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POV JUNGKOOK.

Después de haberme tomado las píldoras puedo sentir como los pensamientos positivos llegan a mí y mi estado de ánimo se establece a uno lleno de felicidad. Sonrisas por doquier, puedo ver cómo algunos chicos y chicas me devuelven el gesto pero, es un poco lamentable por el hecho de que cada sonrisa es falsa. Mi ojos se mueven de un lado a otro buscando a cierto chico, no soy muy sociable por lo que es difícil que mi círculo de amistad se haga más grande.

Cuando lo encontré aparece esta sonrisa única, con él no necesito de ninguna píldora para sentir felicidad, él logra hacerme sonreír sin mucho esfuerzo y es extraño, este poder solo lo tiene Yoongi conmigo y somos casi hermanos. Taehyung por otro lado solo es un chico que conocí no hace mucho y ya me tiene así, no sé qué sucede pero, esto es raro y agradable a la vez. Me gusta, pero me asusta.

—¿Sucede algo?— pregunta una vez me siento a su lado por lo que niego y dejo caer ni cabeza en su hombro permitiendome ver lo que hay en su libro, muchas letras y una historia detrás de ellas «¿Qué libro es?» Me pregunté.

—¿Qué libro es?— esta vez pregunté en voz alta esperando el nombre del libro, por lo que he leído por encima puedo notar que es interesante.

—Akelarre— respondió pasando de hoja.

—¿Reunión de brujas?— pregunté y él me miró confundido—. Akelarre significa algo así— informé y él abrió sus ojos impactado, inevitablemente estalle en carcajadas—. Estoy decepcionado, el cerebrito aquí eres tú— dije con burla.

—Cállate, puede que simplemente seas tú el cerebrito— dijo y yo negué con una sonrisa burlona, me gustaría ser cerebrito para ponerle ganas al estudio y disfrutar de estudiar y aprender pero, esas cosas simplemente no me van, después de leer un párrafo solo tengo ganas de dormir y no regresar a la escuela en 1 mes.

—Lamento informarte que no es así—. Murmuré tomando el libro que estaba  sus manos, él me miró con el ceño fruncido pero, no le di mucha atención—¿Me lo prestas cuando lo acabes?— pregunté y él se lo pensó, pero terminó asintiendo.

Con una sonrisa me acerqué y deje un beso de pico en sus labios, él abrió sus ojos impactado mirando a su alrededor y aquello me hizo suspirar abrazándolo por la cintura. Pude sentir como empezaba a temblar haciendo que me confundiera.

—¿Qué sucede?— pregunté y él me miró a los ojos por unos segundos y después suspiró.

—Lo siento... Yo me alarme mucho por esto— me explicó y me costó entender a lo que se refería pero, cuando lo hice sonreí y acerqué nuevamente nuestros rostros para dar inicio a un beso más profundo, en el que nuestras lenguas pelearon por el dominio.

Sus manos se hicieron puños en mis hombros y pude sentir como sus muslos se posaban encima de los míos, suspiré encima de sus labios y cuando el beso finalizó lo miré directamente a los ojos notando como estos brillaban sonreí y deje otro beso de pico. Esto realmente me encantaba, los labios de Taehyung eran tan dulces y adictivos que no podía dejar de besarlos amando como los suyos y los míos se unen como dos piezas de rompecabezas.

Fijé nuestras miradas y me sentí realizado al ver los ojos brillosos y dilatados de Taehyung, sus labios estaban inchados y sus mejillas estaban pintadas de un fuerte color rojo haciéndolo ver adorable.

Lo abracé por la cintura y él apoyó su cabeza en mi hombro y yo levanté la mirada notando a los chicos alzarme sus dedos pulgares a lo lejos, sonreí y ellos hicieron lo mismo largandose.

—¿Sucede algo?— me preguntó Taehyung y yo posé mi mirada en él negando, él enarcó las cejas y después sonrió asintiendo— ¿Podemos ir a recorrer el campamento? Lo único que hemos hecho aquí es quedarnos en la cabaña, no hemos seguido a los instructores...— dijo y yo me encogí de hombros, aquello era lo que siempre hacia.

—Conozco un buen lugar, levántate— le pedí y él lo hizo esperando a que yo hiciera lo mismo. Estando de pie a su lado entrelace nuestros dedos y empecé a caminar hacia aquel lindo lugar que disfrutaba visitar cuando necesitaba recordar lo hermosa que era la naturaleza.

El camino hacia allí fue corto pero, cuando llegamos pude ver la expresión de asombró en Taehyung. Habían grandes pinos a nuestro alrededor y frente a nosotros había un hermoso lago.

Me senté en el piso que estaba cubierto de hojas y me dediqué a mirarlo, sus ojos recorrieron todo el lugar y había una hermosa sonrisa en sus labios, mi corazón se removió ante aquello y pude sentirme cálido gracias a eso.
Después de unos minutos él posó su mirada en mí y se acercó a mi sentándose en mis piernas, no sabía que tipo de expresión tendría en mi cara pero, seguramente sería una muy lamentable, una en la que luzco como un idiota.

Él apoyó su frente contra la mía y ambos conectamos miradas, sus ojos acaramelados brillan y en sus labios hay una pequeña sonrisa, inevitablemente dejé un beso de pico en ellos. Suspiré y acaricie sus muslos relajándome, cerré mis ojos y rememoré.

Estoy perdiendo el juego.

Abrí mis ojos nuevamente y noté que él estaba viendo algo abajo, baje la mirada y noté que era su celular, podía ver cómo revisaba Twitter y pude notar que era fan de aquella banda que está teniendo un enorme impacto.

—¿Te gusta bangtan?— pregunté y él asintió—. Genial, ¿Cuál es tu bias?— pregunté y él me miró a los ojos con una sonrisa burlona.

—No tengo favoritismos, me gustan todos— me dijo y yo comprendí pero, yo sí tenía un favorito.

—Bueno, yo sí tengo un bias— le dije y él me miró con interés—. El chico bajito que posee un hermoso cuerpo, me encanta, aunque, mis ojos siempre se mueven a su culo— dije encogiéndome de hombros y él bufó negando. Sonreí por eso y lo abracé por la cintura pegándolo más a mi.

Jungkook... Suéltame, me quiero ir— susurró y yo negué empezando a dejar besos en su cuello, él suspiró y me abrazó por la espalda dándome más acceso a su cuello.

Sonreí por eso y seguí besando su cuello. Escuché sus suspiros e inicie a chupar y morder disfrutando de poder sentir como él temblaba gracias a lo que yo le estaba haciendo.
Recorrí con mi lengua su cuello y bajé hasta sus clavículas donde bese y mordí trazando con mi lengua estas, mis dientes rasparon y él soltó un gemido. Me alejé y lo miré, tenía sus labios inchados y sus mejillas ruborizadas.

Tan sensible...— suspiré y él bufó levantándose y empezando a caminar de vuelta al campamento. Sonreí y lo seguí desde atrás.

Campamento de verano |𝐊𝐕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora