Me las pagaras.

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Nazaret POV.

La cabeza me martillea y, en el momento en que intento tocármela, me doy cuenta que estoy atada de pies y manos. Intento recordar algo, pero lo único que recuerdo es el golpe y la voz de Pansy. Abro los ojos lentamente y descubro que estoy en el bosque, atada contra un enorme árbol. Unos cuantos mortifagos caminan cerca y, junto a mi, Bellatrix y Voldemort se encuentran hablando. A mi derecha logro divisar a Hagrid, quien todavía parece inconsciente.

¿Necesitas algo? —pregunta Narcisa acercándose a mi—

Agua, por favor. —le ruego sintiendo la boca seca como la arena—

Siento todo lo que está ocurriendo. —dice Narcisa mientras pone una botella de agua entre mis labios y me deja beber— Me encantaría hacer algo, me encantaría sacarte de aquí y liberarte, pero no puedo.

Lose. —sonrió levemente tras terminar de beber agua— Se que harías lo que pudieses, pero estás atadas de pies y manos.

Me amenazo con matar lentamente a Draco frente a mis propios ojos. —murmura Narcisa con tono angustioso— Y, si muere él, mueres tu. No podía permitir tantas muertes.

Narcisa, lo entiendo, créeme. —insisto, forcejeando contra las cuerdas y intentando hacer magia—

Voldemort ha hechizado las cuerdas que te atan, impidiéndote así hacer magia. —explica Narcisa al ver que no puedo liberarme—

¿Cuánto llevo inconsciente? —pregunto, haciendo una mueca a causa del dolor de mi cabeza—

Unas cuantas horas. —responde Narcisa, encogiéndose de hombros—

Cuéntame todo lo que sepas que haya ocurrido en estas horas. —le ruego a Narcisa—

Narcisa se sienta en una roca que se encuentra junto a mi y comienza a contarme todos los sucesos; desde como Voldemort ha amenazado de nuevo a Hogwarts y ahora está esperando a que Harry de su vida para mantener la de los demás. Deseo con todas mis fuerzas que a Harry no se le ocurra ni por asomo venir aquí, que mi hermana y los chicos sean lo suficientemente fuertes como para detenerlo. Todos mis temores se hacen realidad en cuanto veo a Harry caminar por el bosque y situarse en medio de todo, captando así la atención de Voldemort.

¡Harry, no! —grita Hagrid, forcejeando con sus ataduras—

¡Harry, vete, no debes estar aquí! —le grito, forcejeando inútilmente con mis ataduras—

¿Nazaret? —pregunta Harry, con los ojos como platos y la cara descompuesta—

¡Callaos todos ya! —grita un mortifago que se encuentra junto a Bellatrix—

Voldemort pone toda su atención en el, regodeándose de que ha conseguido lo que lleva buscando años y años. A pesar de que va completamente desarmado, Harry está totalmente tranquilo mientras nos observa a Hagrid y a mi. En mi mente no paro de gritarle que se vaya, que todo esto es una maldita trampa, que con él o sin él, Voldemort nos matará a todos porque es así de cruel. Bellatrix se sitúa junto a Voldemort cuando este encara a Harry y lo mira directamente a los ojos.

Harry Potter. —dice Voldemort, regodeándose plenamente en su victoria— El niño que sobrevivió, ahora viene a morir.

Forcejeo con más fuerza contra las cuerdas, observando como Voldemort da dos pasos más hacia Harry y lo apunta con su varita. Los mortifagos que nos rodean miran atentos y expectantes de lo que va a pasar. Miro a Harry, captando su mirada y negando repetidamente con la cabeza. Él no merece morir, no ahora después de todos lo que hemos luchado.

¡Avada Kedavra! —exclama Voldemort apuntando a Harry—

Un enorme destello de color verde inunda el bosque, impidiéndonos a todos ver más allá. Quiero gritar, pero siento como si me hubiese quedado sin voz. Una tras otra, las lagrimas resbalan por mis mejillas, acompañadas del enorme y agudo dolor que estoy sintiendo ahora mismo. Siento como si todo el aire del mundo me hubiese abandonado, como si me hubiesen arrancado el corazón y lo hubiesen destruido frente a mi, como si me hubiesen matado.

