popular boy||KTH&____||+18||

🔥: sʜɪᴛ

— ¿Me lo permites?

Estaba sin habla, no supe que responderle, creí y pienso que son exactamente lo mismo, siendo que nunca tuve relaciones sexuales, siempre tomé eso como algo que era igual.

— ¿Hacer el amor? —dije insegura. Él sonrio y sin recostarme, sujeto mis piernas, causando que las enrollara en sus caderas.

Mi cuerpo se estremeció cuando su miembro tocó mi virgen intimidad. Jadee cuando se movió entre mis pliegues, era excitante y raro, nunca había hecho estas cosas, mierda.

— ¿Te digo que es hacer el amor? —asenti. Necesitaba saberlo si iba a hacerlo.

Sus manos dejaron mi espalda contra la cama, dándome inquietud al quedar bajo su tan grande cuerpo.

Me sentía en un infierno, el calor era incesante y sus manos juguetonas al acariciar la piel de mis piernas no ayudaba.

Un jadeo salió de mi cuando sus caderas se abrieron mas paso entre mis piernas, dejando su masculinidad pegada a mi, sin roces, ni movimientos, solo nuestras partes pegadas.

Mis ojos estaban sobre los suyos, notando que cada vez estaban más cerca hasta que pude captar su aliento sobre mi boca. Apreté mis mantas cuando su grande se movió en mi entrada.

Cerre mis ojos cuando un insignificante dolor se adueñó de mi parte mientras que las caricias de Taehyung se hacían frecuentes en mi cintura. Mis manos viajaron a su cuello y terminé por rodearlo con mis brazos.

— Muñeca... relájate —susurro sobre mi oído dándome la calma que tanto necesitaba, su voz tan ronca y gruesa daba armonía a mi cuerpo.

Aferre mis manos a su ancha espalda cuando se abrió paso en mi interior. Mordí mi labio inferior, dolía, dolía demasiado, pero debía resistir, algún día iba a pasar.

— ____ —mencionó causando que abriera mis ojos, siendo mis labios atrapados por los suyos, acompañado de un dolor infernal por una dura embestida rápida a mi feminidad.

Pequeñas lagrimas cayeron por mis mejillas por el tan doloroso movimiento, pero... paso a segundo plano cuando el moreno que yacía sobre mi, me besó con tanta suavidad, tanta delicadeza.

Su diestra acarició mi mejilla, me sentía amada, me sentía querida bajo su cuerpo. Su lengua guiaba a la mía a un movimiento lento y ligeramente repetitivo, el beso era un calmante a mi dolor.

Apreté con fuerza su espalda al darme cuenta que comenzó a moverse en mi interior, dándome otro pequeño dolor, uno más notable al principal.

— D-duele... —alcance a decir a milímetros de sus labios habiéndome separado. Cerre mis ojos con pena.

Me sentía débil al no poder resistir al dolor, pensar que tal vez otras chicas pudieron haber pasado por este dolor así como así me hacía sentirme impotente, pero...