No encontraba mi celular donde carajos lo pude haber dejado? Me preguntaba mientras andaba como idiota buscándolo por toda la casa, de pronto recordé que temprano fui a darle los buenos días a mi pequeña hija y lo dejé sobre la cama después de responder una llamada de mi asistente.
A esa hora ella estaba en sus clases de piano, seguro ni cuenta se dio de que dejé ahí el celular, entré a prisa pues ya se hacía tarde para la junta con los inversionistas, estaba nervioso porque de esa reunión dependía un buen ingreso a la agencia, fui directo a la cama lugar donde recordé había dejado el celular, que no me percaté que alguien más estaba en la habitación hasta que di la media vuelta para salir, me quedé con la boca abierta, no sabía que mi hija tenía amigas mayores, una bella chica de cabellos plateados estaba tirada en la alfombra boca abajo con su faldita alzada a la altura de su cadera con sus nalgas al descubierto y esa tanga que se metía entre ellas realzando más la redondez de las mismas, mis ojos de demonio no pudieron evitar mirarla con lascivia y deseo, mi falo endureció por debajo del pantalón, este había reaccionado al verla así que ganas no me faltaban de ponerme de rodillas e inclinarme para enterrar mi lengua en medio de ellas y sacar la tela de esas braguitas con mis colmillos . Aaaah que delicia de cuerpo, virgen y joven, se podía respirar por ese delicioso aroma que desprendía su piel.
Ella ni cuenta se dio que la miraba o al menos eso pensé ya que estaba metida en la lectura y sus oídos eran cubiertos por unos auriculares que no reparó en mi presencia, tuve que ahogar un jadeo y esas ganas de tocarla, sin que se diera cuenta, envié sensaciones a su cuerpo, sin poder contenerme me invisibilisé, y fui hasta ella poniéndome de rodillas y me incliné para rozar la piel de sus nalgas con mis labios, sentí como su cuerpo se estremeció y volteó de inmediato para buscar a quien la tocaba de ese modo lujurioso, mis labios dibujaron una sonrisa perversa y pronto mi lengua se estaba haciendo cargo de la delicada prenda urgando por debajo de ésta.
Llevaba mucha prisa pero eso no me impidió meter más a fondo mi lengua hasta tocar su botoncito, ella paró su trasero para sentir mejor la sensación de mis lamidas, de su boca escaparon gemidos suaces, sus mieles resbalaban en mi lengua era el momento para hacerla mía.Sola giró su cuerpo quedando boca arriba y pude poseerla liberando su cuerpo de diosa de esas ropas que sólo estorbaban, me materialice frente a sus ojos con mi forma real."de demonio"
Estaba tan excitada que no le importó mi apariencia y sus uñas se clavaron en mi espalda al penetrarla rompiendo ese himen prueba de su virginidad.
El vaivén de su cadera empujaba más mi falo hacia dentro hasta golpear su interiormis labios se encargaron de marcar la piel de su cuello y senos en succiones que dejarían huellas difíciles de olvidar y de borrar.
Fueron momentos de placer y no tardó en correrse acompañándola también, invadiendo su interior con mi savia caliente.
Arqueo su cuerpo echando hacia atrás su cabeza dejando escapar un fuerte gemido quedando desvanecida sobre la alfombra totalmente agotada, pues mientras la follaba me apodere de su energía revitalizandome más.
Me levanté para acomodar mis ropas y dedicarle una cínica sonrisa de satisfacción, ella aún me miraba con esas pupilas dilatadas tocando con sus dedos su intimidad, le dediqué un guiño y salí de ahí, seguro estaba esperando a mi pequeña hija y lo que le sucedió quedaría en su memoria como una pesadilla o el más placentero de sus sueños.
#El_Demonio_dela_Lujuria
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El Demonio de la Lujuria
VampireNunca invoques a un demonio como yo, porque puedo ser la mas placenteras de tus pesadillas, seduciré tu alma, mancillaré tu cuerpo y te haré sucumbir al pecado de la lujuria, y entonces te arrastraré al infierno del placer.