La llevé a un bonito parque bastante grande no muy lejos de nuestra casa. De pequeños siempre íbamos ahí con mis padres y Natsumi, pero Peko venía con el fin de protegerme, no de pasar un rato agradable con la familia. Está rodeado de árboles frutales que dan la sombra perfecta para hacer una comida o un picnic, o simplemente tumbarte y desconectar del estrés de la vida cotidiana. A parte, está muy cerca del mar y de la arena por lo que puedes disfrutar también de un día de playa. Llegamos y entre los dos extendimos el mantel en el césped y colocamos las cosas que habíamos traído sobre él. Al abrir la cesta, un suave aroma a comida salía de su interior invitándote a inspirar profundamente.
-Fuyuhiko: Tiene todo muy buena pinta, eres una excelente cocinera. -Peko: No creo que sea para tanto, solo he querido esforzarme un poco por hacer algo nuevo para esta ocasión. -Fuyuhiko: Si me hubieras despertado podía haberte ayudado, me sabe mal que lo hayas hecho todo tu sola. -Peko: No se preocupe, es mi trabajo. -Fuyuhiko: No quiero que pienses en trabajo, mis padres no están así que puedes actuar como una amiga normal. Y puedes dejar de tratarme de usted, de hecho preferiría que no lo hicieses. -Peko: Perdone, es la costumbre. -Fuyuhiko: No pasa nada, me refiero a que se sentiría más cercano. -Peko: Lo intentaré, ahora comamos que la comida se enfría.
Estuvimos probando toda la comida que había hecho Peko. Cada cosa que probaba estaba mejor que la anterior, aunque puede que, simplemente, con pensar que lo ha hecho ella hace que me guste aún más.
-Fuyuhiko: No has puesto pollo en tu bento? -Peko: No, preferí meter otras cosas, pero sabía que a ust... a ti te gusta, así que le puse al tuyo. -Fuyuhiko: Pues te quedó muy rico, toma, prueba.- Le ofrecí un pedacito con mis palillos.
Ella tímidamente comió lo que yo le ofrecía.
-Fuyuhiko: Que opinas? -Peko: N-No está mal. -Fuyuhiko: Te lo dije, eres muy buena cocinera. -Peko: Yo creo que realmente lo que me gustó es que me dieras tú de comer.- Se sonrojó y comenzó a jugar con un mechón de su pelo. -Fuyuhiko: Que mona estás sonrojada. -Peko: Q-que? - Abrió mucho los ojos y se puso aún más roja.- No estoy sonrojada... -Fuyuhiko: Claaaaro... -Peko: Bueno si, pero sólo un poco. -Fuyuhiko: Aún así me parece lindo. -Peko: G-Gracias, supongo.
Seguimos comiendo y hablando de temas random durante un rato hasta que terminamos la comida y recogimos todo.
-Peko: Que hacemos ahora? -Fuyuhiko: Pena que no hayamos traído bañadores para ir a la playa. -Peko: Para que crees que traje esto? - Peko cogió las 2 mochilas que trajimos a parte de la cesta. -Fuyuhiko: Si es que piensas en todo. -Peko: Si no me acordaba yo tú no lo ibas a hacer. -Fuyuhiko: Cierto, por suerte tú eres más responsable. -Peko: Bueno... vamos entonces? -Fuyuhiko: Pero donde nos cambiamos? -Peko: emmm... buena pregunta. -Fuyuhiko: Vayamos detrás de unas rocas.
Fuimos a un rincón de la playa bastante aislado y oculto gracias a unas enormes rocas que lo rodeaban.
-Fuyuhiko: Las damas primero. -Peko: No vayas a mirar. -Fuyuhiko: No miro... -Me di la vuelta.- Avisa cuando acabes.
Mientras esperaba a que se cambiase sentí ese impulso de querer echar un vistazo pero finalmente no lo hice, primero porque se lo prometí y segundo por respeto a su intimidad. Pero sí quise hacerla rabiar un poco.
-Fuyuhiko: Si tardas mucho me giro. -Peko: No tardo, ten paciencia. -Fuyuhiko: Me voy a girar. -Giré un poco la cabeza sin llegar a mirar hacia atrás. -Peko: OYE! -Fuyuhiko: Es brooooma. -Volví a mirar al frente. -Peko: Más te vale si no quieres vértelas conmigo. -Fuyuhiko: Ahora enserio, cuanto tardas en ponerte un bañador? -Peko: Me está costando atarlo, es sólo eso. -Fuyuhiko: Quieres que te ayude? -Peko: Emm vale...
Me acerqué a su espalda y le até la parte de arriba del bañador mientras ella lo sujetaba por delante.
-Fuyuhiko: lis...to... -en ese momento se giró.
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