconocido? No lo siento muy conveniente pero, vamos, todos siempre terminan arrepintiendose de sus primeras veces y a mi verdaderamente no me importa, es un simple beso, uno de los muchos que probablemente dare a lo largo de mi existencia. Nadie se siente del todo satisfecho con su primera vez y bueno, yo seré uno más del montón aunque, mi primera vez está más que planeada así que miro al chico con una ceja enarcada.

—¿Me dejas besarte?—. Pregunta con voz ronca sacando un chasquido de mis labios que lo hace enarcar una ceja.

—Será mi primera beso—. Dije y él sonrió de forma enorme acercándose y tomando mis pómulos con sutileza, su tacto era suave, dulce y me hace sentir lo suficientemente cómodo. Él se acerca de forma rápida estampando nuestros labios dando inicio a un beso dulce al que él le dió inicio.

Tardé en seguir el ritmo ya que soy totalmente nuevo en esto por lo que los movimientos son totalmente torpes pero, en algún momento logro seguirle el ritmo y puedo fundirme de mejor manera en este beso que es realmente muy bueno, me está gustando y es como si mis labios estuvieran hechos para estar junto a los suyos, suena tonto, lo sé pero, así es como lo siento y tal vez, estoy siendo un iluso.

El beso es bastante bueno y en algún momento nuestras lenguas se enlazan moviéndose de forma lenta y puedo sentir el sabor del cigarrillo junto a uno bastante agradable; cerezas.

No sé cuánto dura el beso pero, cuando nos alejamos estoy totalmente jadeante, recuperando el aire que he perdido, puedo sentir mis labios cosquilleantes bañados en saliva, me ha encantado y quizás, estoy dispuesto a repetirlo porque en serio, este chico lo ha hecho de maravilla y tal vez existan mejores besadores en el mundo pero, para ser mi primer beso estoy satisfecho.

Cuando levanto la mirada noto que este me mira con una enorme sonrisa y sus ojos brillantes, es lindo, terriblemente lindo pero, es algo que él no sabrá y quizás, quiera formar una amistad con este chico.

Ambos seguimos hablando por un gran rato y llego a la conclusión de que es un gran sujeto, aunque pervertido pero, me agrada y he decidido ser su amigo.

Él me agrada.

NOTA:Desde aquí las imagines se empiezan a perder pues, el libro está desde el año pasado y Wattpad es raro, me borra cosas

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NOTA:
Desde aquí las imagines se empiezan a perder pues, el libro está desde el año pasado y Wattpad es raro, me borra cosas.

Campamento de verano |𝐊𝐕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora