Nunca Estarás Sola [Pablo Alborán]

Capítulo 23 - Buenos días, angelito

P.O.V. María

Abrí los ojos lentamente y vi como Pablo aún seguía durmiendo, su respiración era profunda y sus labios estaban sellados. Besé su mejilla y decidí bajar a la cocina para preparar el desayuno.

- Buenos días, mamá-dije nada más verle en la mesa de la cocina viendo la tele.

- Buenos días, cariño. ¡Qué pronto te has levantado!, ¿Qué tal has dormido?-me preguntó.

Miré el reloj del microondas y vi que eran las 09:30

- No sabes lo bien que he dormido...

- ¿De verdad? Ayer no te oí llegar a casa, ¿A qué hora llegaste?

- Mmm... No me acuerdo, sólo recuerdo que llegué tarde... Pablo está aquí...

- ¿Que Pablo está aquí? ¡Voy ahora mismo a darle los buenos días!-dijo rápidamente.

- ¡Mamá! Espera, está dormido...-dije riendo.

- ¡Oh! Perdón... Os prepararé el desayuno, ¿Querrás que os lo suba arriba?-me preguntó.

- Mmmm... No estaría nada mal, gracias.

Salí de la cocina cuando de pronto oí que mi madre me dijo:

- Recuerda que el funeral es a las 12:30...

- Ya lo sabía...-mentí.

Subí desesperada las escaleras para volver a mi habitación, me olvidé que hoy era el funeral de mi mejor amiga. Antes de entrar apoyé mi espalda en la puerta de mi habitación y varias lágrimas cayeron sobre mi rostro.

- ¿María?-oí tras la puerta.

Me sequé rápidamente las lágrimas y abrí la puerta con cuidado.

- Buenos días, angelito...-dije nada más entrar.

- Buenos días, princesa-dijo Pablo

Subí la persiana de mi cuarto y abrí las ventanas.

- Que día gris de invierno tan bonito...-dije irónicamente.

- Oh... Hoy es...

- Sí, no me lo recuerdes por favor-dije acercándome a él para llorar en su hombro.

- No me gusta verte llorar... Quiero verte siempre sonreír... Ahora recuerda que estará siempre contigo desde lo más alto, no lo olvides.

Me separé de Pablo y secó mis lágrimas rozando sus dedos en mis mejillas. Sonreí al sentirle muy cerca y al tener ahora mismo su presencia.