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Sus labios se rozaron, casi sin poder sentirlo, tan mágico e irreal que logró asustar al peli rosa, sus labios se movían al compás de una tierna canción de desamor, las lágrimas del menor no tardaron en empapar sus mejillas y caer hasta mezclarse con sus labios, un beso amargo y salado, aún así no se separaron, se sentía tan bien, sus manos recorrían el cuerpo contrario siendo la primera vez que se tocaban y solo querían más, sus manos picaban por conocer más.

Eran hermanos y todo era distinto, su espalda no era tan ancha como la de Kook pero tenía algo especial que la hacía suave al tacto, sus labios rosas acariciaban los suyos con un cuidado increíble, como si fuera una muñeca de porcelana y pudiera romperse, sus manos lo tomaban con fuerza de la cintura por miedo a que desapareciera, acariciaban la zona haciéndole sacar suspiros de placer. Se separaron lentamente, viéndose fijamente a los ojos, los rojizos del menor demostraban arrepentimiento y tristeza, los del mayor: alegría, parecía un niño en una dulcería, aquella mirada indescriptible pero que te hacía sentir tranquilo.

—quiero irme — susurró en un hilo de voz Jimin, bajó la mirada y dejó las lágrimas escape hasta mojar el hoodie de su novio... Jungkook, había traicionado su confianza, había besado a alguien más, no era cualquier persona, había besado a su hermano mayor

— aún que te vayas... nos besamos y eso no se va a olvidar, no voy a olvidarlo — el menor comenzó a negar frenéticamente cubriendo su rostro con sus manos, soltando sollozos y alaridos de dolor y sufrimiento — ¿no te das cuenta?, nuestros labios encajan a la perfección, nuestras manos solo buscan más del otro, qué más necesitas para notarlo

—no digas estupideces

Contestó enojado poniéndose de pie y saliendo de la habitación del mayor de los Min, con su mochila en mano dejando atrás el cuaderno y demás objetos que había sacado para trabajar, salió de la casa sin mirar atrás, en su pecho retumbaba su corazón con fuerza indicándole que había cometido un error, uno que le costaría todo, su móvil vibraba con insistencia, lo tomó entre sus manos y no pudo evitar soltar más lágrimas, "El amor de mi vida" le llamaba, recordaba aquel día, aún no era novio de Kook pero éste había insistido en guardar su contacto de aquella manera afirmándole que algún día sería, definitivamente y sin lugar a duda, el amor de su vida.

—¿Hola? — preguntó intentando regular su respiración y evitando soltar lágrimas

—no tenías que irte así, Yoon ya me contó que es lo que sucedió — contestó la voz del otro lado con total tranquilidad

—¿estás enojado? — las lágrimas del de mejillas sonrosadas corrían de nuevo sin ser capaces de detenerse

—claro que no — murmuró entre risas desconcertando al de hebras rosas — si te sentías tan mal pudiste haber esperado a que yo llegara y te llevara a casa, no tenía que irte, nuestra cita puede esperar para otro momento, se que te sentías avergonzado por que no tenías fuerzas para asistir, me lo dijo Yoongi, aún así debiste haber esperado por mi, amor, perdona a mi hermano, se que te hizo trabajar de más aún cuando te sentías mal, ya lo hablé con él, ¿te parece si mañana voy a tu departamento?

—si, creo que está bien

Contestó sin ser capaz de decir algo más, unas cuantas palabras y terminaron la conversación.

Su respiración se detuvo por unos segundos y su corazón latió con irregularidad y desespero, Jungkook conocía una versión, una mentira que le había contado su hermano mayor, y él quedaba como la víctima en la historia, Qué haría cuando conociera la verdad, prefería no pensarlo.

Las mentiras siempre salen a la luz y los mentirosos siempre reciben su castigo.

APOCALYPSE: Tus Labios [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora