Capitulo 7

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Han pasado varios días desde la última vez que vi a Matt, sigue ocupado en sus cosas como siempre. Espero que esté dando lo mejor de sí para sus exámenes de final de semestre.
A Tobías le salió un pequeño trabajo en el instituto y se queda hasta mas tarde, así que tampoco me lo he topado.

Me siento un poco sola, he trabajado normalmente en la entrega de pedidos y no he visto ni he hablado con Sarah desde su último mensaje deseandome suerte, me pregunto si estará bien. Ojalá no esté enojada o triste por haber sido tan fría.
Apenas la recordé mi celular vibró y la casualidad de que fuese una llamada de ella, me produjo un fuerte escalofrío.
Me puse nerviosa y no queria contestar, respiré hondo y asentí la llamada fingiendo naturalidad:

—¡Hey, hola Sarah! ¿Cómo has estado?—trataba de sonar despreocupada, pero no duró mucho...

—No muy bien, me siento muy débil. No supe a quien mas llamar.

—¿Eh? ¿Que te paso?— su voz sonaba triste, mas que alguna otra cosa, inocentemente me preocupé, seguro estaba enferma.

—¿Puedes venir? Dejaré la puerta de mi departamento lista para que la abras, no tengo ganas de moverme más.

–¡Hey, espera!— Ni siquiera alcancé a contestar si iba o no y ya me había colgado, e instantáneamente luego del pitido del celular, recordé situaciones del pasado donde se debilitaba mucho y ni comía, de seguro cayó en alguna recaída. Sea como sea ahora estaba con una enorme duda, si hacerle caso o simplemente ignorar esa llamada.
No puedo no hacer nada, pero obviamente espera que yo vaya, eso sería darle en el gusto y se supone que quiero conservar distancia... Estoy dándole muchas vueltas, siempre hago lo mismo, maldita sea.

Iré.

Llegué lo mas rápido que pude, mientras estaba en camino me puse a imaginar miles de escenarios posibles pensando en que tan mal puede estar. Efectivamente la puerta estaba junta y sin seguro, entré rápidamente y la cerré bien, no es posible que sea tan descuidada y confiada.
Le estuve hablando desde la pequeña sala antes de querer entrar a su habitación y no me respondió, asi que decidí entrar. Parecía estar profundamente dormida.
Me acerqué lentamente, no quería molestarla pero tenia que asegurarme de que estaba bien.

—Hey, Sarah. ¿Como te sientes?— le murmuré mientras la movía suavemente.—Oye, oye, no puedes llegar y dormirte con la puerta prácticamente abierta.¡Cualquiera puede entrar!

Abrió sus ojos lentamente, tan tranquila que daban ganas de dormir a su lado y me respondió con su voz suave pero afligida.

—Sabía que llegarías...

—Claro que llegaría, tenía que asegurarme que no entrara alguien más y dejarte segura.

—¿De verdad te preocupas por mi?

—¿A que viene eso? Al menos explicame que pasa.

—No quiero nada, es todo. Bueno si quiero algo, quería verte.

—Eso no tiene sentido, pudiste solo, no sé hablarme normalmente.

—Así no vendrías...

—¿Has comido algo?.. Oh, espera, ya sé como te pones cuando andas así. Recuerdo muchas escenas parecidas a esto. ¿Estas enojada o algo así?— vinieron a mi mente recuerdos de cuando Sarah me hacia algún berrinche por cualquier cosa y no quería hacer nada mas que dormir. Era tan difícil de llevar.

—¿Por qué no puedes ser un poco dulce conmigo? No es tan difícil...—hizo un gesto que pareció ser un puchero.

—Mira, vine a verte porque me preocupa que estés enferma o algo así y al final parece que solo es un berrinche.

—Me siento triste, abrázame.—se acomodó en la cama como esperando que me tirara a sus brazos, me quedé mirándola sin responder. Luego insistió—Sin ti no tengo motivos para querer levantarme de esta cama...Si no me quieres nada me importa.

¿En serio me llamó para esto?

—¡Arrg! ¿Por qué siempre haces cosas así? Por favor solo quiero que comas algo y salgas de las sabanas.—siguió esperándome, sé que no me hará caso si no le doy un abrazo.—¡Ya, está bien!

La abracé haciendo una mueca pero también con algo de nostalgia, acabo de hacer lo que ella quería, aunque...si bien me molestaba que se portase tan malcriada antes, su cara de niña consentida siempre me gustó.
Una vez que estaba entre sus brazos solo sentía esa sensación de querer protegerla y darle en el gusto. Esa maldita sensación se apodera de mí y me siento débil, me llena y me distrae, me invade de recuerdos y momentos a su lado.
Respiré nerviosa, ya han sido muchos segundos de contacto físico.
Lo notó y se aferró más.

—Amelie, nadie tiene por qué saber lo que pasa entre tu y yo, sé que nuestro sentimiento sigue ahí.

—Otra vez eso, sabes que ya no...—El abrazo era mas intenso cada vez.

—Sshh...no digas nada más.—Me cayó, me cayó con un beso y no pude negarme otra vez.

Solo bastaron un par de minutos y todo se intensificó, comenzó guiando cada caricia y todo se salió de control.
Respiración agitada, sentimientos ahogados, culpa y mas culpa.
Tal vez un poco de cariño de mi parte alivianará esta sensación.
Quizás, solo un poco...

¡No seas estúpida!

¿Qué demonios pasa conmigo? No debería estar aquí, estaba consciente que no debía volver a caer, pero hago todo lo contrario.
Una falsa sensación de seguridad comienza a invadirme cerca de Sarah y el hecho de saber que se comporta así solo para verme me hace sentir demasiado culpable.
No querrá comer, no querrá levantarse, porque siente que no la quiero. Y yo, yo solo siento que le causaré daño al corresponderle o al rechazarla, de igual modo le haré mal...
Tal como telarañas, todo este testamento de palabras me atrapaba mientras mi cuerpo se dejaba llevar.

Sé que no debo responderle pero estoy cediendo y si sigo así a Matt también lo dañaré.
Él no se me merece esto, pero no sé como decirle lo que sucede, esto está mal y no sé como frenarlo.

No puedo.

Circles (Furry) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora