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3 AÑOS ANTES

Era un día bastante común y aburrido en la facultad, hasta podría jurar que hoy el tiempo jugaba en su contra e iba mil veces más lento de lo que acostumbraba.

Primera clase: historia de la música

El lindo rubio, Jimin, caminaba sin ánimos, el día frío no le hacía sentir mejor pues su chamarra favorita, la que traía puesta esa mañana, se había mojado por culpa de la nevada esa mañana, nunca tenía mal humor mañanero, ese día era la excepción, el profesor había decidió cambiar "radicalmente" su clase para terminar ayudando en el salón de Derecho Romano y era tan aburrido como sonaba.

Jimin estaba cabeceando en el lugar que compartía con el próximo abogado Jeon Jungkook, el castaño no había alejado su mirada de él desde que entró por aquella puerta de madera vieja.

-los ángeles estudian baile- mencionó tomando una hebra rubia - ¿moras?, se acaba de convertir en mi aroma favorito

-no eres muy bueno con las frases de coqueteo - susurró Park haciéndolo sonrojar y bajar su mirada lentamente- un abogado debería saber cautivar con su carisma, hablar adecuadamente. Así nadie se resistiría.

El castaño veía sus labios con insistencia, aquellos rosados y abultados le llamaban más no podía hacerlo, iría totalmente enserio con el rubio, puesto que su mirada le había cautivado y quería llegar al fondo de esas orbes castañas pues se sentía tranquilo con solo verlas, podía reconocer la sinceridad con la que sus palabras eran dichas, sabía que bromeaba con él porque sus ojos brillaban y cruzaba por ellos un destello de alegría.

-tal vez podrías enseñarme a hablar- se encogió de hombros buscando una excusa adecuada para no ser tomando como un chiste

-y que gano a cambio - pero el de ojos coquetos fue más rápido y, puede ser que también, un poco más impulsivo

- conocer al amor de tu vida- menciono sin pizca de vergüenza, afirmando y jurando sinceridad completa en sus palabras - es un ganar-ganar, Park Jimin

-¿acaso esto es un reto?- Preguntó sintiéndose abrumando y reprimiendo sus ganas de sonreír elevó su mano a la altura de su pecho

-lo es- contesto con simplicidad- los bailarines son competitivos, hasta donde puedo ver - y él nunca apostaría algo en lo que pueda perder.

Junto sus manos con las más pequeñas sintiendo la electricidad recorrer ambos cuerpos con furia, haciéndole erizar todos su bellos y poniéndole "la piel de gallina".
La clase continuó entre miradas y sonrisas, Jimin se levantó de su silla al final y vio como un trozo de papel cayó de su cuaderno, lo levantó con cuidado mordiendo su labio inferior al notar la mirada cómplice de su compañero de banco.

"Nos vemos a las 15:45 en la cafetería 'coffee & milk', está a unas calles de aquí.
-Jungkook"

El rubio salió con una gran sonrisa imposible de ocultar, nadie podría arruinarle ese día en que su corazón latió con fuerza y sus mejillas comenzaban a doler de tanto sonreír, sus manos temblando de nervios aún así no rechazaría al castaño pues por él estaba así de inquieto, ni siquiera un peli menta regando su té encima logró sacar esa gran sonrisa de su rostro.

[...]

-así que prefieres Los Gatos - afirmó Jungkook tomando un sorbo de su chocolate caliente

- son más lindos - admitió asintiendo y comiendo una cucharada de su pastel de fresa

-¿dulce o salado?- preguntó

APOCALYPSE: Tus Labios [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora