💫:ᴄʟᴜᴇʟᴇss

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Fue un silencioso camino a la casa de Taehyung, ninguno dirigía palabra alguna para hablar o romper el silenció.

Me dediqué a observar todo lo que estaba en el auto, después de todo no sabía que decirle.

No había mucho que mirar, era como cualquier otro auto que pudieras ver, nada era distinto... o tal vez si.

A mi nariz llego un dulce aroma a vainilla deleitando mi sentido del olfato haciéndome cerrar mis ojos por una milésima de segundos, disfrutando del dicho.

— ¿Te gusta? —preguntó luego de detener el auto en un semáforo rojo.

— ¿Eh? Ah... si, —hable en un tono bajo sin mirarlo— me gusta el aroma de la vainilla.

Me digne a verlo de reojo y traía consigo una sonrisa de lo más encantadora, era obvio que más de una cae por ella.

Al poco tiempo llegamos a una casa que era muy grande, demasiado.

Más de 3 ventanas a cada lado, una enorme puerta, en resumen, una casa soñada o de en sueño para todos los que la mirarán.

Estacionó frente a la puerta y bajo rodeando el auto hasta parar en la puerta que estaba junto a mi. La abrió dejándome salir.

Escuche la puerta ser cerrada detrás de mí.

Se adelantó a mi y abrió la puerta con un par de llaves mientras lo observaba con detenimiento estando a un metro de el.

Finalmente la abrió y entro para pronto dejarme pasar a mi, —Permiso... —dije adentrandome a la gran casa.

Seguí los pasos de Kim hasta lo que era una gran sala, llena de sofás posiblemente caros, muebles de madera, una chimenea y una conexión a lo que seria un comedor.

— Puedes dejar tu mochila en el sofá y si quieres.. acompañarme a hacer el café, —dijo el sonriéndo.

No me negué y hice caso a lo que le había dicho dejando mi mochila en el sofá y mi celular junto a esta.

Lo seguí hasta ese comedor el cual en el lado izquierdo al extremo de una de las grandes mesas llevaba a una conexión con la cocina. Entre junto con el observándola.

— Las tazas están en ese mueble ___, —menciono apuntando a un mueble que al instante miré.

— Bien, —me acerqué al mueble sacando unas tazas que eran de color helado de menta.

Deje las tazas sobre la isla que estaba en medio de la cocina y en silenció me senté en uno de los taburetes que estaban pegados a la susodicha. El preparaba en la máquina de café nuestro acompañante de la tarde.

No tardo mucho, unos minutos después virtio el café en las tazas que ni siquiera definimos alguna para cada quién.

— ¿Vas a tomarlo amargo? —pregunto ya que estaba comenzando a beber el café. Poco me importo que no tenga azucar.

— Si... —musite mirando la madera de la isla.

No tenía mucho por decir, tenerlo cerca y estar en su casa me hacía llenar de dudas.

Dudas que se borraron cuando...

.

.

.

Kim Taehyung.

Deje mi mano sobre su pierna notando como comenzaba a temblar.

Mire su nariz comenzar a ponerse roja al igual que sus pomulos, sus ojos dilatarse y brillar... poco a poco estos se posaron sobre mi con sorpresa, ¿provocare mucho en ella?

Dejo su taza en la mesa y se levanto del taburete en busca de retirarse de la cocina sin decir palabra alguna pero fui más rápido que ____ y la arrime a la pared más cercana.

Se veía tan pequeña e inocente bajo mi cuerpo, tan tierna.

— Q-quiero irme... —murmuró bajando su mirada.

No me miraba a los ojos, miraba a algun punto perdido en mi pecho.

— ¿Porqué? Aun no hemos comenzado a jugar, —realmente, estaba a nada de entrar en mi juego.

No dijo nada y intento apartarse pero pose mi pierna entre las suyas soltando un tímido gemido que me hizo ver el cielo entero.

Me sentí ligeramente cegado, ni siquiera había tocado su entrepierna como para que reaccionará así. Saber que causaba demasiado fue lo mejor para mi.

Sonreí ladino subiendo lentamente mi rodilla hasta pegarla a su feminidad provocando que las manos de ____ se sujeten a mi pierna con el fin de alejarla.

No dijo nada, pero su fuerza no la ayudaba para nada.

Moví mi rodilla en un suave y lento vaivén donde sus jadeos se hacían más frecuentes.

Sus ojos cerrados, su boca intentando evitar soltar esos encantadores y sensuales sonidos que me hacían tener un bulto más incómodo al usual.

Me acerqué a su cuello rozando mis labios contra este notando como todo su cuerpo se tensaba más y más. Sus piernas apretaban la mía al igual que sus pequeñas manos y su pecho bajaba y subía con frecuencia.

— D-deten...te, —soltó en un hilo de voz. Iba a dejarla así, en otro momento necesitara esto y pensara en mi.

— Bien, —dije bajando mi pierna tomándola por el mentón— ¿porque eres tan tierna?

Decir eso solo aumento su vergüenza.

Se movió rápido y salió corriendo de la cocina dejándome solo en ella.

Reí para mis adentros y la segui con lentitud hasta la sala. Tomo su mochila y se fue lo más rápido que sus débiles y ahora temblorosas piernas de permitían.

— Bueno... tendrá razones para volver, —me acerque al sofá agarrando el celular que se encontraba en el— ay... que despistada es mi ____.



popular boy||KTH&____||+18||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora