Who Is She?

Capítulo 4: Para su mala suerte

Capítulo 4

💕💕Valerie POV

Sabía que sería difícil al principio, pero dentro de muy poco, estaba segura de que caería rendido a mis pies.

No hacía falta ser muy inteligente para darme cuenta de la forma en que me miraba. Hay mujeres para algo serio y otras para divertirse. La última opción siempre me ha gustado más.

Nadie es de nadie. Que eso quede claro, somos almas libres...

Pero la sociedad te dicta: estudia, trabaja, cásate, ten hijos, críalos y, si tienes tiempo, diviértete.

¿Qué clase de vida es esa? Claramente, no la que quiero vivir. Estoy hasta la madre de la sociedad y lo que te dicta, ¿por que tienes que intentar encajar, cuando es más fácil ser tu misma? Ya había pasado por una relación toxica y posesiva, nunca volvería a tener una y menos para.

Pero el destino por fin estaba de mi lado. Era mi vecino, provocarlo se me haría más fácil.

Solo era cuestión de tiempo para que se volviera loco por mí. Con novia o sin novia, me daba lo mismo; no soy celosa y puedo compartir, especialmente con alguien tan sensual como él. Es que sus labios carnosos y ojos avellana me tenían completamente hipnotizada. Puedo jurar que cuando lo vi por primera vez, me hipnotizó, no miré a nadie más, el era mi objetivo y tenía que conseguirlo.

La posesividad no es lo mío, y tampoco me gusta que lo sean conmigo, a no ser que sea un juego sexual. Allí todo está permitido.

El verdadero sexo es un juego que pocos se atreven a jugar. Donde no hay reglas, solo se siente.

Y no me subestimen, no es que me acueste con cualquiera. No, eso no está en mis planes. Yo elijo a quién llevo a mi cama.

Sin más, apagué la luz del velador y me acomodé para dormir. Mañana será un día interesante.

Mi siguiente día en esta universidad y me sentía extraña, pero a la vez bien, era contradictorio. Bueno, quizás yo lo soy un poco. 

Me divertía ver cómo algunas mujeres me miraban mal al pasar por el pasillo. Cada uno es libre de pensar lo que quiera, y los comentarios de los demás poco me importaban. Yo era como era y al que no le gustara, que aplauda.

Al llegar al salón, lo vi sentado junto a su novia. Ni siquiera sabía su nombre, pero eso era lo de menos. No me importaba su nombre, solo lo que traía debajo de su ropa.

Al sentarme, le dediqué una sonrisa. Pude notar la mirada de odio de su novia sobre mí. Esto iba a ser más divertido de lo que pensaba.

Odiada o amada, pero jamás olvidada, bebé.

—Vi tu última conexión de ayer, Michael —susurró enojada su novia.

Así que Michael, eh. Buen nombre te sacaste. ¿Cómo sería? ¡Oh sí, Michael!

—¿Qué hiciste después de la fiesta?—preguntó.

—Ir a mi casa a dormir —susurró Michael un poco fastidiado.

Mentir es malo, Michael. Deberías tener desactivada tu última conexión.

—Estás muy raro, Michael... —susurró furiosa.

—Y tú muy paranoica —respondió.

No podían discutir fuera de clases. Sus susurros se escuchaban hasta la esquina. Ella salió furiosa del salón.

Wow. Qué intensa. Podía jurar que él la seguiría, pero no lo hizo.

El profesor entró y comenzó con la clase. La tensión en el aire quedó flotando, pero yo estaba lista para sumergirme en este juego.

Vimos diapositivas en la pared de la sala, sobre fotografías de desnudos en paisajes. Una verdadera obra de arte... Y no hablo del tema morboso, es más alla, el cuerpo humano es perfecto con sus imperfecciones.

—Bueno, para la próxima clase necesito un trabajo en parejas —habló el profesor, y sonreí—, sobre lo que vimos hoy.

Estudiar fotografía resultaba más interesante de lo que pensé.

Esto sería más fácil de lo que imaginé.

Miré hacia atrás y observé cómo todos ya tenían sus parejas listas. Mis ojos se posaron en Michael. Hice una mueca de falsa culpabilidad con mis labios.

Él asintió, tragando saliva, y se encogió de hombros.

No hubo necesidad de hablar. Seríamos pareja, para su mala suerte y mi buena suerte.

La complicidad entre nosotros ya comenzaba a crecer. Mis pensamientos se volvían más intrépidos, como un juego en el que ambos estábamos dispuestos a jugar.

Las chispas de desafío y tensión flotaban en el aire mientras nos acomodábamos para la próxima tarea. Mi mente maquinaba la forma de hacer que cada momento fuera inolvidable, tanto para él como para mí.

Las clases, de repente, se volvían mucho más emocionantes. Era como si cada encuentro con Michael fuera una partida de ajedrez, moviendo estratégicamente las piezas para ganar terreno en este juego de atracción.

El profesor continuó hablando, pero mi atención estaba centrada en la inminente colaboración con Michael. Esta conexión, aunque en principio académica, prometía ser algo mucho más fascinante y peligroso.

Siempre he sido bendecida por la libertad.

Me gusta jugar, y cuando lo vi a él por primera vez, mi mundo se detuvo. Sé que tiene novia, pero el fuego que ardió en mi interior en ese momento era más ardiente que cualquier otra cosa.

Llámenme perra, pero estoy acostumbrada a eso. Siempre conseguía al hombre que quería, y sabía que él no podría resistirse...

No le pediré matrimonio ni nada por el estilo, eso nunca ha estado en mis planes.

Soy una mujer decidida, que va por lo que quiere, y él fue elegido para ser parte de mi juego.

Sabía que era un demonio vestido de ángel, y planeaba utilizar eso a mi favor. Y me encantaba. Lo siento, pero no puedo contenerme.

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Hola babys!