Segundos o minutos más tarde, el destello comienza a desaparecer y nos deja ver con más claridad la terrible escena. Harry yace de espaldas en el suelo y Voldemort es ayudado por Bellatrix para levantarse. Los mortifagos se acercan lentamente más y más hacia donde se encuentra Voldemort, observando con admiración la escena del terrible asesinato. 

El chico. —dice Bellatrix tras levantarse del empujón de Voldemort— ¿Está muerto?

Narcisa se acerca con paso decidido hacia donde yace el cuerpo inerte de Harry. Con cuidado, Narcisa se agacha junto al cuerpo, dándonos a todos la espalda durante unos segundos. En cuanto Narcisa se levanta y su mirada se dirige hacia Voldemort, confirmo por lo que he llorado y por lo que me he sentido rota segundos atrás; Harry está muerto.

Muerto. —pronuncia Narcisa en un susurro, pero lo suficientemente alto como para que todos la escuchen—

¡Asesino! —le grito a Voldemort, soltando toda la irá y el dolor que se apoderan de mi en este trágico momento— ¡No eres más que un vulgar asesino que se aprovecha de los indefensos! 

Nazaret, cállate o será peor...—murmura Hagrid entre lagrimas, sin despejar la vista del cuerpo de Harry—

¡Estás loco! —exclamo— ¡Eres la copia barata de Grindelwald, pero ambos tenéis algo en común! ¡Nunca conseguiréis nada porque sois unos fracasados! 

Ándate con ojo con lo que dices, Blackesley. —dice Voldemort, apretando la punta de su varita contra mi garganta—Porque estoy siendo demasiado piadoso contigo y no creo que dure mucho.

En cuanto me suelte de estas putas ataduras, te juro que te matare con mis propias manos. —le espeto a Voldemort, escupiéndole en la cara— Lenta y dolorosamente.

Si vuelves a ser así de insolente conmigo te juro que tu dulce novio las pagara muy caras. —me advierte Voldemort, limpiándose la cara con la manga de la túnica—

¡Si le tocas un solo pelo a Draco te juro que me convertiré en tu peor pesadilla! —le grito a Voldemort, observando como me da la espalda y ignora mis palabras—

Desatadlos. —les ordena a los mortifagos, señalando con su varita a Hagrid y luego a mi— Iremos a Hogwarts. Que el granduñon lleve el cuerpo de Potter.

Miro con asco al mortifago que viene a desatarme. En cuanto mis ataduras están mas sueltas y el mortifago está más cerca, tomo fuerzas y golpeo fuertemente mi frente contra la suya, consiguiendo que le mortifago retroceda unos pasos. Quemo las ataduras que ya cuelgan por mi cintura y me anticipo a quedarme en posición de ataque, observando como los demás mortifagos empuñan sus varitas para atacarme. Creo una enorme bola de fuego y la lanzo contra ellos, quemándolos en el momento. Lucho con todas mis fuerzas contra todos los mortifagos que se acercan a mi, que no logro ver como Nagini se acerca hacía mi, enrollándose alrededor de mi cuerpo y apretándome con fuerza.

Nunca podrás contra mi. —dice Voldemort mientras Nagini aprieta más su agarre—

Quizás sola no, pero con ayuda si. —susurro con una sonrisa—

¿Hablas de tus amigos? —pregunta Voldemort con ironía— Tu y tus patéticos amigos jamás podréis contra mi. Atadla de nuevo. 

Nagini se separa de mi cuerpo y los mortifagos que se encontraban cerca vuelven a atarme rápidamente. Los miro con odio mientras noto como aprietan con fuerza las ataduras. Hagrid es tirado por varios mortifagos, con el cuerpo de Harry entre sus brazos y miles de lagrimas saliendo de sus ojos. Otro mortifago toma una parte de mi atadura y me obliga a andar detrás de Voldemort a través de todo el bosque. Llegando a Hogwarts, veo como Narcisa habla con el mortifago y este le pasa mi atadura a ella.

Harry está vivo. —susurra Narcisa en mi oído para que solo pueda oírlo yo— He mentido para salvaros a todos. Harry está vivo y ahora es su turno. 

Complicated Love IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora