Nunca Estarás Sola [Pablo Alborán]

Capítulo 31 - Casa de Pablo

P.O.V. María

Salí de casa a las 08:00 lista para ir al parque de El Retiro antes de ir a casa de Pablo. No había mucha gente por la calle, sólo unas pocas personas desayunando en las cafeterías. La mañana era fría, no había mucha luz. Ya estaba cerca del parque, ¿Siguiente parada? Casa de Pablo.

P.O.V. Pablo

Iba corriendo por el parque de El Retiro cuando vi a lo lejos a una chica que me resultaba familiar. Ella iba de espaldas y no supe si era ella, María. Pasé lejos de ella por un lado para asegurarme de que era ella y, sí, era ella. Fui más despacio y me puse de nuevo detrás de ella, sigilosamente me acerqué a ella y le abracé por detrás.

- ¡Ah! ¡Déjame en paz! ¡¿Quién eres?!-gritó dejando caer su cuerpo al suelo.

Dejó caer su cuerpo, temblando se sentó en el suelo y tapó su rostro con sus manos. Ella, al ver que no le hacía nada, subió la mirada y me miró enfadada.

- ¡Buenos días!-dije levantándola del suelo.

- ¿Buenos días? ¿¡Buenos días!? ¡Pablo, casi me matas del susto!

- Lo siento, pequeña-dije dándole un beso en sus labios- ¿Qué haces aquí?

- Pues... Iba a darte una sorpresa pero ahora que estas aquí... ¡Sorpresa!-dijo levantando sus manos y sonriendo.

- ¡Oh! Me ha encantado la sorpresa-dije riendo.

- Oh... Me alegro-dijo riendo- ¿A dónde vas?

- Ahora volvía a casa... ¿Quieres venir?

- ¡Claro!

****

P.O.V. María

Llegamos a su casa y entramos en el salón.

- Si quieres espérame aquí, voy a ducharme en cinco segundos-dijo Pablo besándome la frente.

- Claro, tranquilo.

Me senté en el sofá y miré con curiosidad el salón. No fue la primera vez que había estado pero no me había parado a verla con detenimiento. No era muy grande, pero era muy luminosa. Había muchas fotos y, nada más ver una, me levanté para acercarme más a ella. Me acerqué al marco que estaba en la pared y miré con detalle la foto. No supe muy bien quienes eran pero me imaginé que una era su madre y los dos niños que estaban al lado de ella son los hermanos de Pablo, Casilda y otro chico. Levanté mi dedo índice y rocé la foto justo donde se encontraba un pequeño bebé en brazos de su madre, ¿Pablo?

- Parece increíble pero ese cabezón de ahí era yo-oí que dijo Pablo entrando al salón.

Desvié la mirada a la puerta al oír su voz y reí tras su comentario. Estaba apoyado en el marco con solamente una toalla en su cintura.

- No eras tan cabezón, Pablete-dije volviendo de nuevo la mirada a la imagen- Esto no es nada, tienes que verme a mi de pequeña para saber que es tener un gran cabezón...

- ¿Tú? ¿Superar mi cabezón?-comenzó a reír- No me lo creo, tengo que verlo.

Se acercó a mi por detrás y sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo, el suyo estaba mojado y sentía frescura. Apoyó su barbilla en mi hombro y posó sus manos en mi cintura rodeando mi tripa con sus brazos.

- Esta es tu hermana Casilda y este es tu hermano...

- Salvador.

- Esta es tu madre, ¿No? Es guapísima.

- Se llama Elena...

Comenzó a besar mi cuello con sus labios fríos del agua y un escalofrío al instante recorrió mi cuerpo de arriba abajo.