Capítulo 1

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Mis últimos días habían sido lo mejor del mundo... Después de más de un año de luto por terminar una larga relación, al fin me sentía dispuesta a abrir mi corazón otra vez, deje entrar a mi vida al chico mas maravilloso del mundo.
Matthew... Un Shiba Inu de mediana estatura que esconde una mirada en extremo dulce tras sus grandes anteojos y transmite una calidez que me derrite, estudia Artes en el mismo Instituto que estuve yo, aunque, yo no pude terminar mi carrera por culpa de la depresión.

No entiendo como el puede quererme, no soy la gran cosa, no soy hermosa, una mapache sin gracia que no pudo terminar sus estudios y que trabaja repartiendo comida, ja... Realmente soy patética. Pero ahi está él, regalándome una sonrisa siempre que puede, moviendo sus orejas en un gesto que me vuelve loca cada vez que toco su nariz. Realmente lo quiero... Pero, ¿Acaso él en verdad me quiere a mí? ¿Qué tal si algún dia se cansa y me deja? Me da miedo avanzar, ¿Qué tal si dejo de gustarle al conocerme mas a fondo?

Aún con esas estúpidas dudas en mi mente puedo decir que hoy cumplimos un mes juntos y cuando lo veo me siento segura, me hundo en su regazo, no pienso en nada más. Aunque, miles de ideas negativas pasan por mi mente cada vez que nos separamos.
Me cuesta estar sin él, soy débil estando lejos. Y ahora que está en época de exámenes, casi no lo veo... Siento que me pierdo estando sola.

—Hey, Amelie... Te quedaste callada, dime algo.— Matt me trajo de vuelta a la realidad con un cálido beso en la frente.

—¡Oh! De pronto me perdí mirandote...lo siento.

—Que agradable cumplido, eh.

Mi cara de tornó roja, somos algo tímidos, algo mucho. Oculté mi cara entre mis manos solo para que él las quitara y volviera a darme otro beso.

—Ya debes volver a casa Ame, se está haciendo tarde y luego ya está muy oscuro.

—Lo sé, pero dame cinco minutitos aquí en tu cuello.— Me acurruqué y él no tuvo opción siempre me consiente con cariños, me acarició la cabeza hasta que el tiempo pasó y nos despedimos en la estación de metro.

Él se fue a su casa y yo tomé mi scooter para irme a mi hogar también, y antes de arrancar mi teléfono vibró.
No eran horas de trabajar, pero me llegó un mensaje a la aplicación con la que hago los repartos. Tenía un pedido a última hora y era bastante bueno, me dejaba una jugosa propina así que lo aproveché, total podía hacerlo rápido y cerrar el día con unas monedas extras.
Me dirigí rápidamente al local, tomé el pedido y en un par de minutos ya estaba en la dirección indicada.
Estacioné mi scooter cerca de la caseta del guardia, y pasé al ascensor, el departamento estaba en el sexto piso asi que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en el pasillo.

—Mmm departamento 65. Aquí.— toqué la puerta y se demoraban en abrir. Me puse nerviosa, ¿Qué tal si era una broma y me quedaba con el pedido?
No había respuesta, volví a golpear tres veces y la puerta se abrió tan rápido que me quedé helada al ver quién estaba detrás.

—Hola, Ame querida... ¿Como estás?

Me saludó cortésmente una majestuosa y elegante gacela, su saludo fue tan familiar. Claro,¿Cómo no lo sería? Aquella mujer era mi Ex pareja. Sí, la persona por la cual estuve lamentandome por meses.

—Tra.. Hola, traje tu pedido, por favor firma acá y me voy enseguida.—No quería cruzar mas palabras con ella, no después de todo lo que había pasado.

—¿Por qué tan asustada? No voy a hacerte nada, solo quería algo para la cena y me alegro mucho que hayas venido tú. Así puedo saludarte.— Se acomodó el cabello con una mirada bastante nostálgica y me tomó de la muñeca.—Realmente queria verte, ha pasado mucho tiempo.

—Sí, bastante, debo irme.— intenté soltarme pero ya luego solo me quedé mirandola.

—Quiero que conversemos, por favor pasa un rato.

—No puedo, es tarde.—Ya estaba mas nerviosa que cuando llegué, pero ahora no era por quedarme con la comida.

Me jaló dentro del departamento y sin oponer resistencia me senté en el sofá con las manos en las rodillas.—Está bien, tú ganas. Conversemos.
No sé en qué estaba pensando, pero tenía curiosidad de que podría querer decirme.

—Sé que en el pasado las cosas terminaron realmente mal...

—Sarah, dejé mi carrera por aquello, por eso estoy acá trayendote comida.—le interrumpí con una mueca.

—En verdad lo siento con todo mi corazón— su tono de voz era bastante sincero, al igual que la mirada que me entregó.—Fui inmadura... Ambas lo fuimos. Una relación tan larga como la nuestra fue muy difícil de superar, me alejé de ti para cambiar, para sanarme y volver por ti.

—Un momento, espera. ¿Volver? Ya estoy en una relación, no gracias.—Me miró sorprendida, quizás no se esperaba esa respuesta.

—Vaya, en tan poco tiempo...—Hizo una pausa, suspiró y prosiguió.—No necesariamente tenemos que ser pareja, hablaba de amistad.

¿Amistad con mi ex? ¿Es acaso algo posible siquiera? No sé si Sarah podría haber cambiado durante este tiempo, era muy posesiva conmigo cuando eramos pareja, y yo... Bastante dependiente.

—¿Ser amigas, nosotras?—No soné muy convencida pero, supuestamente le habia superado ya, quizás la idea no sonaba tan mal que digamos. Al fin y al cabo, dejando de lado los malos ratos, su compañía era agradable y siempre la pasabamos bien juntas.

—¿Qué dices? ¿Me das una oportunidad para demostrarte que he cambiado?— extendió su mano para estrecharla con la mía y accedí.

—Está bien, llevemonos bien ahora.—le sonreí y ella a mi de vuelta y me dió un abrazo bastante fraternal. Creí escuchar un "Te quiero" camuflado como un susurro, pero no le dí importancia y seguimos conversando, le conté con mucha emoción sobre mi novio, sobre mi mejor amigo y de mi trabajo, que cuando vine a notar la hora, me di cuenta que ya habíamos cenado juntas el pedido que yo misma llevé, y que ya eran cerca de las 10 de la noche.
Debía volver.—Ahora si, tengo que irme, enserio gracias por la charla, te noto tan.. Ah, no sé. Pero si veo cambio en ti, gracias por pedirme disculpas de  corazón por lo que pasó, jamás imaginé escucharlo de ti.

—El tiempo cura todo Amelie, espero verte más seguido ya que te he extrañado mucho.—Se despidió de mi con un beso en la mejilla, por mi parte le di un saludo enérgico con la mano y bajé para irme a casa.

Fue algo que no me esperaba, las cosas quizás mejorarán de ahora en adelante y podré ser plenamente feliz con todas las personas que me rodean. Me fui pensando en ello todo el camino y al llegar y recostarme en mi habitación, le mandé un mensaje a Matt para avisarle que ya estaba en casa y que no se preocupara, también para disculparme por la hora pero un último pedido me había atrasado.
¿Será buena idea mencionarle que me encontré con mi Ex?

Mejor se lo digo mañana.

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