ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴛᴏ~ '||тu ყ j¡м¡ห||'

Cap.25

Ahora sólo queda “arriesgar” mi vida. Sé que no debería hacer algo así, pero es necesario saber si es o no la persona esa por la cual yo estoy aquí.

“Necesito ir mañana”. Me decía a mí misma.

Quería y tenía que hacerlo. Porque si no lo hacía, ella lo cambiaría de habitación/lugar y se me haría aún más difícil saber y aclarar las cosas.

La enfermera me dijo que mañana podría salir a pasear. Ya sea dentro o fuera del área del hospital. Y así fue, así lo hice. Me dijo que sólo por una hora, ya que tendría que estar aún más en cama por mi salud.

Hora//6:48 PM.

No estaba lista.

Quería y anhelaba ya querer saber sobre todo esto. Y esto realmente lo hago solo por una persona... Por ese chico. No creo que “por nada” me allá dicho que buscará eso. Y no creo que lo allá echo para ponerme en peligro.

“Solo encuéntrala”

Ya estaba por los pasillos. Estaba confundida. Primeramente, porque el lugar estaba diferente. Algunas cosas estaban en dónde no habían estado anteriormente. Pero mi confusión no duro mucho. Recordé que Momo también sabía de este lugar y se me hizo un poco probable de que allá estado aquí.

Puse la clave y me dispuse antes de entrar, a respirar profundamente. Esta vez sin llorar.

Daba pasos torpes. Pero muy silenciosos.

El chico estaba aún con la mano hacia bajo. Pero con la mirada hacia arriba y fija a algo. Estaba nervioso ante a eso que veía.

Me di cuenta de que no entendía nada. No sabía nada. Miraba cada cosa como nueva. Era como un bebé. Sus ojos tristes, llorosos. Y sobre todo, asustado.

Yo también lo estaba, y no podía hablar.
Tenía algo metido por una de sus venas. Algo le estaban metiendo/inyectando.

-Hola.- Dije un tanto amable para él.

Me miraba asustado. Pero... después de que dejase de gotear y se acabará todo eso que le estaban inyectando; dejo de, ¿tener miedo?. Su mirada, facciones, rostro, ya no eran las mismas. Dejo, al parecer, de sentir algo. De echo, no me reconoció.

-Soy T/n. ¿Me recuerdas?. Vine ayer.-

-¿Ayer yo estaba aquí?-

-Sí. De echo me llamaste “cariño”.-

Río. Descaradamente lo hizo.

-No lo hice. Y si lo llegué a ser, pues no lo recuerdo.-

-De echo los dos lloramos al vernos.-

-Eso es algo tonto, no crees.-

-Sí, la verdad es que sí.-

-Entonces deja de decir estupideces y sal de mi casa.-

¿Casa?

-Hm... Disculpa, pero esto no es tu casa. Es solo un hospital, el cual tú y yo compartimos.-

-Te dije que dejaras de decir estupideces.-

Era molesto no lograr comprenderlo. No entendía lo que le pasaba. Creo que a de ser el efecto de eso que tenía conectado, y que dejo de gotear. Pero su efecto fue demasiado rápido. No logro entenderlo aún.

Por un momento pensé que solo me estaba jugando una broma y que todo esto era solo por diversión, claro. Realmente deseaba eso. Eso quería creer. Pero no era así.

~

-Oye.-

-Ya cállate. Hablas mucho.-

No es cierto. Bueno, solo un poco.