Capítulo 2

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La mañana siguiente estuvo tranquila, me levanté a la hora de siempre pero no quise trabajar hoy "Lo bueno de ser independiente es que puedes elegir tus horarios" pensé.

Me juntaria con mi novio y mi amigo para el almuerzo así que quise reservar mi día, pero lamentablemente un mensaje de texto me bajoneó un poco.
Tenía tantas ganas de ver a Matt, pero se tuvo que quedar estudiando, así que solo llegó Tobías, un San Bernardo desaliñado, desordenado, algo imponente pero buen tipo.. Él es mi mejor amigo.

—¡Buenas, Ame! ¿Qué tal estás? —Me saludó relajado soltando vapor de su boca, otra vez estaba vapeando, al menos no es cigarrillo.

—Super, sin novedades. Esperándolos tranquilamente.— sentí el suave olor a frutas del vaporizador de Tobías, y jugué con el vapor hasta que se lo llevó la brisa.

—Oh lamento que solo esté yo, ya sabes Matt no pudo llegar.

—Sí, estoy al tanto. Ya me avisó y no te preocupes, hoy será junta de equipo.—reí.

—¡Claro! El mejor equipo, aunque ya no prestas mucha atención por estar de tortolita con Matt.—me lanzó vapor para molestarme.

—¡Ah, no seas así! Sabes que te estimo demasiado, y no puedes comparar ambos tipos de cariño.

—Jajaj ¡Estoy bromeando Amelie! Tan ingenua que andas—Me dió un fuerte abrazo mientras se reía y nos fuimos a buscar un lugar para comer.

Tobías es como un hermano mayor, estudiábamos juntos pero repitió un año, según el para mantener la beca alimentaria un año más. Pero sé que en el fondo de seguro fue otro problema, aveces no cuenta del todo lo que le pasa. Se hace el rudo y prefiero no molestarlo, él siempre tendrá mi apoyo, y pues, gracias a que repitió pude conocer a Matt. Quedó en la misma clase que él y se hicieron amigos, luego al presentarmelo mi mundo cambió, sentí ese escalofrío en todo el cuerpo al menor contacto con su piel, oh no.. Otra vez me quedé pensando en Matthew, es que no puedo creer que se haya fijado en mí.

—Gracias Toby— le dije sin contexto ni detalles.

—¿Gracias de qué?— Quedó extrañado pero al ver mi cara, que no sé que expresión tenía, solo sonrió y me dió una palmadita en la cabeza.

Agradecería una y mil veces que me lo haya presentado.

—Y bien, ¿Donde iremos a comer?—me metí la mano al bolsillo, saqué mi billetera y busqué mi propina de ayer, ni me había acordado anoche cuando llegué de revisarla siquiera, pero allí estaba completa y además la acompañaba un papel.

—Vamos por sushi, pero yo te invito esta vez, tengo cupón de descuento los días miércoles.—Tobías me mostraba orgulloso dos tickets de almuerzo del restaurante chino que estaba en la esquina de la plaza.

—Me parece bien— asentí con la cabeza y dejé el papel en otro bolsillo, no quise revisarlo, no sé por qué.

Al llegar al restaurante Toby se acercó al mesón a pedir el menú, y lo esperé en la mesa revisando el famoso papel. Era el número de teléfono de Sarah con una frase escrita también: "Además de la propina, llévate mi nuevo número por si quieres conversar más" Vaya, que buena onda de su parte.
Lo registré y decidí mensajearle mas tarde, para hablar de cualquier cosa, pero me quedé pegada en el celular recordando el pasado, distraída.

—¡Eh! Ahí viene el almuerzo, pequeña.—Tobías ya estaba instalado a mi lado jugando con una servilleta.

Reaccioné al escuchar su voz y guardé el teléfono, no sin antes soltarlo con torpeza y agarrandolo a tiempo para no caer al piso.—Gracias.

—Deja de agradecerme, mujer.—Me miró con algo de duda, seguro algo presiente.

No quiero decirle que ayer vi a Sarah, cuando terminé con ella quedé tan destrozada, tan vulnerable, que al verme así, él decidió cuidar amablemente de mí.
Al ver que mi ex se fue sin decir nada más, actuando como si nada le importara, comportándose como una desgraciada y dejándome sola a punto del colapso, le agarró un profundo recelo y si se entera que volvió a hablarme como si nada, tengo la seguridad de que se enojará bastante.
O tal vez solo estoy pasándome películas y no le importe.
¡Ah! No sé que pueda pasar, mejor le cuento en otra ocasión.

Me quedé en silencio y comí tranquilamente, a ratos seguía la conversación pero en mi mente estaban otras cosas. Mi amigo tiraba bromas, contaba su día a día y proponía planes para después de los exámenes, él ni estudiaba ya, todo lo recordaba del año anterior, así que de seguro armará buenos panoramas.

Luego del almuerzo pasamos a jugar, nos encantan los arcades y cada vez que podemos nos distraimos en un local de videojuegos, así se nos va la tarde, así son nuestros dias libres.
A ratos le mensajeaba a Matt y a ratos a Sarah para contarle lo divertido que era salir a ese local, quizás hasta podría acompañarnos en alguna salida, sería divertido que se integrara al grupo.

El día pasó y me fui a casa, me despedí de Tobías y quedamos de juntarnos otro día. Seguí mensajeando y Sarah era la que más respondía, como si estuviese al pendiente, atenta a mis respuestas. Hablamos mucho, estaba siendo tan amable y dulce. Me invitó a su departamento a ver alguna película o cocinar algo, pero me lo pensé bastante...
En el pasado, cuando lo nuestro acabó, nos dijimos cosas muy hirientes, asi que me era extraño leerla tan amistosa ¿Qué tal si era una trampa ser tan amable y queria matarme? Definitivamente aveces pienso demasiado.

Le diré que sí, seguro lo pasamos bien, Matt anda ocupado y Tobías también tiene cosas que hacer. Ir donde ella será mejor que quedarme sola en casa, ¿No?

Circles (Furry) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora