Capítulo 1 - Miradas

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P.O.V. María

Me desperté gracias al sonido de mi despertador. Eran las 11:00 de la mañana y había quedado con una amiga en una hora.

Me levanté todo lo rápido que pude y bajé a desayunar antes de vestirme. Me preparé dos pequeñas tostadas y un tazón de leche. Mi madre estaba trabajando.

Vivo sola con mi madre en Madrid, soy hija única y... Desde que falleció mi padre mi vida no es la misma. Tenía muy pocos años cuando murió y apenas le recuerdo teniendo ahora 19 años. Cada vez que pienso en él noto un fuerte dolor en el pecho, noto como si mitad de mi corazón está vacío sin él. Mi madre era de Málaga pero vino a Madrid con mis abuelos hace mucho tiempo por motivos de trabajo de mi abuelo, pasaron los años y aquí conoció a mi padre, más tarde nací yo.

Nada más desayunar miré el reloj de la cocina y vi que eran las 11:30. Volví de nuevo a mi cuarto y me preparé la ropa. Saqué una camiseta de manga larga, saqué una chaqueta y unos pantalones largos. Me lo puse en menos de diez minutos, era invierno y no era muy friolera así que pensé que estaba lista. Seguidamente preparé mi bolso, las llaves, el móvil, el monedero y pocas cosas más.

Después de asearme recorrí el pasillo para llegar a la puerta y bajé los cuatro escalones que me conducían al jardín. Miré el reloj y vi que eran las 11:44, seguro que me daría tiempo a llegar a la cafetería sin hacer esperar a Carla, mi mejor amiga.

Paré en un semáforo en rojo y permanecí quieta durante un largo tiempo. No sabía por qué pero últimamente estaba algo despistada pensando en qué día podría ir a Málaga a cumplir por fin mi sueño de ir allí. Aunque mi familia materna fuera de ahí nunca ha tenido la oportunidad de llevarme para conocer esa gran bonita ciudad.

El sonido de un coche me devolvió a la realidad. Miré al conductor y vi que me estaba haciendo señales con la mano para que pudiera pasar. La verdad, me costó mucho reaccionar pues ese chico me resultaba algo familiar... Su sonrisa, su cabello, sus ojos... Seguía mirándole con la esperanza de que fuera él, la persona en la que en ese momento estaba pensando, tal vez ¿Pablo Alborán?

- Puedes pasar, está en verde-oí que me dijo un hombre mayor posando su mano en mi espalda.

- ¿Qué? ¡Oh! Eh... Gracias, no me había dado cuenta-dije sonriente y a la vez tímida.

Miré por última vez al conductor de aquel coche y pasé deprisa. Nada más llegar a la otra acerca me giré de nuevo y le vi marchar.

Pues... Sí, era él.

P.O.V. Pablo

Iba conduciendo por las calles de Madrid cuando vi a una chica parada en la acera pensativa. Desde la distancia vi que el semáforo para los coches estaba en rojo así que fui despacio. Al principio la chica seguía quieta donde estaba pero cuando paré cerca de ella reaccionó. Su mirada se posó en la mía y mis manos empezaron a temblar, sus ojos fueron los causantes de que se dibujara en mí una sonrisa en cuanto menos me lo esperé.

Le hacía señales para dejarle pasar pero un hombre mayor se acercó a ella y le avisó. Con una sonrisa ella le respondió y me miró de nuevo, seguidamente pasó el paso de cebra y yo seguí de camino a casa.

¿Volveré a verla?

P.O.V. María

Llegué a la cafetería donde había quedado con Carla y vi que estaba atendiendo a una pareja en una mesa. Ella es camarera en una de las miles de cafeterías de Madrid y a veces vengo a hacerle compañía cuando está sola trabajando.

Me senté en uno de los asientos del mostrador y esperé a que Carla acabara de atender a los clientes.

- Buenos días, Carla-dije nada más verla frente a mí.

- ¿Qué tal la mañana? ¿Quieres algo?-dijo preparando cafés.

- No, gracias-dije suspirando.

- Uy... ¿Y ese suspiro...?

Me sobresalté nada más oír sus palabras. Ese suspiro... Ha dicho mucho, ¿no? Sólo he pensado en Pablo y... Me ha salido sólo.

- Nada, cosas mías-dije riendo.

- Bueno, mi niña, hoy te invito a comer a algún sitio, ¿vale? ¡Hace mucho que no comemos juntas!

- ¡Perfecto!, creo que puedo. Pero tú primero acaba y luego ya vamos con tranquilidad a comer.

Nunca Estarás Sola [Pablo Alborán]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora