¿Un cuento para cachorros?

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Narra Axel:

Después de la reunión con mis padres y que Amelia no se sintiera suficiente para ser Luna de esta manada decidí traerla a casa aquí en casa yo le preparé una cena romántica.

— ¿Esto cuenta como nuestra primera cita?— pregunto con una hermosa sonrisa en sus labios.

— Se podría decir que de cierta manera así es— ambos reímos y cenamos mientras platicábamos en ese momento sonó el timbre y me levanté a ver quien era, resuelto ser mi madre.

— Tranquilo vengo sola tu padre lo deje en casa y le dije que reflexionara sobre lo que paso hoy— asentí con una sonrisa y la dejé entrar, Amelia vino a ver quien era — Hola de nuevo Amelia quiero pedirte una disculpa en nombre de mi esposo a veces no sabe como comportarse—

— Hola señora Casandra, no se preocupe ¿quisiera cenar con nosotros?—

— Por supuesto, huele delicioso ¿quien preparó la cena?—

— Ese fui yo—

— Pues ahora veo que sigues mis consejos de cocina pero lo comprobaré cuando lo pruebe— caminamos hacia la cocina, le serví a mi madre y ella lo probo — Esto sabe muy rico—

— Pues claro yo todo lo hago rico— dije guiñándole un ojo a Amelia que se sonrojó rápidamente entendiendo mi indirecta, me senté y platicamos de diversos temas.

— Bueno y díganme ¿cuando me van a dar la noticia de que voy a ser abuela?— Amelia y yo comenzamos a toser.

— Mamá es un poco pronto para eso ¿no crees? Aun somos muy jóvenes—

— Si pero cada día que pasa yo me hago mas vieja y quiero disfrutar al máximo a mis nietos mientras pueda—

— Pues tal vez algún día de estos la sorprendamos señora Casandra— dijo mientras me miro con picardía.

Continuamos platicando de otros temas hasta que mi mamá se fue por que a pesar de que se que se la estaba pasando bien tenía que ir con mi padre, Amelia estaba lavando los trastes yo me pegue a su espalda.

— Que te parece si cumplimos la promesa que le hiciste a mi madre— ella ladeó el cuello y yo comencé a besarla.

— Yo solo dije que sería algún día no precisamente mañana o pasado— me reí y continué besando su cuello.

— Pero que mejor que sea mañana o pasado— ella gimió cuando le mordí el lóbulo de su oreja, la gire nos besamos apasionadamente basta que el timbre vuelve a sonar gruño y ella ríe.

— Voy a ver quien es—

— Voy yo— 

— Axel tienes un problema ahí abajo así que será mejor que yo vaya— me dió un casto beso y se fue, yo subí a la habitación para darme una ducha de agua fría pues quiero que nuestra primera vez juntos sea extremadamente especial.

Salí del baño con la toalla enrollada en mi cintura, me puse unos bóxers y mi pantalón de pijama, escuche los pasos y sentí cerca el olor de Amelia.

— Mira lo que dejaron en la puerta— me gire para encontrar con que Amelia traía un cachorro de husky en brazos.

— ¿Quien lo dejaría en la puerta de nuestra casa?— preguntó molesto por que abandonar así a un ser indefenso no esta bien.

— Es niña— sonreí.

— Bueno ¿quien la dejaría en la puerta de nuestra casa?— se encogió de hombros.

— No vi a nadie y tampoco no percibí el olor de nadie, ¿podemos quedárnosla?— me puso cara de cachorrita e incluso comenzó a chillar como uno.

— Esta bien nos la quedamos, pero ¿donde dormirá?— me abrazo y me repartió besos en toda la cara finalizando en mis labios.

Mi mate mi peor enemigo 🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora